Ayuda Millonaria

12 | Te Amo

Chloe Andersson

 

- Te amo pequeña. - escucho las dulces palabras de Andrew y sonrío.

 

Ese hombre es una puta caja de sorpresa.


Alice babea mientras intenta responderle, al menos hace ese intento.

Ayudo a Marco a ordenar la mesa y mientras escucho las cosas tiernas que Andrew le dice a su pequeña hija.

No hay mucho que decir sobre esa especie de cita que he tenido con mi jefe pero debo admitir que fue un lindo momento.

Aparte no tiene porque ser una cita.

¿Porque no una simple salida de dos personas que podrían estar comenzando una bonita amistad?

Se necesita llevarnos bien para que la convivencia sea mejor.

Suspiro y me siento al lado de Andrew, Marco coloca nuestros platos en frente nuestro.

Mi querido jefe le ha dado vacaciones a todo el servicio excepto a Marco y a mi.

Claro, yo acabo de entrar pero ¿porque el pobre de Marco no tiene vacaciones?

- Marco ¿no vienes a cenar con nosotras?

Él se rasca la nuca nerviosamente.

- Tengo cosas que hacer.

Y ahi lo entiendo, y lo aseguro con su sonrojo.

Marco tiene una cita.

- Suerte.

- Gracias. - me sonríe y sale lo más veloz que puede de ahí.

- Lo has puesto incomodo. - volteo la mirada y Andrew esta sentando a Alice en su regazo para luego darle su viberon.

- No tiene porque estar incomodo.

- Marco es una persona muy cerrada Chloe, nunca habla de su vida personal, de lo que hace fuera del trabajo y no le gusta mucho que le pregunten cosas que solo él tiene la respuesta.

Asiento comprendiendo sus palabras.

- ¿Porque es así?

- Supongo que le gusta serlo, debe de ser una especie de capa para que no lo lastimen.

Y sé de lo que él esta diciendo.

Tiempo atrás yo también tuve esa capa, pero me dijeron te amo y la derrumbaron, nunca creí que esas dos palabritas también me derrumbarían a mi.

Muchas veces duele más un te amo que un te odio.

Sentimientos tan diferentes pero a la vez tan iguales, que viven constantemente en una lucha.

Una pelea interminable entre el corazón y el cerebro.

🍁🍁🍁

 

3:40 Am.

 

No puedo dormir y eso es molesto.

 

Me había pasado antes pero esta vez fue con más intensidad.

 

Salgo al patio trasero y me siento en el borde de la piscina que se encuentra a la mitad de este.

 

Saco un cigarrillo y me permito relajarme mientras observo la naturaleza a mi alrededor.

 

El canto de los grillos y la luna siendo la única luz que me ilumina.

 

Observo su reflejo en el agua y me parece tan hermoso, siempre me llamo la atención la luna, es tan extraña y hermosa.

 

- ¿Que haces despierta?

 

Giro la cabeza y me encuentro a Andrew saliendo de la casa con su ceño fruncido.

 

- No tenía sueño. - vuelvo a concentrar mi vista en el agua cristalina mientras ihnalo de mi cigarro. - ¿Y tú?

 

- Baje por un poco de agua, no sabía que fumabas.

 

Sonrío melancolicamente recordando cuando comenzé a hacerlo.

 

- Hay muchas cosas que no sabes de mi.

 

- ¿Y son malas?

 

- Algunas.

 

Me quita el cigarro y lo lleva a sus labios.

 

- Cuando conocí a la madre de Alice deje el mal habito de fumar pero ahora que ella no esta ¿quien me prohibe hacerlo?

 

Decido no responderle y cuando él me pasa el cigarrillo nuevamente vuelvo a ihnalarlo.

 

Se nota que amaba demasiado a su ex mujer.

 

- ¿Como fue?

 

- ¿El que?

 

- Perder a la persona que amabas. - lo miro a los ojos.

 

- Duro, creí que mi mundo se derrumbaban pero vi los ojos de mi hija y me di cuenta que ella era todo lo que mi vida necesitaba, ella iba a ser mis te amo de todos los días.

 

Sonrío.

 

Ese amor de padre solo lo vi en una persona: en mi propio padre.

 

Es un amor tan puro que ni miles de malos entendidos pueden llegar a romperlo.

 

Un lazo que ni millones de tijeras pueden romper: el amor de padre e hija.

 

Y allí me quede, al lado de mi jefe, fumando mientras observabamos el reflejo de la luna en el agua cristalina de la piscina.

 

No fue hasta que la luna se oculto y apareció el sol que decidimos ir a dormir o al menos a intentarlo.

 

No dormir en toda la noche es una muy mala idea.

 

Creanme.

 

Me observo en el espejo y dos hermosas ojeras adornan mi palido rostro.

 

Malditas.

 

Intento taparlas con maquillaje pero es casi imposible hacerlo.

 

Suspirando me rindo y salgo del baño para luego salir de mi habitación, al pasar por la de Alice escucho voces por lo que me quedo allí parada escuchando.

 

- Te amo, mi luz, mi sol y mi luna.

 



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En el texto hay: besos, amor, odio

Editado: 08.10.2021

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