Ayuda Millonaria

21 | Error

Andrew Kouzouni

 

No hay caso.

 

No se que demonios me esta sucediendo ¿me estaré volviendo un viejo verde atrevido?

 

Vuelvo a observar la hora.

 

04:24 AM

 

Desistiendo de mis pensamientos me levanto de la cama, poniendome mis pantuflas salgo de la habitación, al pasar por el pasillo observo que la luz de una habitación esta encendida y se nota por debajo de la puerta.

 

Por un instante creo que es de la habitación de Chloe pero al observar bien la puerta me doy cuenta que no, rodando los ojos camino en dirección a la habitación de Aleksi y abro su puerta de golpe.

 

- ¿Se puede saber que haces aún despierto?

 

- Eso deberia preguntarte yo a ti.

 

- Espero no estes viendo porno desde mi ordenador, de lo contrario te cortare las bolas.

 

- No lo hago ¡estoy hablando con la chica que me gusta! Ya vete.

 

Suelto una risa y salgo de la habitación, no sin antes apagar la luz.

 

Comienzo a bajar las escaleras y al llegar a la cocina logro ver a aquella muchacha de ojos azules que me tiene aqui despierto.

 

Para que sepan porque me he despertado: he tenido un sueño un tanto... lujurioso con la niñera de mi hija, algo muy extraño y peor aún, desperte con una erección.

 

¡Por dios! Si ya no soy un adolescente.

 

No me pueden estar pasando estas cosas joder.

 

- ¿Tampoco puedes dormir? - me pregunta.

 

- No... malos sueños ¿y tú?

 

- Lo mismo.

 

Espero que los mismos malos sueños que tuve yo.

 

¿Quieres agua?

 

- Por favor.

 

Me siento en la silla de la cocina mientras ella llena un vaso de vidrio de agua fresca, agua que necesito mucho después del sueño que he tenido.

 

- Ten.

 

- Gracias.

 

Despues de entregarme el vaso se dispone a irse pero, no se porque, la detengo.

 

》¡Espera!

 

- ¿Si?

 

Me observa esperando una respuesta de mi parte, sus ojos parecen tan enormes en esa pequeña cara que tiene y sus labios se ven muy apetecibles.

 

Mi vista sigue fija en sus labios, no son los mas carnosos pero les juro que tienen algo... Chloe pasa su lengua por ellos, y yo juro que ya no puedo más.

 

Mis labios se juntan a los de ella, quien parece sorprendida por mi pequeño arrebato pero no me empuja por lo que lo tomo como una aceptación y comienzo a moverlos, al cabo de un rato ella hace lo mismo.

 

Mis manos viajan a su cintura y la pego más a mi, ella envuelve sus brazos al rededor de mi cuello y ahí es cuando el beso comienza a volverse un poco más intenso, nuestras lenguas ya se encontraron y comienzan una danza entre ellas.

 

Alejo mi rostro del suyo por un momento en búsca de aire y la observo, aún esta con los ojos cerrados, sus labios se encuentran algo hinchados y entre abiertos, vuelvo a besarla.

 

De repente me veo separado completamente de ella, sus labios ya no acarician los míos, abro los ojos y la veo irse de la cocina.

 

- ¡Chloe!

 

- Iré a dormir, bajar ha sido un error jefe.

 

《Jefe》

 

Por supuesto, por eso me empujo, soy su jefe.

 

La observo subir las escaleras mientras mi mente no deja de reproducir aquel momento, sus labios son tan deliciosos como se ven.

 

De veras ella para mi no es solamente una empleada.

 

(...)

 

- Entonces, estas serian las ganancias que obtendriamos en un año, la empresa va súper bien, los productos no tardan absolutamente nada en venderse.

 

Asiento a todo lo que sale de la boca de Alejandro, no dejo de pensar en lo sucedido en la madrugada, aún no la he visto ya que no ha bajado.

 

Alice desperto temprano hoy pero mi madre ha dicho que no quiere que nadie despierte a Chloe, que ella se encargaría de mi hija.

 

- ¿Me estas oyendo Andrew?

 

- Si... las ganancias van de bien a mejor, lo entiendo y te felicito, lo mismo sucede con la cede de aquí.

 

- Bien ¿Y que dije sobre los nuevos inversionistas?

 

- Que sus inversiones son muy buenas y estan aportando demasiado al crecimiento de la empresa.

 

- Andrew... no hay nuevos inversionistas, no me estas prestando atención, tú cuerpo esta aquí pero tu cabeza esta en marte.

 

Mi cabeza esta en la chica que duerme arriba, en la habitación al lado de la de mi hija.

 

Tengo que admitir que ni siquiera con Hannah sentí lo que sentí ahora, es como si hubiese sido mi primer beso y ¡por dios! Ya tengo una hija, no puedo estar sintiendome de esa manera.

 

- Señor... - Marco aparece en la cocina.



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En el texto hay: besos, amor, odio

Editado: 08.10.2021

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