Ayuda Millonaria

31 | Inquieta

Chloe Andersson


La voz de Ethan suena a traves de la línea.

- Chloe... ¿que pasa amor? Me asustas.

- Con que amor... tu madre tenia razón, estas acostandote con tu jefe, resultaste ser inteligente, te subestime.

Levanto la mirada hacia Andrew, quiero decirle que no sucede nada pero se me es imposible, no puedo mentirle a él.

- ¿Que quieres Ethan?

- Ya sabes lo que quiero, a tu padre muerto, pero tu madre es una imbecil y fallo en aquel simple paso, ¿dónde esta él mientras tú estas de vacaciones con tu millonario y su familia? ¿muriendose en el coma? Al menos eso espero.

- Mientras tú crees que así es el se encuentra estable, el que tendría que estar en su lugar eres tú maldito desgraciado. - escupo con furia.

- Oye cariño calmate, estará estable solo por un tiempo, disfruta de tus vacaciones... hijita.

- ¿Y mi madre? - corto la llamada. - maldito infeliz. - arrojo el móvil fuertemente al suelo.

No supe como ni cuando pero ya tenía a Andrew abrazandome, mi rostro repleto de lágrimas estaba oculto en su pecho.

- ¿Quien era?

No puedo mentirle, no puedo ocultar la verdad.

- Ethan Black, esposo de mi madre y por ende ya sabes como seguramente es.

- ¿También quiere dañar a tu padre?

- Si... papá sabe algo de él, algo que arruinará su reputación pero no comprendo porque aún no lo dijo.

- Quizá lo tienen bajo amenaza. - acaricia suavemente mi cabello. - quizá amenazan contra la vida de alguien importante para él: tú.

Sinceramente no me habia puesto a pensar en el porque mi padre no habia sacado a la luz la verdad de Ethan pero ahora que Andrew lo plantea de esa manera lo veo todo aún mas coherente.

Sea lo que sea que oculte Ethan Black y su mujer que, lamentablemente es mi madre, es peligroso, muy peligroso.

(...)

No he salido de la habitación de Andrew en todo el día, me la he pasado acostada junto con Alice viendo caricaturas mientras su padre atendía unos asuntos de la empresa y también hablaba con Marco para pedirle más información acerca de Ethan.

No me asombraría saber que también mando a investigarme a mi y siendo sincera no me enfadaría porque yo haria exactamente lo mismo si se tratase de la persona que cuidará de mi hija.

A la hora de cenar Andrew se sienta a mi lado en la cama y besa mi frente.

- ¿Bajaras a comer?

- No me apetece, no tengo hambre.

- Tienes que comer preciosa, te hará mal. - besa castamente mis labios pero la manito de Alice lo aleja de mi, ambos bajamos la mirada y ella nos mira frunciendo sus labios. - tranquila hermosa, hay mucho papá para ti. - besa su frente y a ti - me mira.- te traere la comida y comeré junto contigo, elige una pelicula.

Y sin más, sale de la habitación dejandome allí algo aturdida, su forma de ser, su sonrisa y su cariño hacia mi cada vez me deja más encantada.

- ¿Te cuento un secreto Alice? Tu padre me encanta pero shh, no se lo digas, sigue siendo solo tuyo. - le hago cosquillas y ella suelta de esas carcajadas de bebé que me encantan tanto.

Búsco algunas peliculas interesantes en Netflix mientras Andrew se encuentra abajo.

El stand de los besos.

¿Que es eso?

Esta en tendencias por lo que supongo ha de estar buena, aunque prefiero continuar buscando por si encuentro algo mejor.

No me gustaria mirar algo muy cliché con mi novio, se siente extraño pensar eso.

Novio.

- Alec me recomendo esa pelicula. - frunzo el ceño mientras lo observo entrar con una bandeja repleta de comida.

- ¿Cual?

- La de los besos.

Deja la bandeja en la mesa de noche a mi lado y he de admitir que todo se ve delicioso, inclusive hay snacks.

- ¿Pongo esa?

- Si, de igual maneea creo que últimamente nuestra historia es mas cliché que esa pelicula.

Suelto una carcajada mientras él se acuesta a mi lado, coloco la pelicula y pasamos una excelente noche.

Como una familia.

(...)

Unos golpes en la puerta me despiertan, me levanto perezosamente a abrirla ya que Alice y Andrew duermen placidamente a mi lado y no quiero que los despierten.

Amelie y Marie me observan con una enorme sonrisa en su rostro.

- Buenos días hija ¿como amaneciste?

- Bie... - Amelie me interrumpe.

- Es lunes y eso significa día de compras así que date una ducha, vistete y baja a desayunar que iremos al centro comercial.

Sin más ambas desaparecen de mi vista y, creyendo que todo ha sido un sueño vuelvo a acostarme y dormir.

Pero realmente no ha sido un sueño y me doy cuenta de ello en el momento en el que vuelven a abrir la puerta pero esta vez es Andrew quien se levanta a abrir.

- ¿Que quieres mamá? - no escucho lo que le responde Amelie. - Son las ocho de la mañana el centro comercial estará cerrado, esta bien, le preguntaré si quiere. - cierra la puerta y se acerca a mi lado de la cama. - preciosa.

- Creí que habia sido un sueño, ahora me levanto.

- Lo siento, mi mamá y mi abuela son asi. - besa mis labios. - buenos días preciosa.

- Buenos días amor. - envuelvo mis brazos alrededor de su cuello y lo atraigo aún más a mi.



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En el texto hay: besos, amor, odio

Editado: 08.10.2021

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