32 | Felicidad acabada

Andrew Kouzouni

Marco el número de Chloe y al cabo de tres tonos responde.

Son las tres de la tarde y ya ha pasado mucho tiempo.

- Hola preciosa ¿dónde estan?

- Hola bombón, estamos en una tienda de ropa interior ahora, ya nos recorrimos todo el centro comercial.

- Me gustaria ver que ropa interior te compras.

Puedo sentir su sonrisa a traves de la línea.

- Yo se que si, cuando llegue si gustas te la modelo.

- Me encantaria preciosa.

- Oye, tengo hambre, tu abuela nos ha llevado a un lugar dónde venden comida vegetariana y me he quedado con muchisima hambre, necesito unas hamburguesas enormes.

- Cuando vengas te preparo unas hamburguesas, trata de convencerlas de venir pronto.

- Creo que reventará tu tarjeta de credito, yo me compré lo minimo posible a pesar de las quejas de tu madre pero ella uff ha comprado muchas cosas para mi y para Alice también, de Alice no me quejo pero no habia necesidad alguna de comprarme a mi tanta ropa, ni siquiera la voy a usar.

- Tu gasta tranquila cariño, ya se como son mi abuela y mi mamá y no quieres verlas enojadas, son muy derrochadoras de dinero.

- Bien ¿sabes? Olvida de hacerme hamburguesas, llegaré, alistaré a Alice y nos iremos a Mc Donald's ¿que tal? Un gran plan.

Suelto una risa inevitable.

- Por supuesto mi amor, y no te preocupes por Alice, la alistaré yo.

- Andrew... no sabes ni siquiera cambiar un pañal.

- He aprendido.

Hablamos un poco más y al final colgamos ya que mi mamá queria mostrarles una tienda nueva.

Salgo del despacho que hay en la casa y me dirijo a la sala dónde mis hermanos armaron una pequeña cama en el suelo y estan jugando con Alice allí.

- No puedo creer que esten tanto ensima de mi hija, dejenla tranquila. - me siento en el sofá y enciendo la televisión.

- Nos perdimos la mayoría de su vida, dejanos en paz. - habla Alan.

- Mira todos los juguetes que le compro Alejandro. - dice Aleksi señalandome el rincon.

- Hoy cumple cinco meses y hay que darle obsequios.

Cinco meses, mi pequeñita hoy cumple cinco meses.

Son cinco meses de la muerte de Hannah, dos meses desde que Chloe llego a nuestras vidas.

- Oh no ¿lo olvidaste? Que mal padre eres Andrew. - habla Adrien tomando a Alice en sus brazos.

- No, no lo olvide realmente.

En realidad si lo hice.

Soy un muy mal padre.

- Bueno, ¿y que le regalarás? - sigue Alan.

- Cuando Chloe llegue de su paseo con mamá y la abuela iremos a Mc Donald's y luego daremos un paseo por la ciudad.

- Como una familia. - sonríe tierno Alejandro.

Indudablemente sonrío, sonrío porque estoy feliz de lo bien que estoy, de lo libre que me siento después de tantas cosas malas que pase en mi vida, porque Chloe me trajo felicidad, ya tenía a mi hija que me hacia muy feliz pero ella... ella mejoro todo.

Papá se encuentra trabajando en la empresa y recibo una llamada de él al cabo de una hora informandome que mamá lo llamo y que en una hora más estarian en casa por lo que les pido a mis hermanos que me ayuden a bañar a Alice.

Y aca estamos.

En el baño principal de la casa, dónde apenas y entramos todos, tratando de bañar a mi hija.

- ¡Eso no le pongas! ¡es gel! - le grita Alec a Adrien.

- ¿Y que le pongo?

- El shampoo para bebé.

- ¿Y cual es ese?

- Ese que tiene una princesa en el envase.

Adrien toma el envase y vuelva un poco en sus manos para después pasarlo por el pelo de mi bebé.

Cuando ya se forma una espuma considerable le enjuagamos con cuidado de que no le caiga shampoo en los ojos.

Al terminar de bañarla la envuelvo en una toalla y la tomo en mis brazos llevandola hacia un lugar comodo para comenzar a vestirla, cuando ya se encuentra vestida llega el peor momento.

Peinarla.

Nos miramos entre todos.

- ¿Quien sabe peinar bebés? - pregunta Aleksi.

- Yo no. - responde Adrien.

- Yo tampoco. - Alejandro.

- Yo tampoco. - Alan.

- Yo tampoco. - Alec.

- Yo menos. - respondo.

- Por suerte yo si sé peinar. - dice Chloe entrando en la habitación.

- Cuñadita, hubieses llegado cuando la estabamos bañando, todo es un desastre y él, quien es su padre sabía menos que nosotros.

Chloe se ríe y se acerca a mi para arrebatarme a Alice.

- Ve encendiendo en auto que nosotras ya vamos.

- Esta bien. - beso castamente sus labios y salgo de ahí, cuando voy por la sala observo al guarda espalda de mi mamá entrando miles de bolsas a la casa. - fue un largo día ¿no es así Robert?

- Si señor Andrew, y todo esto le compro la señora Amelie a la señorita Andersson.

- Ya veo, dejalas aquí que cuando volvamos las subo a nuestra habitación.

- Por supuesto que no señor Andrew, es mi trabajo.

Sin más se adentra en la casa dejandome en la entrada completamente confundido, bajo los pocos escalones y luego me dirijo al garaje para tomar uno de los tantos autos.

Opto por el jeep ya que es más grande y más familiar.