Ayuda Millonaria

36 | Por sobre todo

Andrew Kouzouni


Siento el sonido de mi corazón palpitando fuertemente en mis oídos mientras espero una respuesta de parte de mi familia.

Mi hija es la persona más importante de mi vida, pasaria por sobre todos con tal de que ella no salga lastimada.

- Estabamos en el parque jugando, ella se veía feliz y yo estaba feliz por verla de esa manera, le habia comprado unos juguetes que vendian en una feria que se habia hecho en el parque cuando de la nada una camioneta polarizada negra se aparco, a plena luz del día, normal, muchos autos pasan por ahí.

》Pero de ella bajaron unos hombres totalmente trajeados de negro y se acercaron a nosotros, instantaneamente tome a Alice en mis brazos e intente levantarme del cesped para salir de allí pero uno de los tipos me alcanzo y me golpeo, mientras me golpeaban aprovecharon de arrebatarme a Alice.

》Te juro que corrí detrás de esa camioneta Andrew, te lo juro, grite ayuda y parecía que nadie me quería ayudar, entre en panico, no sabia que demonios hacer, tome el auto y salí a dar unas vueltas por dónde se habia ido la camioneta pero no logré divisarla, el abuelo esta indagando en las camaras de seguridad de esas zonas, la encontraremos.

》Y no hace falta que digas nada, me odio lo suficiente en estos momentos.

Maldita sea.

Realmente ¿todo esto me estaba pasando a mi?

Todo parecía ir tan normal, tan bien, marchando sobre ruedas, pareciendo una familia y ahora... ahora no teniamos a lo que nos convertía en una familia, un vacio se instalo en mi pecho, ese vacio que la única persona que lo ocupa es mi hija.

El vacio por no tenerla y el ahnelo por encontrarla.

Observo a mi lado, aún no he pronunciado palabra alguna, sé que si lo hago, no seran cosas buenas y no quiero herir a nadie de mi familia, ellos no tienen la culpa, pero ¿quien quiere a mi hija? ¿quien la tiene? Y ¿por qué?

Chloe luce tan palida que creo que se va a desmayar, su cuerpo esta temblando ligeramente mientras lágrimas salen de sus ojos y corren por sus mejillas, no hay expresión alguna en su rostro, simplemente se muestra neutra, sin sentir nada pero por dentro sintiendolo todo.

Sé que le duele como a mi pero... maldita sea no voy a descansar hasta encontrar a mi hija.

Chloe sale corriendo de la sala en dirección al patio trasero, mi madre va con ella también siendo un mar de lágrimas.

- ¿Dónde esta el abuelo? - intento pronunciar esas palabras correctamente, sin titubear pero mi voz se entrecorta al final, tengo un nudo en la garganta.

- En mi despacho. - me responde mi papá y cuando me estoy acercando al pasillo una mano en mi hombro hacen que me voltee.

Mi padre me observa triste y me envuelve en un fuerte abrazo, trasmitiendome paz y seguridad, le devuelvo el abrazo, enterrando mi cabeza en su cuello permitiendo que las lágrimas salgan.

No voy a preocuparme por si me juzgan por llorar, soy un hombre, sí, pero un hombre que perdió a su pequeña hija que ni siquiera tiene un año de vida.

Quien la tiene quizá no sabe ni siquiera como cuidarla, como tratarla, con que alimentarla y de que manera, la descuidará.

- Tú eres fuerte hijo, pasaste por muchas cosas y lograste superarlas, esta vez, la encontraremos, todos juntos, somos el clan Kouzouni, nunca te dejaremos solo, nos tocan a uno...

- ... nos tocan a todos. - completo aquella frase cliché que nos dice desde que somos unos niños, aunque esa frase sea muy típica, la usamos y nos sirve, nunca sufrimos de agresión escolar gracias a eso, habian veces que querian golpearnos pero siempre estabamos ahí para respaldarnos.

Y todavía estamos, estan ellos aquí para no darme la espalda, para darme un abrazo.

Un abrazo con mis cinco hermanos y mi papá es un tanto incomoda, somos muchos.

- Vamos con el abuelo. - Alejandro me abraza por los hombros y comenzamos a caminar en dirección al despacho dónde se encuentra mi abuelo, lo encontramos hablando por telefono con mi abuela a su lado apoyando su cabeza en su hombro, mirando a la nada con profunda tristeza.

- ¡He dicho que es mi visnieta de quien estamos hablando! Traeme esas malditas cintas de seguridad Gregory de lo contrario no creo que quieras quedarte sin empleo. - cuelga el telefono y levanta su mirada hacia nosotros, aún enojada, sus ojos se suavizan al verme a mi. - Hijo, la enontraremos, Gregory será un idiota pero tendré esas cintas de seguridad y encontraremos a Alice.

Mi abuela se levanta de la silla en la que se encontraba y se abraza a mi dejando que sus lágrimas fluyan, acaricio suavemente su espalda mientras ella continúa llorando.

》He perdido rastro de la camioneta negra en una calle dónde las cintas de seguridad no pueden ser hackeadas simplemente de una Macbook, necesitaba materiales más explicitos a la hora de hackear, materiales que consigue solamente el imbécil de Gregory.

Mi abuelo se hace el imbecil pero no lo es en absoluto, le gusta la tecnologia, sabe más de eso que yo inclusive, Gregory Hilton es el mejor amigo de mi abuelo, es unos años más joven que él pero nunca dejan de no tener respeto hacia ninguno.

Yo se que si ellos la encuentran, les deberé la vida, por mi hija, le entrego la vida a cualquiera, inclusive al mismisimo diablo.



#852 en Novela romántica
#296 en Otros
#119 en Humor

En el texto hay: besos, amor, odio

Editado: 08.10.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.