¡ayuda! Por favor, encuéntreme

Capítulo 4 Yo soy el problema, siempre soy yo.

¿Quieres conocerme? ¿Quieres saber cómo soy?

No puedes, no debes. Aléjate de mí, es lo mejor para ti

Mira que soy un tornado y tú también eres caos

¿Cómo podría funcionar lo nuestro?

No, no va a funcionar estamos destinados a fracasar

 

Seis meses antes.

Miro la lluvia caer y mojar la tierra, miro como moja con fuerza las hojas de los árboles y sus ramas. Como los pájaros se refugian. Veo como la lluvia golpea con fuerza contra el vidrio de la ventana. Me gusta mucho la lluvia, es tan relajante. Pero me da miedo la tempestad, mucho miedo. Cuando hay tempestad corro al cuarto de mi mamá y duermo con ella, es patético lo sé, pero no puedo evitarlo. A pesar que en el cuarto de mi mamá se reflejan más los relámpagos y rayos, me siento mucho más segura ahí que en mi habitación.

-Sigues sin responder mi pregunta-me dice Jared.

Escucho como toca una suave melodía en su guitarra. Ama esa guitarra, a veces cuando discutimos y me hace enojar mucho lo amenazo con destruir esa guitarra, la cara de horror que pone me da mucha risa a pesar que en ese momento no me rió.

-No-le digo.

Saco un cigarrillo de mi chaqueta café y el encendedor que Alex me regalo. Pongo el cigarrillo entre mis labios y lo enciendo. Sigo mirando la lluvia mientras escucho como Jared deja de tocar su guitarra.

-¿Por qué no? Acaso te avergüenzas de mí-suena muy molesto pero no me importa.

No le digo nada y sigo mirando la lluvia, no estoy de humor para discutir. Él camina hasta mí y me gira bruscamente, lo empujo con mis manos y él a penas se mueve. Me quita el cigarrillo de los labios y lo tira al piso. Lo miro molesta.

-Te avergüenzas de mí ¿Por qué?

Paso una mano por mi cabello y lo miro como si fuera obvia la respuesta. Escucho como la tetera empieza a silbar y empiezo a caminar hasta la cocina pero él me detiene.

-¿Por qué?-me vuelve a preguntar.

Cierro los ojos un momento y tomo aire.

-No vas a conocer a mi mamá.

Me mira serio.

-¿Por qué?-me pregunta.

Me cruzo de brazos y fijo mi mirada en sus ojos cafés.

-Porque no me mereces, no te confundas, no estoy contigo porque te amé y lo sabes. Estoy contigo porque me haces olvidar de todo por un momento, porque no quiero estar sola. Es patético, lo sé, pero así son las cosas.-tomo su rostro entre mis manos, le miento, si lo amo-yo no quiero estar sola y tú estás completamente enamorado de mi.-beso sus labios-Eso responde tu pregunta.

Me alejo de él y camino hasta la cocina, saco una taza blanca con un panda y me sirvo un poco de chocolate caliente. Tomo mi taza y camino de nuevo hasta la ventana. Me siento en el mueble y sigo mirando la lluvia mientras bebo mi café. Es tan relajante, quisiera quedarme aquí para siempre.

-¿No me amas?-me pregunta Jared.

Se para junto a mí y mira la lluvia.

-Un poco-le respondo-solo un poco.

-¿Cuánto?-me pregunta.

-Quizás si te amo.

-¿Me quieres más que a Alex?-me pregunta.

No puedo evitar reírme, Jared siempre ha sentido celos de Alex. A pesar que yo nunca he tenido más que una amistad con Alex, pero sé que Alex me ama, pero yo no puedo corresponder esos sentimientos.

-No-le respondo.

-Da igual-dice Jared mientras se encoge de hombros-te acuestas conmigo y no con él.

Me vuelvo a reír.

-¿Crees que algún día pueda conocer a tu mamá?-me vuelve a preguntar.

Murmuro una maldición.

-No, deja de preguntarme lo mismo, me estás haciendo enfadar.

-Llevamos saliendo desde hace seis meses-me grita-es tiempo que la conozca. Eres la primera novia que tengo, quiero…

Le hago una seña para que no siga.

-Y debería sentirme alagada por ser tu primera novia-le digo mientras bebo un poco de chocolate-o debería sentirme alagada por ser tu novia después que te has acostado con todas las chicas del pueblo.

Él trata de no reírse pero fracasa.

-No con todas, quizás con la mitad-me mira a los ojos y deja de sonreír-llevamos seis meses juntos, quiero conocer a tu mamá.

Niego con la cabeza.

-Si el que me haya acostado contigo significa que debas conocer a mi mamá, también la debería de conocer aquel guitarrista o mi compañero de la universidad, incluso mi profesor de penal.

Me pongo de pie y camino hasta la cocina. Dejo la taza en el mesón. Escucho las pisadas de Jared.

-¿Te has acostado con ellos?-me mira con una ceja alzada.

Cierro los ojos y niego con la cabeza. A veces cuando me enojo con alguien mi mecanismo de defensa es hacerlo sentir mal para que me deje en paz pero con Jared eso no funciona.

-Jared, ¿Por qué te gusto?-le pregunto mientras lavo la taza-no entiendo porque sigues aquí conmigo. Si yo estuviera en tu lugar, hace mucho que me hubiera dado por vencida.

-Sí, ese es tu problema, te das por vencida ante el primer problema. La vida es difícil, Alice, no puedes tirar la toalla solo porque las cosas no van como tú quieres.




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