Ahora estoy aterrada mirando a todos lados
En busca de alguien que me de la mano
Siento que estoy luchando en vano
Mis propias lágrimas me están ahogando
Y mis ganas de vivir se desvanecen en mis manos
En la actualidad.
Jared abre la puerta de la cabaña y deja que mi mamá y mi hermana entren. Veo como mi mamá mira todo a su alrededor y se detiene a mirar el piano. Jared le dice que yo solía sentarme a tocar el piano por horas, que a veces solo venia y me sentaba a tocar el piano o ver la lluvia caer. Mi mamá revisa las partituras que están en el piano y sonríe, le dice algo a Jared sobre el piano. Quien diría que un día mi mamá y Jared se terminarían conociendo.
-Alice-me llama mi hermana, pero no hay respuesta.
Lo sabía, no estoy aquí. Estoy en el puerto, ellos deberías ir al puerto. El puerto está lejos, les tomara una hora y media, deberían irse ahora y no seguir perdiendo el tiempo aquí.
Mi mamá abre el sobre que le entrego Jared y lee la carta. Solo hay una palabra escrita en aquel pequeño pedazo de papel arrugado.
-Perdón-lee mi mamá.
Parece que fue lo único que me anime a decirle, quizás y si escribí una carta pero me sentí avergonzada y al final la rompí, la queme o sabe Dios que hice con ella y lo único que deje fue esa palabra en aquel pedazo de papel. Una palabra que puede parecer tan insignificante pero encierra todo lo que trato de decirle y lo único que quiero pedirle.
-Perdón-le digo aunque ella no me pueda escuchar-perdón mamá.
Mi mamá no deja de mirar aquel papel y acaricia mi letra. Es lo único que siente que le queda de mí, aunque no es así, aún estoy aquí. Tratando que me encuentre y que pueda salvar mi alma destrozada, tratando de poder volver a casa y obtener una segunda oportunidad para hacer las cosas bien, para decirle todo lo que he venido guardando y ocultando, para dejar atrás aquella vida llena de mentiras y engaños.
-Siempre cantaba need you now, no sé porque, varias veces le pregunte y nunca me decía la razón.-le dice Jared mientras abre la tapa del piano y empieza a tocar unas teclas al azar.
Pongo mi mano sobre la suya.
-Porque fue la música que estaba sonando la noche que nos conocimos.-le digo.
Cuando lo vi aquella noche en el bar estaba empezando a sonar esa música. Siento que esa es nuestra música, por eso me gustaba cantarla con él, debí decírselo. Tenía que decirle que él es muy importante para mí. Que todavía guardo aquella cadena que me dio después de darnos nuestro primer beso, que guarde todos los boletos de cine, todos los boletos de los conciertos a los que fuimos. Que guarde aquel papel donde me dio su número, que quería llamarlo enseguida pero me espere una semana para hacerme la interesante. Que me gusta la forma que dice mi nombre, que me gusta su risa, su mirada dulce y la forma que me mira cuando está molesto. Como me abraza y me siento tan pequeña en sus brazos. Debí decirle que lo amo, más de lo que él piensa y mucho más de lo que yo quisiera pero no como él se merece, mi amor no es suficiente. Que no se lo dije porque tenía miedo que me rompieran el corazón otra vez, porque no podría soportar perderlo, como perdí a alguien hace tiempo. Debí decirle todo eso y no mentiras para proteger mi corazón, no debí destrozar su corazón para salvar el mío.
-Tiene una voz hermosa-dice mi hermana.
Estaba tan distraída que no vi a Jared poner una grabación mía donde estoy cantando suelta mi mano de sin bandera.
-Venia y cantaba, se paraba frente a la ventana y miraba la lluvia sin decir nada. Tocaba el piano, le gusta mucho tocar el piano. La veía llorar mientras cantaba, mientras estaba parada en aquella ventana recordando algo o pensando.
Mi mamá lo escucha, puedo ver que está muy interesada en lo que Jared dice, es normal, para ella es nuevo todo lo que él dice, está sorprendida y seguro no entiende que es lo que pasa, lo que me pasaba a mí. Quizás ahora se culpa por todo y no debería ser así, esto es solo mí culpa.
-No está aquí-dice Madi.
No, no estoy aquí, estoy en el puerto. Deberían ir al puerto, siento que se me acaba el tiempo.
-¿Crees que volvió?-le pregunta mi mamá a Jared.
Él niega con la cabeza y se encoge de hombros.
-Ella siempre cumple lo que dice, pero últimamente ha estado tan extraña, nuestra última conversación fue muy rara.
-¿Que te dijo?-le pregunta mi mamá.
-No puedo decirle, es privado.
Sonrió mientras veo como él camina hasta la ventana y mira el paisaje que yo tantas veces admire.
-Tiene un gran corazón-le dice mi mamá a Jared mientras ve una foto mía con un pequeño pajarito con el ala rota.-siempre estaba ayudando a los demás y nunca lo decía. Una madrugada la descubrí dándole de comer a unos perros de la calle, ella apenada me confeso que lo hacia todas las noches, no la regañe ¿Cómo podría hacerlo? Ella tiene un gran corazón. Liberaba a los pájaros que yo compraba porque no le gusta ver animales encerrados, es por esa razón que no le gustan los zoológicos.