¡ayuda! Por favor, encuéntreme

Capítulo 14 Lo que no te mata te hace más fuerte.

Solo sigue aferrándote un poco más

Cierra los ojos y no dejes de luchar

Estoy aquí buscándote y juro que te voy a encontrar

Solo no de des por vencida todavía

Por favor, solo sigue aferrándote a la vida

 

En la actualidad.

Es extraño como suceden las cosas, a veces esperas tanto un momento y te termina decepcionando, nunca ese momento que tanto esperas es como lo imaginaste, nunca termina llenando tus expectativas. A veces te despiertas y piensas que un día será normal y te termina sorprendiendo, ese día que creías común a veces termina siendo inolvidable. Siempre me ha parecido extraño como pasan las cosas, a veces es mejor no planear tanto, yo siempre he sabido eso pero me cuesta no pensar mucho en ciertos temas como en mi muerte, llevo mucho tiempo pensando en mi muerte, en que día y en qué momento sería perfecto para morir. Y me resulta extraño pensar en eso ahora mientras veo como el cielo se empieza aclarar aquí sentada en el columpio donde tantas veces me columpiaba cuando era niña. En este momento donde me encuentro perdida, donde nadie me puede ver o escuchar, deseando que me puedan encontrar y así poder recordar que paso, que me llevo a desaparecer así. Ya no quedan muchos lugares que recorrer, pero estoy segura que estoy en el puerto, mirando el agua o el viejo vote que siempre está amarrado junto al muelle, un viejo vote sucio que siempre está en el mismo lugar moviéndose suavemente esperando que su dueño lo venga a buscar, siempre que lo veo me pregunto de quien será y porque lo dejo ahí.

Me levanto del columpio y empiezo a caminar. Me doy cuenta que estoy en todos lados, en la radio, en la televisión, en el periódico. Todos hablan de la joven de veinte años que fue a una fiesta y desapareció, sacan conclusiones de porque no llegue a casa, todos se equivocan, lo sé, como podrían ellos saber lo que hice si no me conocen, si jamás hablaron conmigo, si no saben nada de mí. No entiendo porque las personas siempre se sienten con el derecho de opinar sobre la vida la vida de los demás, de señalar sus errores. No lo entiendo. Una señora que está comprando en la tienda que está en la esquina habla sobre mí, dice que no estoy desaparecida que a ella le contaron que me fui de la casa con un hombre casado. Que yo llevaba siendo su amante por años. ¿Por qué existe gente así? ¿Por qué ella no piensa en el dolor que está sintiendo mi mamá en este momento? Ella solo está ahí de pie contando una mentira sin preocuparse en las consecuencias que esa mentira conlleva, sin pensar en el dolor que esa mentira puede causar. No quiero seguir escuchando aquella señora así que corro lejos, muy lejos, corro hacia la mitad del bosque, sé que pronto irán al lago a buscarme, pero mi cuerpo no está ahí. Corro hasta que llego a un lugar que llevo tiempo sin visitar, no es uno de mis lugares favoritos pero a veces venia aquí cuando no hay nadie y me sentaba a pensar, de eso ya mucho tiempo. Entro despacio en la iglesia y miro las velas encendidas alrededor, no hay luces encendidas, todo está iluminado por las llamas de las velas que danzan delicadamente. Camino despacio hasta la cuarta banca y me siento. Solía venir aquí con mi mamá casi todos los domingos a misa de ocho de la mañana, a ella le gustaba venir a rezar y pedir por su alma, por mi hermana y por mí. Yo nunca he creído en dios pero siempre he respetado la creencia de mi mamá y endiento que las personas necesitamos creer en cosas, buscar confort y tranquilidad. Mi mamá nunca fue muy religiosa, venía a misa y respetada algunas normas, como la mayoría de creyentes pero un día no sé porque, ella simplemente dejo de ir a misa, dejo de encender una vela amarilla los lunes a la virgen que tiene en su habitación, dejo de rezar cuando algo andaba bien o algo se ponía mal. No sé qué pasó que la alejo de dios pero tuvo que ser algo fuerte, quizás un día algo igual o más fuerte la vuelva acercar a dios. A pesar que yo no creo que exista un dios o que estoy en contra de muchas creencias de la iglesia, no veo nada de malo que mi mamá crea en dios. Levanto mi mirada y observo al cristo crucificado frente a mí y recuerdo las veces que vine a esta iglesia, las músicas, el extraño olor de los inciensos, las imágenes que han ido cambiando con el tiempo y las que se han ido deteriorando hasta estar irreconocibles. Y pienso en mí, en como he ido cambiando con el tiempo, en las personas que he conocido y de quienes ya no recuerdo sus nombres, personas que solo son rostros borrosos y recuerdos fugaces. Pienso en mi familia, en como solo quedamos mi mamá, mi hermana y yo, en como siempre hemos sido nosotras tres contra el mundo. Y mientras veo como un sacerdote sale de alguna parte y camina hasta la tarde de atrás, donde están los instrumentos y canta el coro, el padre enciende un parlante y pone una suave música, triste o al menos yo la siento así, porque me siento triste y nostálgica ahora, porque extraño a mi mamá, porque quiero ir a casa. Porque me recuerda aquellas veces que volvía del colegio y ella me esperaba sentada en la mesa con mi almuerzo listo, en las veces que le dije que la odiaba y que quería que se muriera, recuerdo eso siempre. Era una malcriada, una muchacha tonta y malcriada. Ahora no soy mejor, sigo dando problemas, estoy perdida y mi mamá está ahí tratando de encontrarme, tratando de entender que pasa conmigo.



#13304 en Thriller
#5423 en Suspenso
#7559 en Misterio

En el texto hay: depresion, amor dolor y muerte, amistad y familia

Editado: 01.07.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.