Ana y Aiden se encontraban en la cafetería del hospital. Ella miraba su móvil mientras que él apenas comía la manzana que tenía en sus manos, y en sus mentes surgían varios recuerdos, incluida la primera cita que Aiden tuvo con Olivia.
Fue a mitad del semestre cuando Aiden se dio cuenta de los sentimientos que tenía por ella. Pasaron mucho tiempo juntos desde que trabajaron en el proyecto de historia con sus mejores amigos. Se dio cuenta de que tenían mucho en común, y los temas de conversación entre ellos no se agotaban.
—Deberías invitarla a salir, está claro que se gustan —le sugirió Alan.
—Lo he estado pensando, pero aún no sé —sus ojos se enfocaron en la castaña, quien estaba dibujando en su libreta a unos metros de ellos, mientras su mejor amiga le hablaba.
—Oh, vamos, solo ve y pregúntale.
—Mejor otro día —se encogió de hombros y siguió comiendo su manzana mientras veía su libreta.
—Ahora.
Alan levantó a su amigo y lo llevó a rastras hasta donde estaban las chicas. Los nervios de Aiden crecieron exponencialmente a medida que se acercaban. Una vez estuvieron frente a ellas, ambas dirigieron su mirada a ellos con curiosidad.
—Hola chicos, ¿pasó algo? —preguntó la más pequeña mientras se acomodaba los lentes.
—Hola. Pues Aiden quiere hablar con Olivia, y yo contigo —el chico se acercó a ella y la tomó del brazo, haciendo que se pusiera de pie—. Así que vamos a otro lado, nos vemos chicos.
Y sin dejar que Sofía dijera algo, la arrastró consigo, dejando a los otros dos solos y en silencio. Aiden miraba a su alrededor mientras pensaba en cómo empezar a hablar. Por otro lado, Olivia lo veía con curiosidad mientras esperaba a que hablara, pero pensaba que podía ser mejor que ella hablara primero.
—Te gustaría... —ambos hablaron al mismo tiempo, provocando la risa del otro.
—Tú primero —sugirió el muchacho, mientras calmaba su risa.
—No, habla tú —el corazón de ella latía muy rápido al darse cuenta de lo que le diría él.
—Bueno, quería preguntarte si querías salir conmigo.
Un profundo silencio se formó luego de terminar esa frase. En ese momento, todo a su alrededor desapareció mientras se veían a los ojos, notablemente nerviosos ante esa confesión. Era sabido que a ella le gustaba él, pero había empezado a pensar que no era recíproco, hasta pensó en invitarlo a salir.
—No sabes lo que he esperado por esa pregunta.
Una sonrisa apareció en el rostro de ambos, mientras que todo el nerviosismo se esfumaba, reemplazado por una inmensa felicidad. Sin pensarlo dos veces, él la abrazó con fuerza, haciéndola reír.
—Entonces, el sábado iré por ti —dijo cuando se separaron.
—A las 3.
—Perfecto, estaré allí.
—Te estaré esperando.
Y sin más, ambos tomaron sus cosas para ir a sus respectivas clases.
El sábado llegó sin apuros, y Aiden llegó a casa de Olivia puntual. Estaba tan nervioso que le sudaban las manos y tenía que estar secándoselas en su pantalón. Con la mano temblorosa, tocó el timbre y esperó a que ella saliera.
Cuando se abrió la puerta, el aliento de él quedó atrapado en su garganta al verla. Tenía un hermoso vestido azul claro acompañado de un suéter ligero a juego. En su hombro derecho colgaba un pequeño bolso blanco que combinaba con sus sandalias del mismo color. Su cabello lo traía suelto con algunas ondas que se movían al viento. Estaba hermosa... Corrección, siempre lucía hermosa.
Por su parte, Aiden se veía bastante casual sin lucir desarreglado. Unos jeans negros acompañados de una camiseta verde jade, junto a unas Vans negras, lo hacían ver muy cool, o eso esperaba.
—Te ves hermosa, Olivia —sin pensarlo más, el chico fue el primero en hablar luego de un breve silencio que parecía eterno.
—Gracias. Tú te ves muy bien. ¿A dónde iremos? —la joven cerró la puerta detrás de sí y se acercó a él, denotando emoción.
—Iremos al muelle 39.
—Alguien estuvo investigando sobre la ciudad —ella le sonrió con picardía al escuchar el nombre del lugar.
—Bueno, ya llevo medio año aquí y quiero conocer más. ¿Nos vamos?
—Claro.
Los dos empezaron a caminar hasta el tranvía que quedaba a unas cuadras de allí. Era un viaje algo largo hasta el muelle, y mientras caminaban, disfrutaban de las vistas de la ciudad y hablaban sobre sus vidas.
El día estaba soleado y corría una brisa refrescante que los acompañaba. Ya se habían subido al tranvía y cada uno veía la ciudad. Él descubría cosas nuevas de esta ciudad que lo acogía después de tantos meses de viajes sin parar. Por fin sentía que había encontrado su hogar.
—Amas esta ciudad, ¿verdad? —las palabras de él captaron la atención de Olivia, que estaba embobada viendo la ciudad.
—Aquí nací. He viajado por el país, pero nada se compara con San Francisco.
—Siempre veo un brillo en tus ojos cada vez que hablas de la ciudad. Desde que llegué, eres quien con más entusiasmo me cuenta todo —un leve sonrojo apareció en las mejillas de Olivia al escuchar a Aiden.
—No quiero ser muy pesada con ese tema. Suelo ser muy entusiasta con lo que amo.
—A mí me gusta.
Ambos se miraron en silencio. Él pensaba en cómo había cambiado su vida desde que se conocieron, su mente siempre se llenaba de imágenes de cada momento que pasaron juntos, y en su pecho siempre nacía una inmensa alegría al solo pensar en verse, aunque solo fuera por unos segundos.
—Aiden.
La mente del muchacho dejó de repasar aquellos recuerdos para enfocarse en el presente. En sus manos yacía el tronco de la manzana que había estado comiendo, y su mirada se enfocó en Ana, quien lo miraba preocupada y angustiada por su largo silencio.
—Lo siento, me distraje. ¿Decías algo? —disimuló como pudo y cambió su expresión para tranquilizarla.
—Te decía que debíamos volver. ¿Estás bien?
—Sí, solo me distraje. Vamos antes de que nos busquen.
Ana no estaba tan convencida con la respuesta de Aiden, pero tenía razón. Sabía que si se ausentaban más tiempo, Diego o Jeremy los empezarían a buscar. Ambos se encaminaron de regreso a la habitación de Olivia. Cada uno iba absorto en sus pensamientos. Ella pensaba en lo mal que se veía el chico y en cómo debe encontrarse su amiga, mientras que él pensaba en su novia y en los recuerdos que habían invadido su mente momentos atrás.