Ayúdame a Despertar

CAPITULO 9

Cuando Aiden se calmó, miró a los demás y no recordaba del todo cómo había salido de la habitación. Solo veía a los doctores que hacían lo posible para que el corazón de Olivia volviera a latir. Los sollozos de Laura eran lo único que escuchaba, además de lo que pasaba en la habitación, y lo único en lo que pensaba era que ya era la hora de dejarla ir.

Los minutos pasaron, y solo sabía que los doctores estaban hablando de nuevo con Jeremy y Laura. Se preguntaba si ya era el fin de todas esas visitas al hospital, que se convertirían en visitas al cementerio para ver una tumba llena de flores. No debía pensar así, pero quería prepararse para ello.

—La trajeron de regreso —la voz de Jeremy atrajo su atención, y rápidamente se acercó—. Está viva, pero su diagnóstico es reservado. De nuevo, estará en observación.

—Gracias a Dios. ¿Aiden? —la mirada del chico viajó hasta Diego, quien lo veía preocupado.

—Está viva, es lo más importante —aquellas palabras fueron las únicas que salieron de sus labios. Quería decir más, pero no sabía cómo hacerlo sin que sonara mal.

—Así es, cariño. Debemos tener fe de que se va a recuperar y va a despertar —Ana empezó a acariciar con suavidad su cabello mientras le sonreía con dulzura.

Aiden trataba de mostrar un poco más de emoción mientras, por dentro, sentía que moría lentamente. Le estaba costando estar en ese lugar después de tanto tiempo y tantos altibajos.

A él llegaron los recuerdos del baile de invierno del año pasado. Era el primer baile al que asistía, y aún más con una novia tan hermosa como lo era Olivia. Ella lucía radiante y espectacular con su vestido verde jade. Llevaba el cabello suelto con hermosas ondas cayendo por sus hombros, y en su muñeca tenía un ramillete de flores blancas que combinaban bien con el vestido.

Por su parte, Aiden traía un elegante traje negro con una camisa blanca y una corbata verde jade. Quería ir a juego con su novia y, por ende, eligió la corbata de ese color. Para sorpresa de la pareja, sus amigos asistieron juntos al baile, ambos usando como color común el azul marino. A decir verdad, lucían increíbles juntos, aunque cada cierto tiempo se la pasaban discutiendo por cualquier cosa, provocando las risas de la pareja.

—Deberían dejar de discutir y disfrutar el baile, por algo vinieron juntos —comentó la castaña, quien detenía la discusión que se había formado instantes atrás.

—Lo siento, solo que quiero comer otra rebanada de pastel —se excusó Alan, quien tenía una mirada de reproche por parte de su pareja.

—Y yo quiero ir a tomarme fotos —se quejó ella.

—¿Por qué no vas con Olivia y luego las alcanzamos? —sugirió Aiden, quien ansiaba poder hablar a solas con su amigo.

—Sí, vamos, Sofi.

Sin dejar que su amiga hablara, Olivia la arrastró hasta donde tomaban las fotos, dejando solos a los chicos. Un leve nerviosismo se hizo notar en el rostro de Alan cuando vio a su amigo observarlo fijamente.

—¿Qué pasa, hermano?

—Dime qué pasa entre tú y Sofi —el chico se cruzó de brazos y se puso lo más erguido que podía. El rubio era claramente unos cinco centímetros más alto que Aiden.

—No pasa nada entre nosotros —la mirada de Alan viajó por todo el salón, escapando de la mirada profunda de aquellos ojos azules que buscaban respuestas.

—Entonces, ¿por qué evades mi mirada?

—No lo hago.

—Mírame y dime qué traes con la mejor amiga de mi novia.

Con mucha dificultad, Alan enfocó la vista en los ojos de Aiden. Al ver lo nervioso que estaba, el castaño no dudó en pensar que su amigo tenía fuertes sentimientos por aquella chica de cabello rizado y gafas.

—Bien, me rindo —soltó un suspiro y se dejó vencer ante aquella mirada—. Me gusta Sofi.

—¡Lo sabía!

—La invité al baile para pedirle que sea mi novia, pero no sé cómo decirle, y cada vez que lo intento, terminamos discutiendo.

—Llévala a bailar cuando empiece una canción lenta y se lo dices —le sugirió el castaño.

—De acuerdo.

Los siguientes minutos los pasaron en una sesión de fotos. Los cuatro no paraban de hacer distintas poses y tomarse fotos en parejas. La estaban pasando bien hasta que el DJ puso una canción lenta. Aiden le hizo una señal a su amigo, mientras él tomaba a su novia y la llevaba a la pista de baile. Él también quería hacer algo importante esa noche: darse el primer beso de novios.

No sabía cómo, pero durante su primer mes de noviazgo, no se habían dado ni un solo beso, lo que parecería muy extraño para los demás, pero era algo muy normal entre ellos dos. Él había decidido que ya era tiempo de hacerlo.

—¿Qué traen Alan y tú? —la voz de la chica lo sacó de sus pensamientos. Ambos se mecían al ritmo de la música.

—A él le gusta ella, tenías razón —la sonrisa de la chica se volvió aún más grande ante esas palabras, mientras que el corazón de él latía con fuerza.

—Sabía que ese par terminaría junto, me alegro mucho por ellos.

—Yo igual.

Ambos se acercaron más, él sentía ese impulso que necesitaba para juntar sus labios con los de ella, su cuerpo empezaba a temblar y sus labios reclamaban aquel roce tan dulce que siempre había anhelado. Sin pensarlo más, se acercó a ella y la besó. Las miles de sensaciones que sentía eran indescriptibles, una combinación de euforia, felicidad, emoción, nervios y ansiedad. Había empezado una adicción hacia aquellos labios que deseaba nunca acabar. Solo quería sentirlos sin más, pero había algo que le impedía prolongarlo más: el oxígeno.

Cuando se separaron, lamentó el hecho de que necesitaban respirar. Aquel beso lo había dejado anonadado, y sus labios pedían más. Pudo ver que un leve sonrojo se había formado en las mejillas de ella, que lo miraba con una sonrisa. Sabía que ella había sentido lo mismo que él con ese beso.

Por un instante, aquellas sensaciones volvieron a su cuerpo como aquel día, pero ahora no podía sentir aquellos labios que lo embelesaban. Ella se había convertido en la bella durmiente, y por más que la besara un millón de veces, no despertaba. Sabía que ya estaba llegando aquel tiempo límite que daban los doctores a una persona cuando entraba en coma, aquel punto en el que la persona despierta o no vuelve a hacerlo más.



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En el texto hay: tragedia, amor, recuerdos

Editado: 27.07.2025

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