Azar

Capítulo 24

Aura 

Hay días buenos, días malos y días que no son ninguno de los dos anteriores. Hoy es uno de esos días malos, de esos en los que me levanto sudada y con lágrimas bajando por mis mejillas, recordando la sensación de andar. Cuando sueño cosas así, que me recuerdan lo que he pasado, sé que va a ser un mal día o que es un día especial pero no de los buenos. En este caso es uno de esos días especiales que desearía no existiese.

Al bajar a la cocina me despido de todos, mis padres ni siquiera me preguntan, solo con verme saben a donde voy en un día como este. Le mando sin mucho ánimo un mensaje a Asher, no quiero que se preocupe al no contestar sus llamadas.

Yo: Voy a pasar el día con Marie, estaré ocupada.

Asher: Okey, hablamos por la noche. Pásalo bien.

Sonrío levemente aunque sé que en un día como hoy voy a ser incapaz de pasarlo bien. Mientras voy en el coche le mando un mensaje a Liam para saber si está ya o no en el apartamento de nuestra amiga. Mason me manda un mensaje para saber porque no me despedí de él como es costumbre y solo le contesto con un "llevo prisa". 

Al llegar al apartamento Liam todavía no me ha contestado, no le doy mucha importancia y bajo del coche para luego abrir todas las puertas con las llaves de respuesto que me dio Marie. Para no invadir su privacidad en exceso, llamo a su puerta antes de abrir, solo para avisarle de que ya llegué.

Paso con cuidado con la silla de ruedas a pesar de que el apartamento de mi amiga está preparado para alguien con mi condición. No llamo y entro directamente a su cuarto. Todo está muy oscuro sin embargo puedo escuchar sus sollozos. Me acerco hasta la cama y me subo a ella haciendo fuerza con mis brazos. Nada más estar arriba Marie abraza mi cuerpo, se pega buscando mi apoyo mientras yo acaricio su espalda.

No sé bien cómo se siente, solo puedo saber cómo se siente el profundo dolor que experimenta. Ese dolor desesperante que llevamos años experimentando juntas.

— Estoy aquí Marie.

— Quiero a mi bebé Aura, quiero oler su olor infantil.- llora con desesperación.- Quiero ver sus ojos oscuros mirarme como si fuera su todo, quiero a mi bebé Aura. Solo lo quiero a él.

— Lo sé Marie, sé que lo quieres.- beso el alto de su cabeza.- Y lo tienes, en tu cabeza y en tu corazón.

— No, yo lo quiero aquí, conmigo. No quiero que él me cuide desde el cielo.- el dolor en sus palabras desgarra mi corazón.-  Yo debería ser quien lo cuidase desde el cielo, ¿Por qué se fue antes? No es justo Aura.

— No lo es Marie, es demasiado injusto lo que te pasó y lo que le pasó a Nataniel.- ella solloza aún más fuerte al escuchar el nombre de su hijo.

Sigo consolando la, nada de lo que pueda decir o hacer hoy conseguirá calmarla.

Escucho la puerta de la entrada abrirse, la única persona a parte de mi con llaves de este apartamento es Liam. Al poco lo veo entrar y en silencio se acuesta con nosotras y abraza con delicadeza a nuestra chica de oro. 

Amo a Marie con todo mi ser, no hay nadie en este planeta a quien quiera tanto, debería decir que no la amo más que a mis padres pero con Marie tengo una conexión que no tengo con el resto del mundo y eso la hace especial. Y verla tan mal, aunque sea algo que pasa todos los años, me quema, me duele demasiado pero debo ser fuerte por ella. Marie siempre es fuerte por mí y hoy debe ser al contrario.

— Chicos, quiero ir a ver su tumba.

— ¿Estás segura?- pregunta Liam con miedo.

— Si, quiero hacerlo. - me mira.- Quiero ver su tumba, no la he visto desde que murió.

— Entonces vamos.- le digo con tranquilidad.- ¿Trajiste tu coche?

— No, Mario se lo llevó.

— Llama a Asher.

— ¿No te importa que él lo sepa?- ella niega.- Yo no le he contado ni lo mío.

— Da igual, llámalo.- asiento, no quiero llevarle la contraria.

Tomo mi teléfono y busco el número de Asher, después de dos tonos me responde al teléfono.

— Asher, ven al apartamento de Marie.

— Ni un hola.- se ríe aunque yo no quiero reír.- No ríes, debe ser importante, mándame la dirección.

Le mando la dirección rápidamente y después cuelga para no tardar más tiempo. Mientras él llega, nos bajamos de la cama, eligo la ropa y luego le damos su privacidad a Marie. Ella sale quince minutos después, no siendo ella misma. Odio verla tan apagada.

Mi teléfono suena, veo el nombre del padre de Marie, Richard. Lo cojo de inmediato, debe de estar bastante afectado también, Nataniel era su nieto.

— Señor Bonnet, ¿Puedo ayudarle en algo?

— ¿Estás con Marie?

— Si, no debe preocuparse.

— Si pasa cualquier cosa me llamás.

— Por supuesto.

Cuelgo y sigo esperando un mensaje de Asher, cuando lo hace bajamos, me sonríe y me da un leve beso. Todavía estamos en la fase de la citas pero añadimos los besos a la ecuación. Él mira a Liam con desdén y luego a Marie la mira con una enorme preocupación.

— ¿Está bien?

— Ahora entenderás porque se ve tan mal.- le devuelvo el susurro.- Subir al coche, ¿Me ayudas?- él me sonríe y lo hace.

Al subir Asher me mira esperando a que le diga dónde tiene que llevarnos. Suspiro y me quedo callada por un largo rato.

— Al cementerio del centro.- él abre mucho los ojos pero se pone en marcha.

Encontramos rápido un sitio para aparcar el grande coche de Asher y después de que me ayude a salir del coche entramos al cementerio. Suspiro, yo sí he venido varias veces a ver la tumba del pequeño y me encargo de que su lugar esté limpio y con flores.

Me paro delante de su tumba, al igual que lo hacen el resto. Marie se agacha y llora sobre la pequeña tumba, todavía recuerdo cuando me dijo que su tumba no tenía frase y la anime a poner algo, aunque fuese solo una palabra. Al final Marie eligió la frase "Te amo", sencillo pero perfecto.




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