Azar

Capítulo 26

Aura

Descanso en el hotel mientras Asher termina de trabajar un poco. Intento entretener mi cabeza y no pensar en mis mejores amigos que ahora están más enfrentados que antes. No sé que le hizo pensar a Marie en volver a Estados Unidos pero como le dije la primera vez, no me parecía lo más adecuado cuando la herida no ha sanado aún. Sin embargo, ella es adulta y puede tomar sus propias decisiones.

Antes de ayer fui impulsiva, me sentía fuera de lugar en mi casa. Los problemas de quienes más amo me superaron, compré un billete de avión y viajé hasta la persona con la que más me siento segura. No creí poder volver a decir eso pero puedo hacerlo, al menos en mis pensamientos.

– ¿Cuándo iremos a la clínica?- la voz de Asher me saca de mis pensamientos.

– Cuando termines de trabajar.

– Entonces vamos.- me sonríe.

Asher toma su chaqueta y la mía y salimos del cuarto, hacía tanto que no venía a Inglaterra que se me olvidó el mal tiempo que suele hacer, así que Asher tuvo que comprarme una chaqueta cuando llegamos.

En la calle ya nos espera el cochero con el coche que Asher alquiló, debo reconocer que tengo un poco de miedo a que no sepa conducir por estas carreteras y con el volante en el lado contrario al habitual pero confío en que podrá hacerlo y me llevará de una pieza hasta la clínica de Hilén.

– ¿Cómo conoció tu familia a esta mujer?

– ¿A Hilén?- él asiente mientras conduce.- Bueno, Hilén es la hija del mejor amigo de mi padre y de Vince.- suspiro.- El padre de Hilén se suicidó cuando ella tenía trece años, se pegó un tiro delante de ella.

– ¡Mierda!

– Mi padre la adoptó después de eso, y vivió con nosotros hasta que tuvo dieciocho que decidió mudarse aquí.- sonrío.- Podría decir que tengo una hermana mayor, aunque solo compartimos algunos de nuestros años como tal.

– ¿Por qué abrió una clínica para persona con trastornos alimenticios?

– En honor a su padre que sufría de anorexia.- él asiente comprendiendo.- Tuvo una infancia difícil, y decidió ayudar a persona como su padre para que no siguiesen sus pasos, es una persona magnífica.

– Si que lo parece.

Asher aparca en el aparcamiento de pago de la clínica y luego entramos al lugar, paso de la recepción y subo por el ascensor hasta la última planta del edificio donde se encuentra el despacho de Hilén.

Al llegar ella está sentada detrás de su escritorio, su cabello largo oscuro está recogido en una alta coleta. Me mira con su bonita sonrisa, sus ojos oscuros iguales a los míos me miran con alegría, a pesar del dolor que todavía arrastra por la muerte de su padre, aún es capaz de tener esos ojos tan simpáticos.

– Aura.

– Hilén, te sigues viendo hermosa.

– ¿Me lo dices tú? ¡Te ves radiante, pequeña!- sonrío cuando se levanta de su asiento y corre a abrazarme.- ¿Y este chico es?

– Asher Evans.- se presenta él con su típica formalidad.

– Mi pareja.

Hilén sonríe aún más y saluda con efusividad a Asher, igual que el resto no pensaba que fuese a atreverme a tener una relación después de Mario.

– Esa es una maravillosa sorpresa Aura.

Hilén le explica un poco a Asher la historia de la clínica, es decir, lo que ya le he dicho yo y un poco más y le explica en que consiste exactamente. Me entristece saber que Idara ha llegado a este extremo porque nadie viene donde Hilén si está en la primeras fases, vienes aquí si ya no hay más opciones. Si Vince la mandó aquí es porque ella estaba muy mal.

– Bueno, ¿quieren ver a Idara?

– Si, es a lo que vinimos.

– Un momento, ¿cómo está Marie?

– Bien.- ella no sabe lo de Marie, solo sabe que no lo pasó bien en el pasado.

– Si algún día necesita alguno de mis psicólogos…

– Lo sé Hilén, lo prestarás.- sonrío.

– Bueno, vamos.

Salimos de su despacho y volvemos al ascensor, no bajamos todos los pisos sino que llegamos a la cantina que hay en el edificio. Está igual que la última vez que visité a Hilén hace bastantes años ya, no sé si he venido alguna vez en sillas de ruedas aquí, creo que no. Lo confirmo al ver las caras de sorpresa de las enfermeras más antiguas.

Pasamos por varias mesas, algunos nos miran y otros pasan de nosotros. Reconozco de inmediato a Idara, su cabello naranja brillante está en una hermosa trenza, sus delicadas manos sostienen una cuchara vacía mientras que ella mira el plato de comida, no parece que pueda con algo más.

– Idara.- la llama Hilén.

Sus ojos verdes me miran directamente a mí, esos ojos tan distantes me recuerdan un poco a los de mi padre cuando está reunido con inversores, serios y casi sin reflejar lo que realmente sienten. Ella me mantiene la mirada mientras voy formando una sonrisa que acaba con la tensión en ss hombros.

– Ella es Aura.

– Lo sé, Aura Trumman.- asiento, no nos conocemos en persona pero supongo que habrá oído hablar de mí.

– Ella es hija del primo de tu padre.

– No sabía que mi padre tuviese primos.- dice levemente sorprendida.- Esperaba que él no dijese nada.

– Bueno, está preocupado y se lo ha dicho a quien no se lo va a decir a alguien, al menos no a alguien que le interese saber que estás aquí.- ella asiente más tranquila.- Hilén, Asher, ¿me dejan a solas con ella?

– Claro, nos vemos.

Idara me observa mientras muevo la silla de ruedas y me pongo a su lado, le quito la cuchara de las manos para tomar un poco de la sopa que ella estaba comiendo. Hago una pequeña mueca, está fría así que debe de haber estado bastante tiempo mirándola.

– Está fría.

– Lo sé.- suspira.- ¿Qué quieres?

– ¿Yo? Quiero que vivas.- le sonrío.- Pero como tu quieres, no como el resto del mundo quiere que vivas.

– ¿Qué significa eso?

– Que te tomes todo el tiempo que necesites para estar bien contigo misma, que nunca desveles donde estás para poder sanar.- apoyo mi mano sobre la suya.- No puedes sanar si estás en el ojo público.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.