Azar

Capítulo 29

Aura

Asher me recoge a las nueve de la mañana para ir al centro comercial, tenemos que comprar el dichoso regalo de bodas para Renatta y Mario, cada vez está más cerca su boda y peor me parece la idea de haber aceptado pero los Trumman no nos echamos hacía atrás así que aunque no tengo ganas debo ir.

– ¿Tienes que comprarte un vestido para la boda?

– Tendría que hacerlo si.- le sonrío.- Cuando salgamos del centro comercial te digo donde me compro mis vestidos y vamos.

– Me parece genial, yo iré con el típico traje de pingüino.

– Te seguirás viendo atractivo.- al pararse en un semáforo besa mis labios.- Pero tienes que comprarte una corbata del mismo color de mi vestido.

– Vale.

Se suponía que hoy Asher tenía mucho que hacer pero le cancelaron de última hora así que cuando vino a por mí, me dijo que llamase a Steve y le dijese que no iría a trabajar hoy. Por supuesto ni el mejor amigo de mi padre, ni mi padre se opusieron a que me tomase un día libre y menos si es con mi novio. Mi padre adora a Asher, a veces creo que lo quiere demasiado.

Al llegar, Asher encuentra aparcamiento rápido. Hay pocas personas un miércoles a las nueve y media de la mañana en el centro comercial y la verdad es que lo agradezco mucho, me gusta estar tranquila.

– ¿Cómo está tu hermana? Intenté hablar esta mañana con ella pero no me atendió la llamada.

– Si, está durmiendo.- dice con una media sonrisa.- Me pasó lo mismo y llamé a Killian, me dijo que llegó agotada anoche y que le daba pena despertarla.

– Normal, se nota que tu hermana trabaja mucho.

– Si, lo hace.- suspira con orgullo.- Pero también está agotada por la madre de Killian, él la está ignorando y ella bombardea de mensajes y llamadas a mi hermana.

– Creo que Killian debería hablar con su madre, debe obligarla a contarle la verdad. No es justo lo que le hizo a sus dos hijos.- Asher asiente.- Yo… no debería decirte esto, espero que Mason no se enfade conmigo pero, el padre de Mason salé en un mes del hospital psiquiátrico en el que estaba internado.

– ¿Crees que Killian tendría que hablar con su padre?

– Sinceramente si, pero creo que primero debe pedirle permiso a Mason, no sé si Aaron quiera ver a su hijo menor.

Conozco poco al padre de Mason, y digo poco a pesar de haberlo visto infinidad de veces porque son pocas las veces en que ha estado realmente presente, sin estar drogado o borracho. Debo reconocer que cuando no está bajo la influencia de ninguna de las dos cosas es un hombre decente y bastante simpático que ama por sobre todo a su hijo mayor y a su nieta, y que de hecho me tiene aprecio por ser amiga de Mason. Ahora, algo que no puedo saber es como reaccionaría al ver a su hijo pequeño después de tantos años y de tanto dolor. No es justo culpar a Killian por el egoísmo de su madre pero Aaron sufrió mucho por ello.

– Avisaré a Killian para que hable con su hermano.- asiento.

Asher entra a varias tiendas con muebles, dice que el mejor regalo que podemos hacerle es algo para su nueva casa, por mi la casa de esos dos imbéciles se podría quemar pero no pienso decirlo en voz alta así que intento enseñarle lo más feo que encuentro a Asher asegurándole que Renatta tiene un estilo peculiar. La verdad es que no me ha creído ni una sola vez pero lo que cuenta es que al menos lo intento.

– Aura, ¿enserio?

Asher mira la lampara naranja con rayas violetas y flores azules que le estoy enseñando. Es fea pero de verdad, yo sinceramente no sé quien se atrevería a comprar algo tan feo pero cuando lo venden es porque alguien se atreve a llevárselo.

– Creo que es lo más feo que me has enseñado hasta ahora.- se ríe.

– Definitivamente lo es.- reímos ambos.- No quiero llevarles un regalo bonito, ¿con un regalo no es suficiente?

– Aura, no lleves algo feo, eso te hace quedar peor a ti que a ellos.

– Asher, yo ya quedo mal yendo cuando prometí no acercarme a ellos nunca más, pero bueno, fui impulsiva y les dije que iría así que ya no me queda de otra.

– Tu piensa que al menos vas conmigo.

– Eso lo mejora.- asiento.- Y Liam me cae mal pero lo soporto, así que… espero que nos pongan en la misma mesa que él porque no tengo ganas de soportar a sus amigas.

– Yo también lo espero.- dice antes de darse la vuelta y coger una lampara no muy fea pero tampoco muy bonita.- Esto queda entre medias de lo que tu quieres y de lo que yo quiero.

– Está bien, le llevaremos eso.

Almorzamos en una cafetería después de haber comprado un regalo con el que ni Asher ni yo estamos del todo contentos, él quería algo decente y yo algo feo, hemos conseguido algo intermedio para ambos así que aunque no me gusta no voy a decir nada.

– Me acabo de acordar, ¿qué te dijo tu madre el otro día?- digo recordando la llamada de teléfono en la que llegué cuando él ya estaba colgando.

– Que la había traicionado, no podía entender como me había puesto de novio contigo teniendo ella una deuda con tu familia.- niega entre divertido y molesto.- Me dijo que os pidiese que olvidarais la deuda ya que yo era tu novio.

– Una cosa no tiene nada que ver con la otra, yo no mezclo trabajo con mi vida personal.

– Es lo mismo que yo le dije, Aura, yo incluso me negué a ayudarlos antes de que tu padre le diera el dinero con la condición que puso.

– Yo le dije a mi padre que no lo hiciese, pero me lo planteó tan bien que al final cedí.

– Normal.- dice terminando su café.- ¿Has estado en contacto con Vince?

– Si, dice que en las llamadas Idara parece más animada, incluso está aprendiendo a cocinar.

– Me alegro de que todo le esté yendo bien.

– ¿Qué te parece visitarla cuando salga de la clínica?

– ¿Tú quieres ir?- asiento, me encantaría verla fuera de la clínica.- Entonces iremos. Ahora nos vamos a comprarte un vestido.




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