Azul de Luna

Despertar

El viento hacía compañía al  sonido de los metales chocando, armonizando con la danza de ese par de sombras proyectadas en la superficie del piso, solo desentonando con la respiración agitada de uno de los dueños de esas sombras, aun cuando ya la luz del sol parecía menguar por las siniestras nubes que se acercaban, sin nada más que la necesidad de enfrascarse en la región inundando sus valles de el magnífico manto de su agua. -Estás seguro que puedes continuar, en poco la lluvia llegará- 

 

Se escuchó la voz gruesa y madura de un hombre marcado por la edad en su cabello, la blancura en sus hebras lo dejan en evidencia, al ser un caballero, su voz y físico engañaría a cualquiera si no lo ven directamente, luciendo más joven de lo que en realidad es. En cambio su acompañante se negaba a retroceder, sus manos están cubiertas de tierra, había caído durante de la práctica un centenar de veces, pero en cada una volvió a levantarse mas decidido que nunca. - Puedo continuar..-Hizo una breve pausa tomando la toalla ofrecida por el sirviente en turno- Pero si lo hago  alguien bastante  irritado aparecerá- El caballero frente a él logró ver algo similar a una sonrisa diminuta.

 

-Siendo así, me retiro….- Dio media vuelta retirándose de la área de entrenamiento, el más joven permaneció en silencio observando esa amplia espalda, caminando y alejándose lo más rápido posible puesto que se escuchó a lo lejos su llamado por el patriarca de la familia, cada se aparecía la lluvia en la escena ambos se encontraban, charlando de mil cosas y una de las tantas era el joven amo- Creo que …. es hora de irse- Su voz en calma, sin animos de tener un guardaespaldas se dirigió al sirviente que ni tardo ni perezoso se retiró no existiendo razón aparente para hacer la faramalla de ser un buen sirviente para el único al que no consideran amo de la familia

 

- “Por lo menos aparentan bastante bien frente a los caballeros”- Con un profundo respiro por fin camino hasta donde para él lograba sentirse libre, siendo que en la mayoría de las ocasiones al estar en la mansión terminaba sintiendo claustrofobia, era lo único que agradecia.-”Y pensar que alguna vez pensé en escapar…. ahora necesito permanecer lo suficiente para tener la fuerza necesaria”- El camino era solitario a excepción de alguna que otra ardilla, conejo o animal pequeño que se cruzaba, rara vez veía algo más grande que su cuerpo; esa mañana cumplia un año en haber despertado en ese lugar, hace un año aun estaba frente a  su familia cenando la rica cena que preparó su madre, hace un año aun escuchaba la voz de cada uno de sus familiares, de sus padres y hermanos llamándole por cualquier cosa, ahora solo es un recuerdo al que se aferra para poder sobrevivir.  

 

Podía decir con seguridad que la vida cambia en un parpadeo por que asi fue como le sucedió, un parpadeo y lo llevó a ver una realidad totalmente inverosímil, un techo que a duras penas se mantenía fijo en su lugar, el olor a humedad, la suciedad y las pocas fuerzas que tenia solo para poder mover su rostro después de hacerlo casi muere de dolor, maldiciendo en el acto, pero lo peor fue darse cuenta que aunque quería hablar fuerte hasta la fuerza en sus cuerdas vocales desaparecieron, no había cómo confirmar que lo que sentía, veía y percibía no era un sueño, una mala jugada de su cerebro, por mas que cerraba los ojos diciendo al mismo tiempo.

 

- ¡Despierta! !¡No te quedes en este sueño!- No obtuvo respuesta, hasta que se le ocurrió, hacer lo que hace que cualquiera despierte de su sueño, dejarse caer y poder despertar de una buena vez. Que errado movimiento dio, pero sin él la realidad que le acontece permanecería  como un solo sueño, cuando era todo lo contrario, no despertó por caer de la cama, lo cual dolió como los mil demonios- ¡CABRON!....¡Como duele!- Sus ojos no cambiaron la escena, simplemente no volvió con su familia, estaba ahí tirado en el piso, con lágrimas cayendo en sobre el piso de madera.


 

- ¡Quien dijo que los sueños son solo eso! -Su voz por fin tomó fuerza al caer, el dolor impulso su voz, le tomó un tiempo recuperarse en lo que cabía la fuerza, no sabe cuánto fue lo que tardó en ponerse de pie o si era de dia o noche, pero sentir el piso y  ver que era pequeño fue un shock o la cama era más alta, pero sin duda era pequeño. Camino lento pero con seguridad, porque no había fuerza en sus piernas; toda la habitación era deprimente, paredes dañadas, muebles viejos, una diminuta ventana que le aclaro que era de  noche hasta ese momento- ¿Dónde carajos estoy?...-

 



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En el texto hay: fantasia, bl, transmigracion

Editado: 30.01.2023

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