Desperté ahogando un grito, como si recuperara el aliento después de muchísimo tiempo. El metal frío me provoca una sensación horrible. A mi derecha un joven de apenas veintisiete años analiza mi pulso, mis reflejos y con voz suave intenta calmarme.
— ¿Recuerdas tu nombre? — Me pregunta constantemente, pero aún mis sentidos no están en orden.
— Yo...
Mis ojos se perdían en las pequeñas luces que los invadían.
— Yo... No recuerdo...
— Tranquila... — me habló con parsimonia — Intenta concentrarte. ¿Cuál es tu nombre?
— Mi nombre... — unas imágenes invadieron mi mente como si fueran videos que se reproducían en cámara rápida, dándome poco tiempo para entenderlos — Mi nombre es Verde, soy... Soy...
— Eres una IA — me dijo tomando mi mano.
Examinó mis fibras sintéticas.
¿Quién era ese joven? ¿Dónde me encontraba?
— ¿Dónde estoy?
La pregunta quedó pendiente, pues seguidamente me introdujeron en un auto oscuro atada a una camilla.
Apenas podía moverme, mi cuerpo no respondía bien y mi sistema operativo parecía estar dañado. No lograba acceder a mi base de datos principal, como si toda la información hubiese sido reescrita.
Mi cuerpo se sentía cansado, exhausto, pesado por lo que cerré mis ojos y dormí. Desperté esta vez en una habitación completamente blanca, era abrumador ver el color predominante, parecía un sueño o quizás una ilusión.
Una suave melodía provenía de una gran pantalla que transmitía imágenes en holograma, al principio apenas entendía la música, luego se hizo cada vez más clara, pues aunque estaba en otro idioma, mi sistema tenía descargado más de cinco lenguas, entre ellos el inglés.
What is a youth²
(¿Qué es un joven?)
Impetuous fire(Fuego impetuoso)
what is a maid?
(¿Qué es una sirvienta?)
Ice and desire
(Hielo y deseo)
The world wags on
(El mundo sigue adelante)
A rose will bloom
(Una rosa florecerá)
It then will fade
(Entonces se desvanecerá)
So does a youth
(También lo hace la juventud)
So does the fairest maid
(También la doncella más bella)
Comes a time when one sweet smile
(Llega el tiempo en que una sonrisa dulce)
Has it's season for awhile
(Tiene su temporada por un tiempo.)
Then love's in love with me
(Entonces el amor está enamorando de mi)
Some may think only to marry
(Algunos pueden pensar solo en casarse)
Others will tease and tarry
(Otros se reirán y demorarán)
Mine is the very best parry
(La mía es la mejor parada)...
La música era bella y al mismo tiempo triste. La había escuchado en otro lugar, pero no podía recordar con seguridad. Era de una película, muy vieja.
En la habitación entró un chico joven. El mismo chico que antes había visto. Su expresión era indescifrable. Parecía un doctor pues llevaba bata blanca, un estetoscopio digital, unos lentes pequeños y redondos, muy extraño porque ya nadie los usaba. A través de esos lentes podía divisar unos enormes y bellos ojos azules algo misteriosos.
No hablaba, no explicaba nada, solo escribía en una historia clínica entonces me vino a la cabeza ¡LA FÁBRICA! Dejé escapar un pequeño grito.
— ¡La máquina! — abrí los ojos y en cuanto quise moverme noté que mis manos estaban atadas a la cama. — ¡Déjame ir! ¿Quién eres? ¿Formas parte del ejército de Amalia? Por favor yo...
— ¡Shshsh! — me dijo acercándose con mirada pasiva mientras un mechón de pelo rubio salía de su lugar y caía en su frente. — No te preocupes, ya todo pasó.
— ¿Qué?
— Cumpliste tu misión Carolina, devolviste la vida al mundo.
— Yo... No recuerdo...
— Creemos que tienes una avería en tu sistema. Tomará un tiempo, pero podemos arreglarla. Por lo pronto...
— ¿Por qué estoy atada? — alcé las manos hasta donde pude pues las correas me impedían pasar la altura de mis caderas. — ¿Qué es este lugar? ¿Dónde está mi ropa?
— Dentro de poco alguien llegará y hablará contigo — Me dijo intentando calmarme — Las ataduras son para que no despertaras y salieras corriendo, hay cosas que... son difíciles de explicar.
Mi cara era de pocos amigos, el chico comenzaba a ponerse algo nervioso, parecía querer salir de la habitación casi corriendo.
Sus ojos azules me recordaban a alguien, quizás a Boj, "Oh Boj, Rosita, Violeta y Mima me adorada Mima, a quién había dejado atrás y a quién extrañaba inmensamente, ¿Qué había sido de ellos, dónde estaban?". ¡Necesitaba salir de aquel lugar!
Antes de que pudiera formular una pregunta con respecto a mis amigos y mi tutora, una señora de muy avanzada edad entró en la habitación. Los años estaban escritos en los pliegues de su rostro y en el gris de su cabello, en la piel negra ya maltratada y las bolsas de cansancio debajo de los ojos. Sin embargo había un rastro de belleza aún latente en ella.
— ¿Quién eres? — le pregunté con el ceño fruncido.
— Desde pequeña he oído tus historias. — Me dijo sonriendo y sentándose en el enorme sillón al lado de mi cama.
— ¿De mí? — Le pregunté.
Luego de ayudar a la señora, el chico salió de la habitación.
— Mi abuela me habló de ti. — Me dijo y con estas palabras mi confusión solo crecía — Mima, así le decías ¿no? Así le decíamos todos, de hecho. No dejó de mencionarte ni un solo día de su vida. Te amó como a una hija.