—¿Nathaniel? ¿Katherine? —dije con voz entrecortada.
—¿Elizabeth?—dijo Nathaniel algo sorprendido sin saber que hacer como si buscara decir algo más por agregar; sin embargo, termino callando.
—Disculpen no quise interrumpirlos, yo solo venía a decirles que los chicos y yo iremos a comer algo y si deseaban venir con nosotros, pero veo que están ocupados—contesté como si estuviera en una carrera de velocidad y me marché.
—¡Elizabeth, por aquí! —escuché decir a los chicos, quienes se encontraban al frente, me encontraba confundida ante lo que había oído; pero no quería seguir pensando en ello, así que dirigí inmediatamente hacia ellos.
—¿Te encuentras bien? —preguntó Danielle
—Sí, estoy perfecta ¿por qué lo dices?—repuse.
—No luces nada bien, parece como si hubieras visto un fantasma, te ves demasiado pálida.
—¿Cuándo he lucido con color?—bromeé.
—Sabes bien de lo que habló—esbozo, mientras reía conmigo, pero para mí mala suerte hizo una pregunta a la cual no sabía cómo contestar
—¿Nathaniel y Katherine no vendrán con nosotros?
—Emm... No pude encontrarlos, tal vez se hayan ido antes—contesté finalmente, pensando que sería la mejor que no supiera nada al respecto.
—Así que la parejita se marchó sin despedirse de nosotros—dijo Lucas, con picardía, que para mi sorpresa me resultó irritante.
Nos encaminamos en busca de algo para comer, realmente no tenía mucha hambre, más bien tenía un nudo en mi garganta, los chicos seguían platicando, pero lo único que oía eran palabras cortas y risas por ratos, fue entonces cuando Danielle me saco de la nube mental en la que me encontraba, y dijo
—¿Qué piensas tú Elizabeth?
—¿Qué pienso respecto a…?
Decir eso, era un grave error, pero fingir que sabía de lo que hablaban, hubiera sido peor, pero eso no disminuyo el enojo de Danielle, quien me miró con cara de desaprobación, para luego reponer que el próximo sábado será el cumpleaños de Lucas, quién nos estaba invitando cordialmente, me sentí realmente avergonzada, hasta ponerme roja como un tomate. Mientras Danielle continuaba:
—¿Qué piensas Eli, vamos a ir?
—Por supuesto que irá, estoy seguro que no se perdería un día tan importante para mí—intervino Lucas—, es decir, ustedes dos no se lo perderían ¿no?
—Por supuesto que no—contestó Danielle, con demasiado entusiasmo, para luego confirmar una vez más, que ambas iríamos.
Asentí con mi cabeza aún avergonzada por lo que Danielle trató de disuadir el ambiente, y preguntó si Nathaniel podría asistir con nosotras, tomándome por sorpresa; sin embargo, Lucas accedió sin una pizca de molestia, añadiendo además de que podríamos invitar a Katherine, a lo cual Danielle agradeció y dijo que se pondría en contactos con ellos luego y el tema de la fiesta finalizó ahí. La noche transcurrió tranquila y finalmente decidimos ir a casa. Al entrar me percaté que mamá no había llegado aún por lo que sin más me dirigí a mi cuarto cuando de pronto sonó mi celular, era Nathaniel, pero no sabía qué hacer, así que opté por no contestar esa noche, los minutos seguían pasando y mi mente aún se sentía confundida por lo que había escuchado aquel día.
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—Sé que esto te toma por sorpresa, pero debía decirte cómo me siento—dijo Katherine.
—Lo sé, entiendo no tienes que disculparte por eso sólo que no puedo corresponder tus sentimientos.
—Se trata de Elizabeth ¿no es así? No tienes que responder, lo sé por la forma en que la miras, además de como ella te mira a ti, aunque no estoy segura de que ella misma sea consciente de sus sentimientos, o incluso tú lo seas.
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<< ¿Era realmente cierto lo que decía Katherine? ¿sentía algo por Nathaniel? ¿podía no estar consciente de ello? >> No quería pensar más en el tema, así que tomé el libro que me había regalado Lucas "El cabello de la armadura oxidada", con el fin de distraer mi mente, pero no lo lograba. Después de varias luchas internas por mantener la concentración, pude hacerlo, hasta quedarme dormida.
"Nadie escoge su amor, nadie el momento, ni el sitio, ni la edad, ni la persona..."
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Editado: 07.05.2022