Azulejo De Amor

Capitulo 5

 

Capítulo 5


 

- Bonnie… Tenemos que irnos, levántate. 

Me muevo un poco – No lo quiero dejar – digo mientras abro mis ojos. - Tengo miedo que se lo lleven.

- Va a estar bien, nadie lo va a sacar, te lo aseguro. - se dirige hacia la puerta - te espero afuera - me informa dejándonos en la habitación.

Sin mucha gana hago lo que me ordena, trato de acomodar mi vestido lo más posible, peino lo mejor que puedo mi cabello, me calzo los altos tacones, me acerco a mi bebé que sigue dormido.

- Te amo - le dejo un beso en su frente y salgo al encuentro con su papá.

Cuando salgo al pasillo encuentro a Eros hablando con una mujer y un hombre, al darse cuenta de mi presencia me hace seña para que me acerque a ellos. 

- Ella es Camila Smith es enfermera privada y Harold Pinter - los señala respectivamente - ella es una de las enfermeras que estarán siempre para Ángel, serán tres en turnos rotativos y él estará siempre acá a disposición por si algo se presenta. – les sonrió y les doy la mano un poco sorprendida con las decisiones de Eros, al parecer quiere armar un frente para que cuiden a su hijo.

- Bonnie Black – me presento.

- La madre de mi hijo – ellos asienten - vamos a estar disponibles todo el tiempo, no duden en comunicarse - escuchan la orden y se alejan, la enfermera entra mientras él se queda a un lado de la puerta.  

- Son de mi entera confianza – me doy cuenta de que los quede mirando – si no fuera así no les confío a Ángel.  

Lentamente, me giro y lo miro a los ojos, a pesar de todo lo que hace por su hijo me cuesta ver algo bueno en él, el miedo latente a que dañe Ángel está presente.

- Bueno – le respondo quitando mi mirada de sus ojos azules, tan azules como el cielo despejado, tan azules como los de mi hijo. 

Sin mucho más me informa que tenemos que ir a su oficina a reunirnos con unos abogados, no me opongo, es por mi bebé.  

Media hora después me encuentro nuevamente en su ascensor privado, pero esta vez si soy invitada.  

La caja de metal se siente sumamente pequeña con la compañía de Eros, me hago en una esquina, me concentro en ver cómo los números de pisos van cambiando, mi mente me juega una mala pasada cuando viaja a momentos que hoy parecen otra vida.

 

Cada vez que lo veo pasa algo que hace que llame la atención, su atención, y Dios sabe que no lo hago a propósito, va a pensar que ando tras él, como una pequeña acosadora, no cabe en mi cabeza de resbalar y caer encima de él, por qué tengo que ser patosa con las personas equivocadas.

- Entra – su autoridad me nubla el cerebro. 

Aún con la copa de cristal en las manos, la cual tenía vino hace unos segundos clavo mis pies firmes sobre el mármol del piso.

- No – digo entres dientes.

- No vas a entrar… ahora verás que sí – se inclina y me levanta como un saco de papas – no grites. 

Me quedo callada hasta que las puertas del ascensor se cierran – eres un animal - me baja y me hago en una esquina tratando de buscar seguridad.

- Soy lo que tú quieras – se acerca lentamente a mí – de donde saliste Bonnie, bonita, Bob. Me causa curiosidad, verte por todos lados haciendo desastres.  

- No salí de ningún lado, de hecho estoy haciendo unas pasantías, aquí me tiene que ver, y no son desastres, son accidentes.  

- Pues soy el jefe y nunca me entero de quienes hacen aquí pasantías, en cambio, tú te apareces por todos lados, ya creo que me está empezando a gustar verte hacer ridículos por todos lados, bonita. – Tenerlo tan cerca no me gusta, me hace falta el aire – pero por el momento tienes que pagar por esta camisa manchada – se abren las puertas del ascensor.  

 

- Vamos Bonnie - El eco de esa voz hace que salga de mis recuerdos, la primera vez que estuvimos solos, la primera vez que lo tuve cerca, el comienzo de todo.

Obedientemente, voy tras él hasta unas puertas dobles - Buenas tardes.- nos saludan en coro el grupo de personas reunidas en aquella sala de juntas.

 Eros toma asiento en la cabecera de la mesa y yo lo hago a su derecha como me lo indica, con nosotros se encuentra Ashton, Brenda y tres personas más que se presentan como los encargados del caso de custodia, después de las presentaciones Eros inicia la reunión.

 

- Necesito soluciones – un silencio abrumador hace presencia – 

- Nos estamos enfrentando a un caso de violencia entre pareja – empieza uno de los tres acompañantes -  

- No exactamente… expareja – la voz de Ashton se hace presente.  

- Lo que agrava más la situación, es decir, el niño no tiene un hogar estable, la mala relación de sus padres y teniendo en cuenta que el menor tiene una enfermedad lo convierte en un caso difícil, por lo que hace que la revocación de custodia se pueda llevar a cabo.

- Eso es exactamente lo que no va a pasar – Brenda interviene – si a ellos les quitan a su hijo a ustedes se les hará difícil seguir manteniendo una buena carrera, se supone que son los mejores en derecho de familia, pues eso me dice sus honorarios, acá necesitamos soluciones - Se ve más letal que cualquiera hablando. Entender términos de abogados nunca fue tan importante para mí como ahora.  



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En el texto hay: bebes, amor, odio amor

Editado: 12.11.2022

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