Azulejo De Amor

Capítulo 17

Capítulo 17

 

—¡Lo encontraron Eros! — la voz agitada de Ashton retumba en el teléfono.

Se me seca la garganta, llego el momento, ese maldito hombre lo he perseguido desde que tengo razón, me ha arruinado mi vida tres veces. Y por fin no está, me causa gracia como los miserables mueren siendo miserables. Muchas veces me imaginé como sería su final, pero el que la vida le dio fue caótico,  solo en la cárcel si un peso, enfermo y agonizando.

—Perfecto — contestó fríamente — Bonnie tiene que despedirlo que lo traigan lo más rápido.

— Eros estás consciente que ella va a tener muchas preguntas, como es que le traes a su padre metido en una bolsa negra. Va a estar llena de incógnitas.

Lo sabía, de la boca de mi mujer iban a salir las preguntas cómo balas, ella es así. Pero que podría hacer, ocultarle el cuerpo de su padre, ella va a estar mucho más tranquila si sabe dónde está su padre.

— Bonnie, ¿estás aquí? - digo entrando en la habitación de nuestro hijo, no era bueno seguir postergando esta verdad, ella tenía que saber que su padre estaba muerto.

— Si — al verme frunce el ceño —¿Qué haces a esta hora en casa? — habla muy bajo, me doy cuenta de que mi hijo duerme en su cuna.

— Quería ver a mi mujer — le contesto.

— ¡Ja! Ahora cuéntame una de vaqueros ¿Qué sucede?

—Tenemos que realizar un trámite — Procuro que mi tono suene lo más monótono y normal del mundo.

—¿Trámite? - pregunta — dame un respiro Eros, ¿Qué nuevo problema hay? 

—Hay circunstancia que se presentan y hay que hacerlas — le contesto —Y por favor sin drama — le pido — ponte algo para el frío, te espero en cinco minutos en el auto. 

Le doy un beso a mi hijo antes de salir de su habitación, por él  detendré cualquier tormenta.  Al momento que Bonnie sube al auto mi cuerpo se llena de angustia.

Caminamos uno al lado del otro por un largo pasillo frío y  de paredes blancas. Espero que ella tome todo con calma y se quede con la explicación que le tengo preparada.

—¿Qué hacemos acá Eros? - pregunta. Sus ojos están llenos de oscuridad —No sé por qué me siento angustiada

—Tranquila - le digo, con mucho cuidado pongo mi mano en la espalda baja de su espalda - solo recuerda que  tienes una vida al lado de Ángel - y mío quisiera decir en voz alta.

—¿Por qué me dices eso?

No le contesto, la hago entrar por una puerta, un cuarto frío nos recibe. 

—Señor y señora Derricks - el encargado del lugar no saluda - ¿listos? 

—¿Para qué? - Llevaba varias horas ensayando la respuesta a esa pregunta.

— Bonnie… — respiro - cuando se supo de nuestra boda recibí una llamada  — habló lentamente — en ella me hablaron de ti y de tu padre… — toso un poco — a partir de eso hice averiguaciones y todo eso te trajo hasta acá. 

Su mirada se llena de lágrimas, comienza a analizar cada aspecto de ese sitio. 

— Dime qué no - habla - no lo veo desde hace muchos años - respira agitada - y no me gustaría que esta fuera la manera de verlo de nuevo.

Le hago un gesto al señor para que saque el cuerpo de una de esas neveras.

Arropó con mis brazos su cuerpo y la llevó a ver a su padre - ¿Es él? - pregunto solamente para que la persona encargada tenga su respuesta, claro que ese es el padre de Bonnie. Nunca olvide ese rostro. 



 

Desde que mi madre murió siempre tuve la esperanza de volver a ver a mi padre otra vez y preguntarle tantas cosas para tratar de entenderlo, pero jamás imaginé que lo volvería a ver en una nevera, su cuerpo se ve tan frío, pálido y con el peso de la vida encima. 

— Eros… — le digo — es mi padre Robert Black.

Cierro mis ojos y trato de buscar un recuerdo constante de él, en mi niñez lo veía esporádicamente y un día simplemente desapareció el mismo día que mi madre murió. 

¿Me debería doler su muerte? Esa pregunta me llega a mi mente, y tal vez si me deba doler, pero ahora, al verlo ahí, solo puedo sentir nostalgia, al final siempre estuvo ausente.

—Hay que enterrarlo - le digo a Eros - lo más pronto posible.

—Está todo listo - su respuesta rápida me indica que antes de traerme aquí ya tenía todo bajo control.

Le echo un puño de tierra a la tumba donde reposa el hombre que me dio la vida, a pesar de que no fue una figura estable mi madre se encargó de que sepa no odiar a mi padre, ella decía que era mejor que estuviera lejos. 

Miro alrededor, solo tres personas me acompañan en este día me acercó lentamente a ellos - Nos podemos ir - les informo.

Estoy llena de dudas y desconfianza, sé que Eros y Ashton me ocultan cosas detrás de esta muerte, como dio Eros con mi padre, por qué lo buscó primeramente. Tengo que averiguar qué hay detrás de todo esto.

Ya en la oscuridad de nuestra habitación mi alma se llena de fuerza para hablarle a Eros, le pido a Dios que sea capaz de hablarme con la verdad.



#1016 en Novela romántica
#356 en Chick lit

En el texto hay: bebes, amor, odio amor

Editado: 12.11.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.