Azulejo De Amor

Capitulo 21

Capítulo 21


 

Todo ha sido una mentira, esa es la gran verdad de mi vida, lo que estoy siento ahora no se compara con sufrimientos del pasado. Lo que sucedió con Eros parece nada. Yo creía que haberlo conocido fue obra del destino actuando a través de Ashton, pero no. El amor que viví no fue real, mi hijo, ¡Dios! Mi hijo de que es fruto. 

Mis ojos siguen mirando al frío techo esperando su respuesta, él sigue en silencio. Me siento totalmente debilitada, es como si me hubieran arrancado en alma, dejándome en la nada.

—Háblame con la verdad, te lo ruego — aunque no lo estoy viendo, sé que él percibe la urgencia en mi voz — Siento que muero Eros.  

Y así era, todo se tornó raro desde que encontré aquella foto, y empeoro al enterrar a mi padre nada, absolutamente nada tenía sentido. 

—Me siento como una marioneta que han usado —sigo hablando —Usada por ti… —un ronquido de dolor se me atora en la garganta —¡Maldita sea! ¡Siento que nada es real!, ni nuestra historia, ni nuestro matrimonio, ni nuestro… h… Hijo.

Qué tipo de conexión puede tener el padre de mi hijo y el Miao propio a mis espaldas, ¿por qué tanto misterio? ¿Tanto dolor?

—Dime que estoy equivocada… —no responde.

Su silencio es como mil toneladas de arena mojada que me van enterrando según pasan los segundos.

—Por favor… Háblame, sácame de este hueco en el que me estoy hundiendo— las ideas que están instaladas en mi cabeza desde que vi esa foto hacen que arda el pecho.

—No sabes lo que me estoy imaginando — le hablo — ¿Por qué conocías a mi padre desde que eras un niño? ¿Por qué no lo mencionaste cuando fuimos por él? ¿En todos estos años por qué nunca lo supe?

Nada, nada de su boca, siento que no estuviera a escasos metros de mí.

—¡Habla! — grito — ¡Maldita sea! ¡Habla!  

 

Siento una descarga de energía en mi cuerpo que hace que salte de la cama, estando de pie. Al verlo se me mueve todo dentro, ver su cara me destruye el alma, es su cuerpo, pero sus ojos se ven vacíos.

—¿Por qué no eres capaz de hablarme con la verdad? Ni siquiera eres capaz de decirme una sola sílaba ¿Tan horrible es?

Sigue con la misma actitud, no alza la mirada, no me ve, su cuerpo acaba de envejecer mil años frente de mí.

—¡¿Qué quieres de mí?! — le pregunto, camino hasta quedar frente a frente — mírame… no ves que me matas con tu silencio — agarro su cara entre mis manos — ¡Dios santo! Por Ángel… te lo ruego. Por ese hijo de ambos que no merece esto, no merece que sus padres se destruyan

Muevo su cabeza intentando que sus ojos me miren, pero es prácticamente imposible — No puedo más.  

Resignada a que no me diga nada, lo suelto y me alejo de él, pero su fuerte mano me detiene.  

— Bonnie — lo miro y dice una palabra que jamás pensé que él me diría — Perdóname. 

Segundo acto se arrodilla delante de mí y se aferra con sus brazos a mi cintura —Te debo la vida entera, perdón. Perdóname por ser un cobarde, por no protegerte, por querer odiarte, por repudiar todo ese amor que habéis construido en mí. Por acabarnos.

Me quedo sin aliento, cierro mis ojos y los flashes de las escenas de mi vida a su lado aparecen en mi cabeza como una película vieja. Mi corazón se acaba de departir nuevamente ¿Querer odiarme? ¿Por qué quería eso? Siempre quise entender por qué cambio tan de repente, se convirtió en otra persona demasiado rápido.

—¿Me odiaste? ¿Lo lograste?

—No… —le escucho hablar —Y lo intenté con todo mi ser, pero no pude, y tampoco te podía dejar, maldita sea te habías convertido en mi vida entera, por eso hice que me odiarías, te quería lejos de mí.

—¿Por qué intentaste odiarme? —vuelve a quedarse en silencio; sin embargo, su abrazo sigue firme en mi cintura —En un par de meses acabaste con años Eros, merezco la explicación que nunca me has dado, yo te amaba.

—No más de lo que yo a ti.

—Dime por qué encontraste a mi padre muerto — le hablo lentamente.  

Por un momento pienso que no me iba a responder, que seguiría guardando todo eso que lleva dentro, por eso me sorprende cuando empieza a hablar.

— Yo conocía a ese hombre como Estéfano Greco — su voz es casi silenciosa.  

Aquel nombre queda flotando en mi mente, estoy segura de que alguna vez escuche ese nombre.  

— ¿Quién es Estéfano? 

—La verdadera identidad de tu padre — Esa revelación abrió en mi mente un mar de escenarios.

— Eso no lo sabía Eros.  

— Lo sé…  

— ¿Cuál era tu relación con él?  

— Ninguna, lo odiaba aún lo hago — contesta casi al instante — él era un bastardo Bonnie.  

—En mi vida lo vi pocas veces y luego desapareció, no puedo refutar tu opinión Eros, pero si quiero que seas totalmente sincero.  

Sus brazos me aprietan aún más fuerte antes de empezar hablar. — Siempre estuvo en mi vida, era amigo de mi padre, tengo su imagen presente en mi mente desde muy niño — en mi pecho hay solo miedo.



#1016 en Novela romántica
#356 en Chick lit

En el texto hay: bebes, amor, odio amor

Editado: 12.11.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.