Azura Mundo de cristal

Capítulo 19º Abismo

Es temprano, todo el mundo duerme, yo he bajado a la cocina, la única que esta es la señora Vadi.

—¡Buenos días, Vadi!

—¡Buenos días, Azura ! ¿Has madrugado mucho? ¿No?

—Bueno, hace tiempo, que no duermo mucho, a estas horas estoy todos los días en pie.

—¿Quieres, ayudarme?¡¿Me sacas la bandeja, del horno?

—¡Claro! Ummm ¡Que bien, huele!

—¡Apresúrate, no se vaya a quemar!

—¡Es, un bizcocho! ¡Qué buena pinta tiene? ¿De, qué es?

—¡Es de, zanahoria! ¡Esta, muy rico!

—Ayúdame a poner, los tazones en la mesa, para cuando venga todo el mundo.

—¡Si, ya mismo!

Los primeros rayos del sol, ya entran por la ventana, el marido y los hijos de Vadi , ya han bajado a desayunar, ellos comienzan temprano en las tierras y con el ganado.

—Bueno Azura , espero que os vaya bien en el camino, y espero que vuelvas a visitarnos, aquí tienes tu casa.

—¡Claro, que volveré! Muchas gracias, por su recibimiento y por su acogida en su casa de todos nosotros.

—¡Adiós Azura , esperamos volver a verte! —Contestan ambos hermanos al mismo tiempo, dedicándole una sonrisa.

—¡Adiós chicos, un placer! ¡Volveré! Recordar que me tenéis que enseñar a ordeñar una vaca, y manejar los terneros por el monte.

—¡Síii , estaremos esperándote!¡Adiós!

Me quedo con Vadi, mientras los demás aun duermen, que envidia, me dan, pero me alegro por ellos.

—Os voy a preparar bocadillos, y os meteré en las mochilas enlatados, estos se mantienen bien y os duraran más tiempo, de sardinas, atún, legumbres, y algún paquete de zumos.

—¡Muchas gracias! Por toda la ayuda, que nos está dando.

—¡No es, nada! Tenéis un duro trayecto todavía. ¡Eres muy valiente!

—¡Gracias, lo intento! Estamos deseando llegar.

—Yo no sé, si habría podido Azura, no soy nada aventurera.

— A veces, son las circunstancias, las que te hacen decidir, tienes que tomar una decisión, y yo decidí ayudar a la gente de Drea, a salir de allí, luego regresare a por mi familia, para traerlos también.

—Estaré encantada, de conocer a tu familia. Si regresas por esta parte de las montañas, espero que vengas a hacernos una visita, no te vayas a olvidar, ¿eh?

—¡Por supuesto, que no! No os voy a olvidar, en la vida...

Ya se oye ruido, en la parte superior de la casa, los demás se van levantando, y se van uniendo a Diva y Azura , la mesa esta puesta para que todo el mundo se ponga a desayunar, y probar la exquisita tarta de zanahoria de Diva.

También a exprimido naranja, y a puesto un vaso para cada uno.

Al terminar, todos nos colocamos la mochila sobre nuestra espalda, y nos despedimos de Diva, uno a uno, con lágrimas en los ojos, con un hasta pronto, por mi parte y decimos adiós, a los dos pequeños, que se quedan aquí y que han vivido muchas aventuras por las montañas junto a nosotros.

Vamos caminando y dejando atrás esta pequeña aldea, miro hacia atrás y en la lejanía, la veo como un punto pequeño en algún lugar,

pero que ha dejado una gran huella, en mi corazón.

Por fin esta es la última parte de este viaje hasta llegar a Ekero, nos esperan días de caminatas, ahora ya no hace frio, las temperaturas por la noche son más suaves, los días son de más calor, estamos en verano, por suerte siempre vamos bordeando el rio, que nos está acompañando en esta travesía, desde que salimos de Drea.

Así, no nos falta agua, y nos damos algún que otro chapuzón.

Creo en mí, en quien soy, en esa persona, que aún con las derrotas sufridas, sigo en pie, en esa que a pesar de todo, no dejare de ser.

Soy yo misma en todo momento, no permito que nadie tome las decisiones por mí.

Soy un ser único, no una copia de nadie.

Hay tantas cosas para vivir y nuestro paso por la tierra es tan corto, que sufrir es una pérdida de tiempo. Tenemos para disfrutar la nieve del invierno y las flores de la primavera, un amanecer o la puesta de sol, tenemos el cielo estrellado en las noches y esos grandes luceros, tenemos el mar, con el murmullo de las olas, tenemos el canto de un pájaro en nuestra ventana, tenemos tantas maravillas...

Me siento muy bien, haciendo lo que hago, sacando a esta gente de Drea, y que ese mal nacido, cada día tenga menos gente, bajo sus garras, encogidos bajo su terror, dominados por el miedo, porque él, es el único ser que no tiene que estar en la tierra.

Espero, que todo lo que ha creado y el mal que está haciendo, le sea devuelto, que todo se le ponga en contra y que sea pagado con la misma moneda, con su destrucción...

 




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