Cuando Build logró organizar a los invitados y consiguió que todos abandonaran su casa, Bible miró a su alrededor en busca de los numerosos coches en los cuales, supuestamente, irían hacia Helthon. Pero, curiosamente, allí solo había un coche y, teniendo en cuenta que era el vehículo del dueño de Golpes y Sangre, Bible desechó la opción de ocupar uno de sus asientos.
—Bien. —Build respiró hondo—. Hana e Susan me han dicho que irán con Evan en su coche, así que quedan dos asientos libres. ¿Quieres ir con ellos, Gael, Finth? —preguntó, señalando a los dos amigos del brother de Bible.
Ellos asintieron gustosos y se dirigieron hacia el coche siguiendo al grandullón. Bible agradeció perder de vista aquellos puños y sintió una calma profunda que invadía su cuerpo, desde los pies hasta la cabeza. La chica del pelo rosa y las horripilantes gemelas ya no parecían tan malas opciones en comparación con «aquello» que acababa de marcharse.
—¿Y cómo vamos los demás? —le preguntó a Build.
—¡En mi superfurgoneta! —respondió Jian, mientras terminaba de liarse el décimo porro (aproximadamente) de la noche.
—¿Tu super… qué? —Bible miró de reojo el garaje abierto de la casa de los Jakapan. Entonces lo entendió todo, y el mundo pareció derrumbarse bajo sus pies.
Mientras todos caminaban directos hacia una furgoneta maltrecha y con un aire hippie, pintarrajeada de grafitis, Bible permaneció quieto en el césped de la entrada, pálido como la luna que se alzaba sobre ellos.
Build le tiró de la manga de la chaqueta.
—Venga, vamos, ¿a qué esperas?
—No pienso montar en ese estercolero con ruedas.
—Bible, la superfurgoneta no es un estercolero —le reprochó Build.
—¡Pero seremos como inmigrantes, todos amontonados atrás! —clamó él—. Y, además, ¡ni siquiera es legal!
—¿Qué importa que sea legal o no?
—Verás, he trazado ciertos planes respecto a mi futuro y, como espero puedas comprender, el hecho de que la policía me encuentre en la parte trasera de una furgoneta ilegal junto a un montón de personajes estrafalarios, y siendo conducida por un Mendigo que va fumándose un porro, no es lo más aconsejable para que mis magníficos planes acaben cumpliéndose.
Build cerró los ojos con fuerza y se armó de paciencia. Después, sabiendo que ya todos se habían acomodado en los dos banquitos que había colocado Jian en los extremos de la superfurgoneta, miró a Bible casi a punto de llorar.
—¿No puedes olvidar quién eres solo una maldita noche?, ¿no puedes comportarte como un chico de dieciocho años normal y corriente?
—No —contestó él, sin un ápice de compasión.
—¡Bible, por favor, esta noche pretendo divertirme! No me apetece seguir siendo tu niñero.
—Es que no lo eres.
—¡Ya lo creo que sí! —Le miró suplicante—. Te lo ruego, Bible…
El rostro del inglés se tornó pensativo un instante. Después, sorprendentemente, asintió en silencio y caminó junto a Build hacia la furgoneta que, probablemente, provocaría el fin de su existencia.
Los ojos de Build le habían mirado de un modo tan desgarrador que casi había llegado a sentir cierta compasión hacia ella. Sacudió la cabeza, alejando esos desagradables pensamientos que provocaban que se sintiera ligeramente culpable.
Al llegar a la puerta trasera de la superfurgoneta de Jian, advirtieron que no quedaban sitios libres. A decir verdad, Jil ya estaba sentada sobre Charles a falta de espacio.
—Siéntate tú encima de tu hermana —le pidió Build a una de las gemelas.
Quedó un hueco libre. Bible, sin demasiados miramientos, se acomodó en él. Jackson, situado al fondo de la furgoneta, se giró hacia Build y agitó una mano en el aire, llamándolo.
—Puedes sentarte aquí —le indicó, señalando sus piernas.
Bible sintió que algo extraño comenzaba a bullir en su interior. Posiblemente, se trataba de una especie de rabia incomprensible. Así que, cuando vio que Build subía a la furgoneta dispuesto a sentarse sobre el idiota de Jackson, lo tomoó de la cintura y tiró de él hacia atrás, sentándolo sobre sus rodillas.
—También puedes sentarte aquí —dijo, sin saber demasiado bien por qué narices acababa de hacer aquello—. Seguro que no pesas nada —añadió, intentando reparar el estropicio.
Build no se movió. Y Bible descubrió que Jackson apretaba la mandíbula en exceso, enojado tras el resultado final. Charles, con la chica del pelo rosa acomodada sobre él, cerró la puerta trasera de la superfurgoneta, y Jian se puso en marcha, adentrándose en la carretera principal de la urbanización directo hacia Helthon.
El Mendigo les deleitó con una música desconocida, una mezcla de rock y reggae, y todos los que se encontraban en la parte trasera de la furgoneta comenzaron a beber, a excepción de Jackson y Bible . Este último se animó un poco cuando Build le tendió una botella pequeña y sin abrir de cerveza.
Aquello no estaba bien. Él no bebía. Pero recordaba que Build le había rogado que intentase comportarse como un chico normal de dieciocho años y supuso que, si todos allí se alcoholizaban, eso sería lo habitual y socialmente aceptado.
Casi podía escuchar el rechinar de los dientes de Jackson a distancia. Le sonrió, mientras dirigía una mano escurridiza por la cintura de Build, medio abrazándolo.
—Hay muchas curvas —le dijo. Y acto seguido fijó la vista en Jackson, deseoso de ver cómo reaccionaba al respecto.
Sus ojos destilaban una furia incontrolada.
A decir verdad, a Bible no le desagradó en exceso el hecho de llevar a Build sentado en sus piernas. Desde aquella posición (y gracias a lo suelto de su camisa), podía admirar la piel que quedaba al descubierto. Tenía aspecto de ser bastante suave, y eso a él le agradaba. Respiró hondo, observando la curvatura de sus hombros y cómo su cabello se agitaba frente a él al compás de sus movimientos. Olía a champú de frutas exóticas… olía bien.