Estoy enojada.
En serio no tienen idea de lo enojada que estoy. Justamente ahora, en este preciso instante, Alex esta quitándose la evidencia numero uno de la cara; El betún.
Si, la perra se acaba de comer mi cupcake, MIO, lo había guardado para el momento perfecto, y ella se lo comió. Ni siquiera lo había tocado, pero tenia que llegar ella como Juan por su casa y comercelo, ni pregunto, solo lo agarro y se lo trago todo. Ni una migaja dejo.
-Ay, ya deja de mirarme así.-Refunfuña a la vez que tira el papel del cupcake.- Me estas empezando a asustar.
-Pues que bueno.-Le saco la lengua y ella pone los ojos en blanco.
-Ahora olvida tu cupcake, no me hablaste sobre este tal William.-Tomo asiento a mi lado en el sillón y cruzo las piernas.- ¿Como la pasaron? ¿Como es?
Ya había pasado una semana desde que me había visto con William y milagro que esta chismosa no me había preguntado nada.
-Bueno, pues es guapo.-Siento como mis mejillas arden y Alex esboza una sonrisa.- La pasamos bien, estuvimos hablando un poco en el Starbucks, es de Londres pero se quedara un tiempo aquí, tiene veinticuatro, y creo que es lo único que te interesara saber.
-Oh vamos, dime algo mas, algo jugoso no lo se.
-Es dueño de una empresa, en Londres claramente, y es muy atento.-Muerdo mi labio al recordar los besos y caricias en su departamento.
-¿Se acostaron?- Como siempre Alex arruinando mi momento.
-No, fuimos a su departamento y nos estuvimos besando pero cuando yo quise dar un paso mas, el no quiso.
-¿porque? Maldito hijo de puta.
-No es nada malo, solo que antes me había preguntado sobre si queria una relación seria o sentimental, le dije que si y queremos ver si funciona algo entre nosotros.-Suspiro dramáticamente y continuo.-Quiere ir paso a paso.
-Bueno eso lo arregla todo, me alegro por ti Camila.-Me abrazo y yo a ella.
-¡Camila! ¡Ya llegamos!-Gritaron mis padres desde la puerta principal y yo corrí hacia ellos.
-Creo que alguien nos extraño.-Dijo mamá y yo le di un beso a la mejilla a los dos.-Mas te vale que te hayas portado bien y no hallas echo nada malo Camila.
Si tan solo supieras mamá.