Liam ya había vuelto de Londres y ahora mismo lo estaba esperando en un restaurante de comida Italiana. El plan original era que el pasara por mi, pero sucedió algo en su trabajo y tuvo que ir, se disculpo y me pidió que me adelantara. Y estaba enojada.
Me veía demasiado estúpida sentada esperando a que llegara, y lo comprendo, tenia trabajo, pero era inevitable que no me enojara. Trataba de ser comprensible con el pero simplemente mis impulsos me ganaban. Era la primera vez que lo veía después de casi un mes y el llegaría tarde.
Ya había pasado media hora desde que estaba sentada en la mesa y el no había llegado, estaba a punto de largarme cuando entro por las puertas con un elegante traje color negro, sus ojos azules se veían mas oscuros y unas ojeras adornaban debajo de ellos, rápidamente mi enojo se fue al verlo tan cansado. Me buscaba con la mirada y no me encontraba a lo que ponía una mueca triste pero cuando me localizo le sonreí y su semblante de relajo. No me había dado cuenta de lo bonita que era su sonrisa.
-Lamento la tardanza.-Dijo cuando estaba enfrente de mi y yo lo abrace- Lo siento.
-No importa.-Murmure en su pecho, levante mi cabeza y me pare de puntillas para darle un corto beso en los labios.- te extrañe.
-Yo también hermosa.-Me tomo de la cintura y me impulso para besarle.-Extrañaba esto.
-¿No estas cansado?.-Dije cuando nos separamos y estábamos sentados.-Te ves cansado, si no quieres estar aquí esta bien, podemos ir a mi casa y ver películas y pedir comida.
-No, te tuve esperando, lo ultimo que puedo hacer es esto.
-Liam, lo digo enserio, yo solo quiero estar contigo, no importa si es aquí o en mi casa, tambien quiero que tu disfrutes.-Negó repetidas veces.- Vamos... Daddy.-Lo mire con un puchero y batiendo mis largas pestañas.
-De acuerdo vamos, juegas sucio gatita.-Negó con una sonrisa y yo mordí mi labio- Pero ni creas que haremos trabajos sucios ¿Quedo claro?
Asentí y salimos del restaurante.