Estaba en clase de Literatura con Alex que no dejaba de parlotear acerca de un chico que conoció hace unas semanas, se notaba emocionada pero mi mente no estaba del todo centrada en la conversación.
-Y es muy lindo, se comporta de manera educada conmigo, me tiene comiendo de su mano.-Literalmente estaba babeando.
-Si te gusta ve por el.-Murmure de manera automática.
-Bueno dejemos de habla de mi.-Se recargo en su silla y me miro.-¿Como va todo con Liam?
-Bien, las cosas van bien.-Parpadee repetidas veces debido al sueño que tenia y apoye mi cabeza en el respaldo de mi silla.
-¿Y Dereck?
-No lo he visto, no desde el restaurant.
-¿Y como te sientes?
-Me siento genial Alex, me siento de la puta madre.-Dije sarcástica y Alex puso su cara de enojada.
-Solo te estaba preguntando bien.
-Alex, eso no se pregunta, tu sabes que estoy mal.
-Cuando quieres ser sangrona te lo propones.-Murmuro en voz baja y explote.
-¡Alex, Dereck volvió, y con el problemas!¿Como carajos esperas que me sienta?
-¡No lo se!¡Solo que no tienes que ser tan mala conmigo!
-¿Sabes algo? Se acabo.-Agarre mi mochila y sin avisarle a mi profesora me salí de la clase.
Se que fui muy grosera con Alex pero simplemente no me siento bien, no estoy con animo, solo quiero llega a casa y tumbarme en mi cama. Y si se puede no levantarme nunca mas.
Salí de la universidad y fui caminando a casa ya que mi coche estaba descompuesto. El aire era frió ya que estábamos a mitades de Noviembre.
-Hola muñeca.
-Lárgate.-Murmure sin ánimos mientras caminaba y miraba hacia el piso.
-Pero si acabo de llegar.-Lo mire por un momento y tenia una sonrisa burlona en sus labios.
-Por favor.
-No, es divertido molestarte.
-Dereck, enserio déjame tranquila.-Solloce y una lagrima de frustración salio de mi ojo derecho.
-No llores muñeca.-Hizo ademan de querer tocarme pero me aparte.
-No me toques.
-No decías eso hace unos años.
Guarde silencio al recordar todas esas palabras y caricias falsas, todo ese cariño que era solo una actuación de el, todo el maldito daño que me hizo. Tal vez en su momento me hizo sentir amada, pero luego todo fue dolor.
-Era una niña estúpida, ahora, largo.-Limpie las pocas lagrimas que tenia.
-Vamos muñeca, me sigues queriendo, acéptalo.
-No te quiero ni te volveré a querer.-Deje de caminar y me puse enfrente de el levantando mi barbilla para mirarlo a los ojos.-Eres un ser humano completamente repugnante, te odio por a ver arruinado mi maldita vida.
-¿Eres un poco contradictoria lo sabes?-Arrugo sus ojos y sonrió- Antes me decías que era todo lo que querías, que me amabas y que siempre estaríamos juntos, ahora me dices que me odias y que arruine tu vida.
-Porque lo hiciste.-Empezaba a ver borroso debido a las lagrimas que contenía.-Te amaba pero ahora no, no eres nada del hombre al que ame.
-Y tu siempre has sido una zorra por acostarte con mi mejor amigo.-Siseo con odio- Y a pesar de eso te sigo amando.
-¡YO NO SOY UNA ZORRA, TU MALDITO AMIGO ME VIOLO!-Espete enojada-¿LO ENTIENDES O QUIERES QUE TE LOS PUTAS DELETREE?¡ME VIOLO Y TU NO HICISTE NADA!¡SOLAMENTE COMENZASTE A AMENAZARME CON LOS MALDITOS VÍDEOS Y FOTOGRAFÍAS!¡ME GOLPEABAS SIN PARAR!
-¡TE DABA TU MERECIDO!-Grito en mi cara y yo me fui corriendo.-¡CAMILA VEN AHORA MISMO!
No le hice caso y seguí corriendo, podía escuchar como corría detrás de mi pero no me importó, corría limpiando las lágrimas que salían de mi ojos. ¿Como era capaz de decir semejante cosa? El era consciente de que su maldito amigo me violo, de que me drogó y se aprovechó de mi. Las lágrimas que salían eran de impotencia.
De la nada Dereck llego a mi lado y jalo mi brazo hacia el y junto sus labios con los míos. No lo bese, solo podía sentir cómo movía sus labios sobre los míos, trataba de separarme pero el era más fuerte que yo y me presionaba mi cuerpo con el suyo. En un momento deje llevarme por le beso y el aflojo su agarre dándome la oportunidad de separarme y darle una bofetada.
-En tu maldita vida vuelvas a besarme.-Espete con odio mientras el se sobaba su mejilla izquierda.
-Tu o me dices que hacer y que no hacer muñeca.-Sonrió cínicamente.
-Pues si no le haces caso te juro que pasaras un mal rato amigo.-Escuche su voz ronca, y si no fuera por el momento juro que se me hubieran bajado las bragas.