Alex.
Mila no queria hablar conmigo y eso me ponía triste a sobremanera, lo único que queria era apoyar a mi mejor amiga y no lo podía hacer por nuestra estúpida discusión. Había sido abusada otra vez y no me lo había dicho, y, probablemente esta embarazada. Solo quiero saber de ella. Así que me decidí ir a su casa.
Cuando llegue toque y abrió la puerta su mamá, me sorprendí ya que casi nunca esta en casa ya que se la pasa viajando con Marcus.
-Hola señora O´Kenny.-Salude con una gran sonrisa, falsa.
-Oh, hola Alexa, hace mucho que no te veo.-Me caga que me digan Alexa.
-Si... ¿Esta Camila?
-Si, queria hablar contigo sobre ella.-Se hace a un lado y me invita a pasar, lo hago.-Veras, ella no ha estado bien, la noto mas distante, apenas sale de su cuarto, no come, y siempre tiene los ojos hinchados¿Sabes que le pasa?
Si.
-No, pero si usted pasara mas tiempo en casa lo sabría.-Me di la vuelta y me fui a la habitación de Mila.
Aquí entre nos siempre he odiado a la mamá de Mila. La señora nunca esta, a su hermano también lo odio.
-¿Mila?-Toque la puerta y ella no contesto.-Se que estas ahí.
-Vete.
-No.-No espere a que me contestara y trate de abrir su puerta, pero estaba con seguro.-Demonios.-Susurre para mi misma pero se me ocurrió una idea.
Baje las escaleras y fui directamente a la cocina y agarre un cuchillo.
No, no la matare... O tal vez si.
-Trate de ser paciente Mila.-Metí la punta del cuchillo en el seguro y solo le di la vuelta, y listo, abierto.-Cam...
-¿Que quieres?.-Se cubrió con sus mantas hasta la cabeza y yo me senté en el borde de su cama.
-Quiero ayudarte, eso es lo que hacen las mejores amigas.
-Solo quiero morir...
Esta peor de lo que pensé.