Capítulo 2: Cole.
— ¡Te juro que lo vi!
—Si, claro y yo soy Zac Efron, eso no es posible.
Mientras yo estaba dando vueltas alrededor de la sala, él estaba acostado en un mueble con un tazón de palomitas y viendo una película de Netflix en su celular.
—¿Por qué es imposible? - Me crucé de brazos y le quite él celular.
—¡Hey! — Se quejó con la boca llena de palomitas.
—¿Por qué es imposible? ¡En todos los libros hay chicos hermosos! ¡Hasta en en el baño!
—¿Qué? ¿En el baño?
—Si...¿Nunca leíste el chico de la ventana del baño?, es muy buena, de hecho, ¡No me cambies el tema!
—Alex, los chicos guapos murieron hace años, ahora simplemente estamos infestados de monos, yo soy el único sobreviviente —Se encogió de hombros.
—¡Tal vez él no es de aquí! — Reproché.
—Puede ser...pero no — Bufé y rodeé los ojos — Ahora dame mi celular — extendió la mano pero se lo dejé a un lado, rodó los ojos y me fuí a mi habitación pisando fuertemente los escalones haciendo todo más exagerado.
Salí al balcón y me senté en la hamaca que tenía ahí, cerré los ojos mientras sentía él aire fresco en mi cara, todo era realmente tranquilizante cuando de repente sentí algo golpear fuertemente mi cara, abro los ojos inmediatamente y volteo hacia abajo.
—¡No seas floja y saca Mía a dar una vuelta!— La fulminé con la mirada y la boca abierta, ¿Quien se cree?— Y devuelve él balón o tus hermanos me matarán.
Si señoras y señores, mi mamá me acaba de lanzar un balón de fútbol a la cara, ¡Un premio por favor!
Bufé y fui por Mía al patio, Adam sigue en su mundo, así que no lo molesto en que me acompañe, de todas formas diría que no, es un flojo de primera.
Tomo a Mía y la amarro a su correa, o al menos lo intento, esta cosa es demasiado rara, mi mamá no quiso comprar un collar porque dice que se ahorca, así que siempre luchamos con la pechera.
—Sacaré a Mía — Le grito a Adam y él simplemente responde con un "Mhm"
Conecto los audífonos a mi súper IPhone 11 Pro Max nuevo de 500 GB, Nah mentira, soy pobre.
Después de diez minutos de estar caminando, comenzó Never Forget You de Zara Larsson y despues Pillow Talk, me sentí en un video musical, así que comencé a caminar bien exagerado mientras movía mi cabello con el viento, volteaba mi cabeza y caminaba en cámara lenta.
Seguí caminando toda dramática, cerré mis ojos y sentí un fuerte golpe en mi nariz, ¿Otra vez, enserio?
—¡Puta vida! ¡Todo me pasa a mi, carajo! — Grité y me quite los audífonos mientras me levantaba y sacudía mi trasero lleno de polvo.
—¡Lo siento mucho!— Escuché una voz disculparse.
—Li siinti michi — Repetí infantilmente mientras seguía sacudiendo mi trasero.
— De verdad, lo siento, ¿Estás bien?
—Di virdid — Volteé a ver a la persona y me quede en silencio mientras toda la sangre se iba a mi cara, si de por si era pálida, ahora parezco fantasma, era el dios griego de hace un rato; carraspeé. — Quiero decir...Si, claro, ¿Y tú? — cerré los ojos fuertemente y me di una cachetada mental.
— Uhm, si, creo, de verdad lo siento — Me sonrió y me derretí internamente.
—¡Que va! Estoy super bien, sana y salva — Reí estúpidamente y me voltee cerrando fuertemente los ojos, soy muy estúpida.
—De verdad estoy muy apenado, ¿Me aceptarías un helado?
—Oshe calmado checo, apenas y te conozco.
—No, no, no me refería a eso, tenemos muchos botes de helado en la nevera, puedes venir y te regalaré la que quieras, de verdad estoy muy apenado.
—Si, claro, pero, ¿Cuando entre no cerrarás la puerta y me secuestrarán, violarán y venderán en África?
—Eh...no — arrugó la nariz y se dio vuelta caminando hacia su casa que quedaba a unas cuantas casas de la mía.
—Así que...esta es tu casa eh.
—No, es una casa que no conozco pero tengo llave de ella—Respondió sarcásticamente.
—Muy gracioso — rodeé los ojos y se rió levemente.
—Iré por el helado, quédate en el sillón, si viene Cole no le hables, puede...intimidar a la gente.
—Nadie me intimida — murmure y me senté en el sillón, la casa era demasiado elegante, tenía grandes ventanales y el piso impecable de mármol, las escaleras relucían con un vidrio a un lado por seguridad, cuadros sumamente costos y alfombra en la sala, tenía miedo de caminar por miedo a ensuciarla, los sillones son unos rojos y otros blancos completamente, ¿Nunca se sientan o que?
Seguí inspeccionando la casa hasta que mis ojos chocaron con unos ojos gises, no unos lindos ojos grises, unos intimidantes ojos grises, esos que te hacen sentir desnuda y te arrebatan las palabras de la boca.
Me miraba frunciendo el ceño mientras se acercaba mas a mi, debe medir como un metro ochenta y cinco, es mas, dos metros, es verdaderamente altísimo, bueno, yo soy una pulga de 1.65, pero, es demasiado alto.
—¿Quién eres y que haces en MI casa?— dijo resaltando el "Mi"
—Eh, yo, yo, vine, choque, caí, dijo, vine...¿Helado? — Frunció todavía mas el ceño y cruzó los brazos mientras se acercaba mas.
—¿Quien eres?— su tono de voz era neutro, pero autoritario, parecía enojado, no sabía por que, pero me ponía los nervios de punta.
—A, A, Alex — Tragué saliva y estiré mi mano.
—Bien, Alex, lárgate de mi casa — hizo una sonrisa hipócrita y señaló la puerta.
Nerviosa y casi temblando asentí y a tropezones fui hacia la puerta.
—¡Espera! ¡Cole, deja de espantar a la gente! — rápidamente volteé y vi a el otro chico con un litro de helado de vainilla mientras fulminaba al tal "Cole" mientras él rodaba los ojos y se iba de ahí.
—Eh, yo, yo, mejor me voy — di media vuelta sobre mis talones pero me tomó del brazo dandome una medio vuelta haciendo que volviera a mi mismo lugar.
—Perdón por mi hermano, Cole puede ser algo... — lo interrumpí.