Bad boy, Good lips.

c u a t r o

Capítulo 4: Patch.

Anteriormente en the vampire diares...

¿Que? ¿No era aquí?...ah perdón.

(***)

 —Eh...no —Adam se cubrió la cabeza como reflejo cuando mamá levanto su mano en el aire.

—¿Que te pasa? — Mamá frunció el ceño.

—¿No me vas a golpear? — Adam bajó sus brazos.

—¿Que? ¡Claro que no! ¡Dame esos cinco! ¡Felicidades campeón!  

Si mi mandíbula no estuviera pegada a mi cuerpo en este momento estuviera en el suelo en estos momentos. Adam sonrió y chocó los cinco con Mamá mientras me veía con una sonrisa de superioridad.

—¡Eso no es justo! — chilló.

—Cierto — la sonrisa de Adam cayó al momento en el que ella dijo esas palabras-tienes que usar condones, puedo regalártelos todos, pero no quiero ni un solo embarazo, ¿Entendiste?

—Entendido — Hizo un gesto militar.

—Mamá, yo tampoco soy virgen — dije despues de un segundo, todos en la casa se quedaron en silencio, hasta Mía que estaba ladrando hace unos segundos antes, mi sonrisa cayó.

—¿Que acabas de decir? — Mamá estaba mas seria que nunca.

—Que...no soy virgen... —Tragué saliva.

—Alexandra, te juro que si no es broma te internare en un convento de clausura, me olvidare de que eres mi hija y no saldrás de ahí hasta los cincuenta años.

Mi mamá siempre ha sido machista, he tratado muchos años de cambiar eso pero ha sido en vano.

—...¡Pero claro que es broma! —una risa fingida y muy preocupada salió de mi.

—No da risa —Salió seria de la habitación y nos dejó a los cuatro solos, un silencio incomodo y tenso se reino la habitación.

—Yo...iré a mi habitación—Cameron y Dereck salieron de la habitación dejándonos solos a Adam y a mi.

—¿Quieres que me quede esta noche? — Adam se sentó en la esquina de la cama y tomo mi mano, simplemente asentí- Bien, iré a avisar a mi madre

Pueden decirme exagerada pero eso me dolió, es decir, mi propia madre apoya a más a mi mejor amigo que a mi, quiero decir, si fuera algo más grave, ¿De verdad dejaría de quererme como hija? Cuando dejas de ser virgen, obviamente no le cuentas a tu madre, pero tienes la mínima esperanza de que te apoye, no que te diga que dejaras de ser su hija, repito, no se si es verdad o solo estoy exagerando porque estoy en mis días; Además, ¿porque a los hombres les festejan y a las mujeres les juzgan?

-Listo, Sabes que ella te ama como seas, y ese insignificante detalle no cambiara la manera en la que te ama, ¿Sabes por que? porque eres su hija y quiere lo mejor para ti, solo fue el momento, ella te ama más que a nada -me abrazó y dejó un beso en mi frente, le devolví el abrazo y fui por mi pijama para ir al baño y hacer todas mis necesidades, ir al baño, quitarme los lentes de contacto, si, estoy medio ciega, lavarme la cara, los dientes y bla bla bla.

-¿Podrías apagar la luz?-pregunte tímidamente, sí, el se queda tantas veces a dormir que tiene un cajón con su propia ropa, y se que es extraño pero dormimos en la misma cama, al principio es incomodo, pero despues nos acostumbramos, el me quiere como una hermana y yo lo quiero como un hermano.

-Sí - fue a el interruptor de la luz, se acuesta a mi lado dándome la espalda, la cortina de el balcón estaba abierta, dándome una hermosa vista a la curiosa noche con su hermosa, deslumbrante y llena luna.

-¿Me abrazas?-una ligera risa salio de el, es una costumbre que tengo desde pequeña, siempre que dormía le decía a mi mamá que si me abrazaba, si yo dormía sola ponía una almohada en mi espalda, de hecho lo sigo haciendo, en pocas palabras le tengo miedo a la oscuridad.

- ¿Sabías que los hombres odian dormir de cucharita?

-¿Que? ¿De verdad?- pregunté confundida.

-Bueno, no tanto, solo si quitaras que tienes un brazos debajo de ella, que despues de diez minutos pierdes la circulación, está listo para ser amputado, tienes todo su cabello en la cara, además de una incomoda erección al despertar.

-Nunca había pensado en eso.

-Y luego dicen que los hombres no hacen nada por las mujeres.- dijo burlonamente y se rió un poco y me abrazó.

-Gracias- murmuré para despues caer en un profundo sueño.

Después de caer en un profundo y hermoso sueño en el que Patch venia por mi y nos enamorábamos, pequeños golpes me despertaron.

-¿Que mierda?-puse la almohada en mi cabeza para dejar de escuchar los malditos golpes.

-Psst, Alex, psst, se que me escuchas.-mis ojos se abrieron como platos, ¿Acaban de decir mi nombre? talle mis ojos y me levanté quitando con cuidado el brazo de Adam de mi cintura mientras abría el balcón y salía a el, una brisa fría me pego haciendo que tomara mis brazos.

-¿Patch, eres tú, mi amor? - de repente todo se vio negro.

Estaba en las nubes, oh por Dios, ¡Patch vino por mi! ¡Ahora estamos volando!

-¡Alex! - gritaron en un susurro a lo lejos.

-¿Si, Patch?

-No soy Patch idiota.- respondieron.

-¿Tobias, Cariño?

-No, no soy Tobias.-soltó un suspiro.

-¿Que? ¿No eres tobias? Oh, ya se...¡Peeta!

-Dios, dame paciencia, por que si me das fuerzas...¡La mato!

-¿Matar? Oh por Dios...¡Eres H!

-Sí, Alex, sí.

-Oh H. - suspiré.

De repente un liquido frío me lleno por completo, con una fuerte respiración me desperté y justo cuando iba a gritar una mano tomó mi boca, entré en pánico y mordí su mano mientras codeaba su estomago fuertemente, soltó un gemido de dolor y me reincorpore mientras tomaba una posición ninja.

-¡Dios Alex! ¡Eres una salvaje! - gruñó en voz baja.

- ¡¿Connor?! - Chillé - ¡¿Que carajos haces a las tres de la mañana aquí?!

-Son las ocho de la mañana, Alex.

-Da lo mismo. - Rodó los ojos.

-Quería enseñarte la hermosa vista de un amanecer pero la cagaste.

-¡Mentira! ¡Tú me lanzaste una piedra en la cabeza!




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