Badlands

Capitulo I: Prioridades

Badlands, capitulo I: Prioridades
(01/04/2029)-6:21 Pm, Av. Carter, Cuadrante V: Zona Segura.

Sin disculpas ni permisos, ya ibamos en plena via, la velocidad del auto no me dejaba cerrar los ojos, hasta mi alma estaba aferrada al asiento trasero aterciopelado en negro, mi corazon latia mas rapido de lo usual, tenia mucho miedo, apenas un dia llevo aca y ya presencie un asesinato presidencial, un robo y sospecho ser victima de secuestro.

–Disculpa, aun no oimos tu nombre, no recuerdo que Mao lo dijera –Venia del asiento del copiloto, una voz un tanto carismatica para el poco tiempo de contacto, pero no podia quedarme pensando, ¿debia responder con mi verdadero nombre?, pasados unos segundos vi su mirada reflejada en el retrovisor superior del auto, unos ojos color miel totalmente llamativos en su rostro palido.

–Norman Daves…–me maldije internamente, quien sabe que haria con esa informacion, me estaba volviendo loco, solo le di mi nombre, ¿Qué querrian de un trozo inutil de carne como yo?

– ¿Te sientes bien? Pareces algo cansado, esas ojeras resaltan mucho en tu rostro, perdona, pero yo ya estoy acostumbrado, lamento si no as podido digerir lo que paso ayer, literalmente solo te encontramos en plena habitacion. Tranquilo, las camaras de seguridad ya nos dijeron todo; tienes una responsabilidad muy enorme ahora…–Decia el sujeto de ojos miel, logro tranquilizarme solo con eso, pero otra sarta de dudas se atiborraban en mi garganta–. Hanibal, por aca, solo seran unos minutos…

–Como desee señor… –contesto el piloto, un hombre de edad avanzada con bigote gracioso, vestido de traje fino.

– ¿A dónde nos dirigimos? –pregunte con un poco de confianza atrevida, el Sr. Hanibal bajaba la velocidad, fui contestado por una leve sonrisa del coopiloto, sus ojos resaltaban mas en la oscuridad del tunel por el que pasabamos, mi piel se erizo.

–Solo arreglaremos unos papeles, no se le da el mando administrativo de un pais a alguien en un dia, aquí las cosas son un poco diferentes, vamos al Cuadrante V, algunos le llaman “La Zona Segura”–, el auto paro de golpe, el copiloto salio con un suspiro a medio acabar y yo aun con nervios pude abrir la puerta de mi izquierda y salir, me di cuenta con un sobresalto que se cerro sola cuando sali, desde el interior, Hanibal me mostraba su pulgar, asenti y corri tras el hombre palido–. Disculpame, aca todo va a mi ritmo, supongo que te acostumbraras, pero solo por hoy…

El hombre me espero, yo ya transpiraba por mi mala condicion fisica, pero mi chaqueta azul guardaba el secreto, asi que tenia el mando de esta region, vaya que esa si es una razon valida para desmayarse. No logro recordar nada, una radio, un disparo, un susurro… Es todo muy confuso, pero algo era seguro, esto se me escaparia de las manos como arena por mi ineptitud.

–Pue… ¿puedo ser sincero contigo? No creo que esto sea buena idea… No soy el más indicado para el trabajo, y ademas yo… Disculpame. Aun no se tu nombre.

–Albus Aiden, y… Norman, no te preocupes, como ya te dije: “Las cosas son muy diferentes aquí”, si esta ciudad no logra cambiarte, te ayudara a madurar, Badlands tiene esa mala costumbre–, Aiden me explicaba mientras andabamos por los pasillos de un edificio gris forrado de cristal oscuro, con las siglas “PNB” en la fachada, pasamos cubiculos, subimos asensores y ahí me atrevi a hacer la pregunta.

– ¿No tengo opcion verdad? Es obvio que esto no es lo que parece, hay algo aca que no cuadra aparte de mi… ¿No es asi?–, El asensor subia, y mi mirada se quedo estatica en los botones, Aiden sonria cada vez mas, mi incertidumbre podia olerse a kilometros, talvez esto le divertia de alguna manera. Su sonrisa parecia haber sido esculpida por griegos.

–La verdad es que… siempre hay algo mas, solo que esta vez, es mejor de lo que piensas –Las puertas metalicas abrieron, salimos y Aiden se quedo en medio pasillo, indicandome con la cabeza que debia seguir, ahora si tenia miedo, el pasillo tenia colores decadentes de brillo y el frio acababa con la sensibilidad de la punta de mis dedos, entre en el primer cubiculo. Solo para ver como una secretaria jugaba con sus pies encima del vacio sentaba en el andamio fuera la ventana, no pude ni distingir su pelo, salto al instante. Cubri mi boca con terror, comenze a sudar y cerre la puerta del cubiculo justo al instante ¿Qué mierda estaba sucediendo aquí?, mire a Aiden otra vez, este yacia de brazos cruzados, recostado en la pared frente al acensor, me indico con la cabeza que era mas adelante. Yo solo le hice caso, esta pesadilla estaria apunto de terminar.

–Pase adelante. –Escuche muy firme del otro lado de la puerta, abri con algo de pena, era un cubiculo un tanto elegante, mas bonito que los demas, el diseño grisaceo de las paredes parecian estampado de ojuelas de avena. La dama del escritorio solo me miro y su expresion cambio de inmediato, una seductora dama de edad madura, piel palida, cabello recojido, una falda corta y pegada violeta que cubria sus hermosas piernas perfectas, su rostro era adornado con un lunar sobre su labio un poco hacia la mejilla.

–Señorita… no se si entienda, pero…

–Vamos, no tengas miedo, ya toda la ciudad debe estar enterada de ti, cielo–, Decia mientras jugaba con un boligrafo sobre el escritorio–. A juzgar por tu cara debes estar preguntandote si alguien tan miserable como yo tiene un puesto de tanta altura en este lugar tan bizarro, debes estar preguntandote como funcionan las cosas aquí, o como puede existir un sitio asi…

–Señorita… usted, ¿me entiende verdad? Es la unica que no esta demente aquí, ¿verdad?




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