Una semana después...
Un curso casi nunca se va a llevar bien y este es mi caso, desde hace una semana hasta ahora solamente conversan, ríen y no dejan escuchar la clase, mis compañeros se enojan y empieza una pelea de palabras.
Por ejemplo ahora mismo esta habiendo una de esas discusiones.
Simplemente rodé los ojos con fastidicio, ¿acaso nunca se van a callar? Hemos hablado al profesor, él habla con los de directiva y ellos no hacen nada. Creo que al tener esos niños ricachones los de dirección no pueden decirles nada.
Aparte de eso esta Bae, ah. La semana que pasó era un nudo de nervios, de vez en cuando me lo topaba con los pasillos con su novia y eso realmente se me es incómodo, por lo cual tengo que bajar la cabeza como si estuviera viendo las carpetas que llego en mis manos en esos momentos.
Creo que pasar por el lado del chico que te gusta es una de las cosas que más ponen nerviosa a una mujer...
—¡Silencio!
El gritó del profesor nos sobresalto a todos, incluyéndome.
—Yaaa, profesor, no es para tanto —espondió otro de los nuevos con tono de burla.
Ay no, aquí vamos de nuevo.
—Porque no te callas tú mejor —mi compañero se da la vuelta y lo enfrenta—. Han estado hablando toda la clase, ¡¿no le enseñaron respeto?!
Mi compañero bufó con enojo volviendo a su posición inicial.
El otro quedo en silencio, lo volteamos a ver y estaba rojo, golpeó la mesa provocando que mi compañero se girará a verlo con su ceño fruncido.
—¡Tú!, maldito.
Se levantó de forma prepotente, pero en eso el profesor se interpone. Esto es lo que pasa todos los días y es algo frustrante querer aprender pero te encuentras con estas situaciones.
—¡Usted señor vuelva a su puesto y pongan atención, no los voy a dejar a salir al receso!
En eso la puerta es tocada y todos quedaron en silencio. El profesor masajeo sus cien soltando un suspiro y se encaminó para abrir la puerta.
—Señorita Min, no es algo tarde para entrar ya.
Dijo el profesor con cierta simpatía apoyándose en la puerta. Vaya, al parecer se le olvido el enojo por unos segundos.
¿Min? ¿Será la Min que conozco?
—Profesor Seok, tanto tiempo.
Respondieron desde afuera del salón.
No puede ser.
—Pase por favor y presenten se, tenemos nuevos compañeros.
Le pidió sintiéndose cansando a lo último que dijo, y no lo culpo, al parecer volvió a la realidad de que tiene más alumnos.
La chica paso al frente mostrando su piel bronceada. ¡¿Que se hizo?! Se ve tan bien, esta loca prefirió saltarse la primera semana de clases... bueno así es Min, al principio no la entendíamos porque hacía eso, pero una vez lo dijo:
"La carrera es tan estresante que prefiero tomar unas buenas vacaciones antes de entrar a clases y estar estresada medio año"
Y no la culpo, tenía completamente la razón.
—¡¿Me extrañaron?! —pregunta con una energía única en ella.
Yang Min, mi compañera desde que ingrese a este curso, chica de buena situaciónz economica. Simpática, loca y amiga de todos.
—Pensé que te quedarías a vivir para siempre en california —mi compañera dijo con cierta burla.
—Lo iba hacer, pero no puedo dejarlos solos, ustedes me necesitan —tomo su pelo y empezó a mover lo, pero luego frunció su mirada y vio hacia atrás—. ¿Y ellos qué, profesor?, ¿no es algo tarde para que ingresen compañeros nuevos?
Ella se cruza de brazos analizando la situación.
—Nuevos "amigos" —expreso el profesor con algo de sarcasmo—, preséntese por favor, señorita Yang.
Ella viró los ojos resoplando.
—Hola, soy Yang Min. Espero que nos llevemos bien —suspiró—, y no quiero problemas con mis amigos, no me hagan tener una mala impresión de ustedes.
Terminó de presentarse algo seca, sacando unas pequeñas carcajadas al resto que la conocemos.
—Lo que tu digas bombón.
Pero respondió uno de los nuevos, para después empezar a reírse de lo que dijo y en unos segundos el resto de los nuevos también se empezaron a reír y a silbar.
—Tarado —respondió Yang.
No le prestó más atención al tarado y empezó a buscar un lugar para sentarse, en eso su mirada cayó a mi lado, ella me ve y levanta sus cejas, animada chilló de mientras me hacía ceñas.
—¡Hae!
Gritó mi nombre llegando las miradas hacia mí incluso de las de mi Bae. Bajé la cabeza algo avergonzada.
Ay Yang, tan expresiva que eres..
Empezó acercase sonriendo, una vez que llego a mi lado corrió la silla y se sentó dejando salir su perfume Chanel. Puso sus cosas en la mesa para darme un gran abrazo.
Ella fue con la que más estable relación en estos tres años, la quiero como una hermana, ya que es dos años menor que yo.
—Hola nena, te ves radiante y -empezó a analizar mi rostro—. ¡Te pusiste maquillaje!
Sentí mi rostro calentarse a la vergüenza, a los tres años que llevo estudiando nunca había usado maquillaje, pero tengo una razón para hacerlo este año.
—Hola Yang.
Le saludo algo avergonzada porque Yang esta siendo muy... llamativa se podría decir.
—Te ves linda.
Le sonreí avergonzada, es la primera persona que se había dado cuenta.
—Gracias...
Jung no se había dado cuenta ya que por temas de horarios no la he podido ver, cuando ella se mete a estudiar puede pasar meses sin saber de ella.
En eso un golpe en la mesa nos hace llamar la atención, volteamos a ver y es el profesor que nos está mirando con una sonrisa floja con su rostro.
'Ahora sí, atención, por favor.
Asiento con mi cabeza y le miró atenta.
La clase pasó rápido y como no habían tomado en cuenta a la advertencia del profesor, todos pagamos por culpa de los otros. Así que no tuvimos receso para almorzar, nos tocaba todo el día esta materia.
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Editado: 10.01.2024