Baila para mi

Capítulo 2

Estuvimos ensayando la semana para la fiesta privada, no podía evitar estar nerviosa y ansiosa a la vez. Quería que todo saliera bien y no hubiera problemas, en especial para mí.

El día llegó, nos alistamos en el camerino y no fuimos ordenando hasta que anunciaron la hora de salida.

— ¿Has visto que solo son cinco hombres los que bailaremos?— Dice Amanda caminando a mi lado para ir a la tarima.

— ¿En serio?— Pregunta Laura.

—Sip, solo cinco— Suspiro nerviosa y nos alistamos para salir.

Siempre que hay fiestas privadas son varias personas como mínimo quince, pero esta vez solo le bailaremos a cinco.

La música empieza, me posiciono en el centro y empiezo a elevar mi voz. No logro ver al grupo de la despedida, ni siquiera se a quien le debo bailar hasta que estoy en la orilla y veo a los cinco en sillas individuales. Miro hacia el fondo y Andrew me hace señal de que debo concentrarme en el de medio. Bailo, canto. Muevo mi cuerpo hasta que termina la primera canción.

Los chicos de la despedida aplauden y silban pidiendo más. El escenario queda a oscuras y empiezo a elevar mi voz sin ninguna melodía, todo está en silencio y solo cierro los ojos dejándome llevar por la canción hasta que abro los ojos y la melodía empieza.

El grupo de chicas que bailamos somos cinco, incluyendo a Amanda. Dos se van a la izquierda y dos a la derecha y solo me quedo yo sola en el medio. Las chicas bailan y cantan y bajan del escenario y tres de seguridad se posicionan delante de mí formando una escalera con su cuerpo y otro me ayuda a bajar pisando sus espaldas. En ese momento seguimos cantando en medio de la pista de baile, cada una va tomando uno del grupo hasta que yo me acerco al novio.

Mi corazón late con fuerza, sigo cantando hasta que mis ojos se encuentran con los suyos, en ese momento siento que mi cuerpo se paraliza y me quedo sin voz. Las chicas cantan y yo me quedo callada mirándolo en silencio, no logro moverme, no logró ni siquiera respirar. No sé qué me pasa, jamás me había pasado una cosa como esa y Amanda se acerca rozando su mano por mi hombro para que me dé la vuelta y sigue cantando el coro hasta que puedo despertar y empiezo a cantar de nuevo. Me alejo unos pasos, muevo mi cintura de un lado a otro dándole la espalda hasta lograr tranquilizarme un poco mejor y me doy la vuelta, de nuevo esa mirada que me pone nerviosa y desvío la mía para no quedar hipnotizada por su presencia.

Ese hombre es hermoso, ni siquiera esa palabra queda bien para él. Tiene un aura que te perturba, que te deslumbra y hace que tu cuerpo tiemble. Sin poder esperar más me acerco hasta que mis piernas rozan las suyas y un escalofrío invade de nuevo mi cuerpo, me acerco tomando con fuerza el micrófono y le canto mirándolo a los ojos, él no deja de mirarme y observo como sus labios se abren soltando un pequeño gemido.

Mis manos tiemblan por tocarlo, me acerco más y paso una de mis manos por su hombro y lo toco y siento como su cuerpo se sacude por un momento ¿Acaso está temblando?

No lo soporto más y termino sentándome en sus piernas, sobre su regazo. Estamos cara a cara, sigo moviéndome pero sin restregar nuestras partes. Sus manos viajan a mis caderas y me sostiene con fuerza, trato de levantarme, pero él me lo impide haciéndome más presión. El equipo de seguridad se acerca unos pasos y lo miro diciendo que no con mi cabeza, necesito controlar esta situación antes de que se me vaya de mis manos. Le sonrió y me acerco hasta que nuestros labios están cerca y cuando siento que deja de apretar me levanto y me separo de forma brusca para seguir bailando. El hombre se levanta de su asiento, me asusto por un momento, pero uno de sus amigos le hace señas para que se siente y él lo hace, seguimos bailando con las chicas hasta que la canción termina y decido volver a la tarima.

Dos canciones más y termina el show. Al llegar al camerino mi cuerpo no deja de temblar, mis manos sudan y logro respirar tranquila en ese lugar.

Me siento en mi tocador y las chicas entran detrás de mí.

—¡Mierda! ¿Qué fue todo eso?— Pregunta Amanda a mi lado.

—¿De qué hablas? — Pregunto.

—No te hagas con la que no sabe —dice Amanda— —Por un momento pensé que ese hombre se iba a subir al escenario y te tomaría ahí mismo— Ruedo los ojos tomando un pañuelo para empezar a desmaquillarme.

—Deja de decir bobadas—

—¿Bobadas? — Grita —¡Por Dios! ¡Mujer, ese hombre te hizo el amor con los ojos!— Niego soltando una sonrisa.

—No fue así—

—¡Oh por Dios! — Andrew entra al camerino gritando y moviendo sus manos — ¿Dime que lo sentiste?—

—¿Lo viste? —Amanda y Andrew se toman de la mano y empiezan a saltar como locas.

—Ya, compórtense— Ruedo mis ojos y ellas se detienen mirándome.

—No puedes negar que ese hombre te puso mal— Dice Andrew y Amanda asiente. —¡Dios! Ese hombre...—

—¿Ese hombre que? —Ian entra al camerino cruzando sus brazos —¿Qué decías cariño? — Le pregunta a Andrew tratando de lucir molesto.

—Amor, ese hombre quedó loco por nuestra pequeña— Susurra moviendo sus pestañas.

—¿Acaso a ti también te puso como loca? — Amanda y las chicas reímos.

—La única que la pone como loca eres tú— Dice Amanda en tono juguetón.

—Eso sí— dice Andrew abrazando a su novio.

—Nena estuviste increíble— Amanda Carraspea —Todos ustedes estuvieron increíble— Dice rodando los ojos y las chicas aplauden.

—No tanto como ella— Dice Laura con burla — Nunca pensé que te fueras a sentar en sus piernas—.

—¿Le sentiste su cosa? — Pregunta Andrew y Ian golpea suavemente su hombro.

—¿La tiene grande? — Pregunta Amanda.

—¡Basta! No toque su cosa — Niego riendo. Aún no logro saber cómo fui capaz de sentarme en las piernas de un hombre.

—Vamos y cuéntanos—Amanda y Andrew se acercan y ponen sus manos en forma de súplica.



#2148 en Novela romántica

En el texto hay: humor, romance, drama

Editado: 27.05.2021

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