Todos gritan eufóricos un “Sí”
― Ahora toca Samba ― dice sonriendo
Luego de eso nos divertimos hasta que el DJ se cansó de buscar algo que no bailáramos.
― Gente. Me rindo. Me postro a sus pies por poder bailar más de quince géneros de música ― dice el DJ alabándonos al igual que los invitados de la boda. Por lo menos los que quedaban.
Ya eran las cuatro de la mañana y era hora de irnos. Le pedí su tarjeta al DJ y como prometí le di todo el efectivo que quedaba en mi billetera.
Debería ser presidente.
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Editado: 02.09.2018