En la última noche, mis compañeros hablan de ir a “Las Vegas”, no deseo ir. Pero Rachel demora mucho en contestarme, por lo que debe estar ocupada. Para no seguir aburriéndome ― ni deprimiéndome ―acepto ir a la ciudad del pecado.
Ya visitamos dos casinos y estamos camino a una discoteca.
Entramos. Una mujer me invita a bailar y la sigo. Es la mujer más caliente que eh visto en mi vida. “Pero no la más hermosa” dice mi conciencia. Bailamos pegados y el alcohol ingerido se me está subiendo algo rápido. Ella ríe y me jala hacia los baños.
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Editado: 02.09.2018