Bailando bajo la lluvia

La chica bajo la lluvia

Alexander

Debido a que la cena es en unas horas tengo que terminar los pocos pendientes en el bufete para poder estar tranquilo, porque si hay algo que no soporto es no tener control sobre las cosas, una de ellas es mi compromiso con Grecia, entre nosotros no hay amor ni nada de eso simplemente estamos comprometidos porque nuestras familias son amigas desde hace años es por eso que mi madre la adora tanto. Grecia sabe perfectamente que en mi no va encontrar un hombre cariñoso, detallista y todas esas cursilerías, ella sabe como soy y es por eso que no espera nada de mi, no voy a negar que tenemos sexo un par de veces para cubrir las necesidades que ambos tenemos al final somos seres humanos que disfrutan el placer que el sexo trae consigo, eso si no soy tan imbecil como para no usar proteccion, se perfectamente la consecuencia que eso puede traer así como también se que si eso llega a suceder las mas felices serian Grecia y mi madre. 

Después de un rato me dispongo a salir de la oficina para ir hacia la cena de celebración, preferiría mil veces estar en mi departamento viendo una película o dibujando en vez de tener que escuchar las conversaciones tan tontas que habrán sobre moda, perfumes, tacones y todas esas mierdas.

__ Joven Vanicci — escucho mi nombre y se que se trata de Carlos mi chofer y gran amigo.

__ Carlos ya te dije mil veces que no me digas joven ni me llames por mi apellido, sabes que para ti soy solo Alexander viejo amigo. — le digo con una sonrisa. 

 — Lo siento es la costumbre Alexander, sabes que llevo años trabajando para tu familia.— me responde un poco avergonzado.

__ Si pero ahora trabajas solo para mi y sabes que yo te considero un amigo no un trabajador mas por eso te pedi que dejaras Italia y vengas conmigo a Ny — le digo subiendo al coche. 

__ Está bien, esta bien me rindo Alexander — me dice riendo. 

— Así me gusta viejo amigo, te diría que me lleves a mi departamento pero sabes que hoy tengo la cena de mi nuevo puesto en esta ciudad. — le digo con pocas ganas.

__ Lo se, por eso tienes ese humor de perros__ dice con una carcajada.

__ Ni me lo recuerdes, sabes perfectamente que odio esas cenas y más si mi madre y Grecia se juntan para alardear sobre los nuevos zapatos que se compraron. — le respondo rodando los ojos.

— Suerte esta noche entonces_ me responde. Alex, nunca haz pensado en darte una oportunidad de verdad con la señorita Grecia?, ya se que no es tu tipo de mujer porque ambos tienen personalidades muy distintas pero sobretodo metas muy diferentes, pero no lo se quizás si se toman enserio esto quizás te sorprendas y termines locamente enamorado.— me dice mirándome por el retrovisor. 

— Carlos sabes perfectamente que este compromiso es por apariencias y que para mi el amor paso a segundo plano desde que me traicionaron, Lucca me dijo lo mismo hoy y te dare la misma respuesta que a él, no me interesa nada que tenga que ver con el amor, no confío en absolutamente nadie que no sean mis hermanos, mi nana y tú, sabes muy bien que mis padres no cuentan ya que nunca les importo lo que me pasara simplemente les importa el que dirán y el estatus social. — le respondo amargamente. 

Se perfectamente que no todos son iguales, que no todos traicionan a las personas que aman y muchos menos juegan con los sentimientos de estas, pero es difícil volver a confiar cuando dos de las personas mas importantes de tu vida se burlaron de ti y te humillaron de la forma mas cruel.

__ Alexander, te estoy hablando. — me dice Carlos mientras veo como la lluvia empieza acentuarse por el camino.

— Perdón, no te escuche estaba pensando en otras cosas, que me estabas diciendo. — le dije sin dejar de mirar la lluvia por la ventana.

— Te decía que tu nana llega hoy por la noche, la note entusiasmada cuando me llamo sus cosas ya están en tu departamento como ordenaste. — me respondió. 

Mi nana, que puedo decir de esa mujer que no sea que tiene mi corazón entero, es una de las personas mas importantes en mi vida cuando mis padres salían de viaje y mis hermanos se iban a sus clases extracurriculares o de intercambio era ella la que se quedaba conmigo, me preparaba mi cena favorita chocolate caliente con galletas de chips, me daba abrazos cuando me asustaba en la oscuridad entre otras cosas. Es por eso que cuando decidí mudarme de país lo primero que pensé fue en mi viejita linda y por supuesto en mi viejo amigo Carlos, dejo de lado lo que estoy pensando cuando el auto frena de golpe y me golpe la cabeza con el capote de este.

__ Carlos que sucedió, estas bien? — pregunto alarmado.

__ Si estoy bien, ire a ver lo que sucedió, quizás las ruedas del coche no respondieron debido a la lluvia. — me respondió cuando salió del coche.

Cuando estoy por responderle si necesita ayuda, mi mirada va hacia la chica con la que conversa, es una chica de estatura baja, con cabello castaño, veo que sonríe cuando Carlos le dice algo y luego se va tomando el autobús que paro en la estación.

__  ¿ Qué paso Carlos? — le pregunte irritado debido a que me di cuenta que ya iba tarde para la cena y lo que mas odio es la impuntualidad. 

__ La chica venia bailando y un poco distraída, por eso no se dio cuenta del coche. — me respondió de forma chistosa.

__ A quien se le ocurre bailar bajo la lluvia y ensuciar toda su ropa por el amor de Dios. — le digo rodando los ojos.




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