Bailando entre emociones

Capítulo 15

—Kael... necesito que hablemos —dijo Anna con un tono bajo, como si le costara enfrentarse a lo que estaba a punto de decir.
Kael sintió cómo su corazón latía con fuerza. Había estado esperando este momento durante semanas, pero el miedo a lo que pudiera decirle lo paralizó por un segundo. ¿Le iba a confirmar que su decisión de alejarse había sido definitiva, no solo en el baile, sino en todo lo demás?
—Dime —murmuró, tratando de mantener la calma mientras por dentro todo se desmoronaba.
Anna respiró hondo y bajó la mirada. Kael notó el temblor en sus manos, la forma en que mordía ligeramente su labio, un gesto que él conocía desde siempre. Era su manera de intentar controlar sus emociones cuando no sabía qué hacer. Y esa era la Anna que siempre había conocido: vulnerable, pero fuerte al mismo tiempo.
—Me equivoqué, —dijo finalmente—. No puedo seguir así. Lo que hice... alejarme de ti... fue un error. Pensé que podía manejarlo, que era lo mejor para nuestra carrera, pero ahora me doy cuenta de que tú eres lo que realmente me importa. —Anna levantó la vista y lo miró directamente a los ojos, con arrepentimiento—. Te necesito.
Kael se quedó en silencio, procesando sus palabras. Anna sintió que cada segundo de su silencio era una eternidad. Seguro estaba ofendido y no iba a perdonarla, pero cuando finalmente habló, sus palabras la llenaron de alivio.
—Yo también te extrañé. No ha sido lo mismo sin ti.—Su voz fue suave, cargada de una sinceridad que Anna había anhelado escuchar.
Anna lo miró con los ojos brillando, y Kael sintió cómo sus propias emociones comenzaban a desbordarse. Nunca había sido bueno hablando de sus sentimientos.
—Terminaré la competencia con Luca, porque es lo correcto —continuó Anna—. Pero cuando todo esto termine... quiero volver a ti. Volver a ser nosotros en la danza.
Kael asintió lentamente, con una sonrisa que crecía al escucharla. Su corazón, que había estado en pausa todo ese tiempo, latía con una fuerza renovada. Sabía que la competencia debía seguir, pero también sabía que, finalmente, él y Anna estaban en el mismo lugar emocionalmente. Y eso era todo lo que importaba.
—Te estaré esperando, Anna. Como siempre lo he hecho.




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