El estudio estaba casi vacío, salvo por Anna y Kael, que ensayaban en silencio bajo la luz tenue del atardecer. Las ventanas dejaban entrar un suave resplandor dorado, pintando sombras largas en el suelo de madera. Había pasado un año desde su gran victoria, y aunque el trofeo aún decoraba un rincón de la sala, ya no era lo que más les importaba.
Anna se dejó caer sobre el suelo, agotada pero satisfecha. Kael se sentó a su lado.
—Hace un año estábamos en esa gran final —comentó Anna, recordando la intensidad del momento.
Kael sonrió.
—Sí, y no sé cómo no me desmayé de los nervios —bromeó, haciéndola reír.
Anna lo miró y negó con la cabeza, aún sonriendo.
—Nunca pensé que llegaríamos hasta aquí, ¿sabes? —admitió—. No solo en el baile, sino... en nosotros.
Kael se quedó en silencio por un momento, procesando lo que ella había dicho. Finalmente, giró su cabeza para mirarla directamente.
—Sí... ha sido todo un viaje, ¿no? —dijo, con una pequeña sonrisa—. Pero no me arrepiento de nada. Cada paso nos trajo hasta aquí.
Anna asintió, mordiéndose ligeramente el labio inferior mientras miraba hacia sus pies descalzos.Ya no eran los mismos. Habían crecido juntos, enfrentado sus miedos, y ahora estaban más fuertes que nunca.
El silencio volvió a llenarlos, pero era el tipo de silencio que ya no necesitaba romperse. Anna apoyó su cabeza en el hombro de Kael, y juntos, miraron cómo el sol caía lentamente por el horizonte, sabiendo que el futuro era suyo para escribir.
—Entonces, ¿mañana qué toca? —preguntó Kael, rompiendo la calma con un toque de humor en su voz.
—¿Bailar?
Kael soltó una carcajada, levantándose y le ofreció la mano para ayudarla a ponerse de pie.
Anna tomó su mano, pero en lugar de levantarse, lo atrajo hacia ella, haciéndolo inclinarse un poco más cerca. Kael se quedó quieto, sorprendido por el gesto, y cuando la miró, sus ojos se encontraron.
—Sabes... —murmuró Anna—. También podemos hacer algo más que bailar.
Antes de que Kael respondera, Anna acortó la distancia hasta que sus labios se encontraron en un beso suave y tierno.
Kael correspondió de inmediato, y la sostuvo con firmeza, mientras el último rayo de sol desaparecía por completo.