Mi tobillo molesta un poco, pero aun así puedo caminar correctamente. Me quedo de pie en la entrada de la cocina para escuchar atentamente con discreción.
──¿Lograste que se levantara a hacer cualquier cosa que no sea ir al baño o comer? ──pregunta Cristian.
──No. ──May suspira──. Y creo que es mi culpa, le mostré ese anime y ahora ella está hipnotizada con cada capítulo, a pesar de que se queja con cada uno.
──¿Y si la animas a comprar algo que tenga que ver con eso?
──Solo quise intentar una vez el convencerla de salir de aquí, y me gruñó de una manera que me dio miedo a que me matara. ¿En dónde esconde ese carácter debajo de esa ternura?
Cristian ríe.
──No la has visto molesta, es tan sexy. ──Mi rostro se calienta al escucharlo.
──No me digas esas cosas, por favor ──responde en una queja──. Ahora no es sexy, da miedo.
──A ti te dará miedo, a mí me encanta.
──¿Puedes, por favor, tomarlo en serio?
Cristian guarda silencio unos momentos.
──Lo lamento, es que… ──Suspira──. No sé cómo hacerla sentir mejor, sé que tampoco la puedo presionar, pero… no me gusta verla así de triste. Está más decaída que cuando la conocí.
──Se le pasará, Cristian. Solo debemos ser pacientes y hacerle compañía. Si lo que me comentas es así en verdad, entonces ella no está acostumbrada a recibir apoyo. Debe ser la primera vez que deja salir su tristeza y puede que se sienta incómoda.
Bajo la mirada, la verdad sí que me siento incómoda.
No sé cómo recibir el consuelo que me están brindando. Me tenso de forma casi automática cada vez que ellos se acercan a mí con tanta ternura, me hace sentir extraña.
──¿Qué sabes de sus padres? ──cuestiona May en una voz más baja.
Aquello me pone alerta.
Cristian vuelve a suspirar.
──Ellos… les llamé el domingo mientras ella dormía, y fue la primera vez que discutimos. ──Mi corazón se acelera──. Estaban super molestos de que Rebeca no los llamara para decirle de la caída, me dijeron que en lugar de aislarla debo hacer que les hable a ellos.
──Pero… ──responde May──. ¿Ellos que esperan? ¿Qué la presiones a hablar cuando no quiere ni levantarse de la cama?
──Yo no sé qué concepto tienen ellos del proceso de sanación, pero les ofendió que Rebeca no ha querido hablar con ellos sobre lo sucedido. Intenté explicarles que ella necesita tiempo, pero no quisieron escucharme. No son los más pacientes del mundo. ──Se queda en silencio unos segundos──. Eso me costó más puntos con ellos.
──No lo entiendo, ¿por qué te costó puntos? Estás respetando los límites de Rebeca.
──Pues no lo sé, solo sé que me odian. ──Mis ojos se llenan de lágrimas──. Discutimos por eso, porque me harté. Les pregunté qué es lo que quieren que haga, porque nada de lo que hago parece gustarles. Todo para ellos tiene un significado oculto o tiene segundas intenciones.
──¿De verdad discutiste? Tú… no eres así.
──Sé que no lo soy, y me avergüenza haber sido tan grosero. Pero es que ya no sé qué hacer ──admite──. Quiero que me escuchen, pero no lo hacen. Ellos… no son malos, May…
──¿Cómo que no lo son? Cristian, no seas…
──No soy ingenuo, te digo la verdad. No son malos, solo no saben llegar a Rebeca. Sé que su mamá lo intenta con todas sus ganas, pero sigue equivocándose. El problema es que me están culpando de todo. Se ofenden cuando intento explicarles cómo entender a Rebeca. ──Otro silencio──. También me dijeron que, si no soy capaz de hacerla sentir mejor, es porque estoy fallando como pareja.
──¿Qué diablos tienes tu que ver? Sabes que eso no es cierto.
──Sé que no, pero aun así eso me hizo sentir mal. Supongo que es un super poder por parte de ellos. ──El tono dolido de Cristian me destroza──. No debí hablarles como lo hice, porque ahora lo que me preocupa es lo que vaya a pasar cuando Rebeca les hable. Porque a mí me dijeron de todo por hablarles de esa manera, no quiero ni imaginar lo que le dirán a ella.
Cierro los ojos con fuerza, intentando no llorar por eso. Hasta Cristian sabe las consecuencias.
Yo puedo decir lo que me dirán, que él no es el indicado para mí si no es capaz de hablar con ellos con normalidad o algo así. Puedo escucharlos desde ya diciéndome que la relación no llegaría a ningún lado, que me apresuré en ella y que solo es cuestión de tiempo para que se termine.
Luego de unos segundos, Cristian dice unas palabras que me rompen el corazón.
──¿Y si de verdad yo soy el problema, May? ──pregunta con la voz rota──. ¿Y si tengo que dejarla ir para que pueda ser feliz con su familia?
Aquello me hace soltar un sollozo, coloco mis manos sobre mi boca para amortiguar el sonido, pero fue en vano. Sé que me escucharon.
Cristian sale de la cocina, y al verme allí se ve completamente culpable.
──Rebeca… ──Intento irme de allí, pero él me levanta en brazos──. May, cierra la puerta cuando te vayas. ──Comienza a caminar a la habitación.