──¿Sabes lo mucho que intenté hacerme notar? ──le cuestiono a Cristian, arrastrando las palabras mientras tomo su rostro con firmeza.
Estoy completamente mareada, girar la cabeza es perder el equilibrio aun estando sentada. Por lo que, sin poder resistirme, terminé por subirme a las piernas de Cristian para verlo fijamente, riendo por cada gesto, comentario o mirada que me echaba.
──¿Ajá?
──Sí. ──aseguro, tomando otra botella──. Te lo juro, siempre quise intentar hablar con naturalidad, quería que mis primas me hablaran como se hablaban entre ellas. Pero siempre se iban, supongo que no era tan interesante.
Cristian intenta quitarme la botella, pero no lo dejo.
──Ballerina, con calma…
──¡Deja que me divierta! ──Rio con ganas──. Esto es divertido, jamás me había sentido tan ligera.
──Nunca la había visto tan conversadora. ──habla Mario, quien se había sentado donde yo estaba momentos atrás.
──Es interesante hablar, ¿por qué nunca lo hago? ──le pregunto sin entender.
──Te falta confianza, Ballerina.
──¿Más confianza todavía? ¿No te basta con la que tengo ahora?
──Estás ebria.
Rio con fuerza.
──No lo estoy.
Ahora él ríe.
──Lo estás, hermosa. ──Acaricia mis piernas──. Me gusta más tu confianza cuando estás sobria.
──No la tengo.
A pesar de que le dije eso, le quito los lentes y me los pongo. Aquello hizo que arrugara los ojos justo como él lo está haciendo con los suyos por no tenerlos puestos.
──Te puedes dañar la vista, Ballerina.
──¿Cómo me veo?
──Te ves hermosa, pero te puede doler la cabeza. ──Tomo otro trago de la botella sin dejar de verlo, parece ponerse nervioso por eso.
──¿De verdad no te gusta? ──Acerco la botella a su rostro y él niega──. ¿Ni siquiera un poquito? Me hubiese gustado beber contigo, pero si no te gusta…
Suspira.
──No es lo mío, pero… ──Para mi sorpresa, toma una de las botellas y la abre con una sola mano. Hasta Mario lo observa incrédulo──, solo una, ¿sí?
──No quiero obligarte…
──Tranquila, solo una. No me molesta. ──Bebe de ella, arruga la nariz de una forma tan adorable que apenas aparta la botella deposito un beso en la punta.
Lo siento tenso, lo que me motiva a subir la mano y acariciar el lado izquierdo de su rostro con suavidad. Él gira ligeramente la cabeza para besar la palma. Es demasiado adorable.
──¿Por qué no me hablas de los circuitos analógicos y digitales de tu proyecto de la universidad? ──le propongo a Cristian como si fuera una propuesta indecente.
Escucho a Mario reír.
──¿Cómo puede decir eso en ese estado? ──pregunta.
Y sin pensarlo volteo a verlo, las palabras saliendo de mi boca sin que pueda detenerlas.
──¡Tengo que aprender! ──balbuceo──. Me encanta la manera en la que me mira cuando le digo estas cosas, me hace sentir irresistible.
──¿Te hago sentir así? ──pregunta algo avergonzado.
──Sí. ──confieso soltando un hipo.
──Chica con dueño. ──Giro hacia Mario, al mover mi cabeza tan rápido que comienzo a marearme. Cristian me sostiene con firmeza al notarlo──. Eres muy interesante en ese estado, ¿por qué no me cuentas un poco de mi amigo?
──Mario, no te aproveches de ella ──gruñe mi pelirrojo.
──Deja que hable ──le responde sin apartar la mirada de mí.
──¿Qué quieres que te cuente? ──le cuestiono, me quito los lentes para verlo con atención, llevándome una de las varillas de los lentes a la boca para morderla ligeramente.
Mario se paraliza, le sonrío de forma boba y él enrojece sin apartar la mirada.
──Ballerina, eh… mis lentes… ──Lo ignoro, causando que él se dirija a Mario── ¡Hey! No la veas así.
Niego con la cabeza al mismo tiempo que Mario aparta la mirada y toma de su propia botella.
──No pienses mal, mi chico rápido ──digo──. Me está viendo así porque me tiene envidia porque estoy en tus piernas y él quiere estar en ellas.
Ambos comienzan a quejarse al mismo tiempo, horrorizados. Cada uno en algo diferente.
──¡No me digas chico rápido! ──dice Cristian.
──¡No me quiero sentar en sus piernas! ──exclama el otro.
Coloco los lentes en el escote de mi blusa y Cristian baja la mirada de inmediato.
──Acércate, Mario ──pido riendo──. Si quieres besarlo, solo pido ver.
──Muy bien, suficiente. ──Ahora es Mario quien me quita la botella.
──¡Hey!
──Creo que si esto sigue así se nos irá de las manos, mejor hablemos de López como te pedí desde un principio. ──Rio entre hipos, Cristian me mira con diversión mientras termina su botella──. ¿Qué es lo que más te gusta de él?