Bailando Hacia Ti (colección: Cde #1)

Capítulo LIV

──¿De qué? ──pregunto con la mayor calma que puedo.

──Tu mamá… me contó lo del incidente del celular. ──Me paralizo. Él besa mi mano con ternura──. Ballerina… no tienes nada de qué avergonzarte.

──Preferiría no hablar de eso… ──susurro, bajando la mirada.

──Rebeca. ──Mi rostro se contrae al oír mi nombre en su voz tan suave──. Lo que sentiste, lo que escribiste… no fue malo. Fue real. Fue humano.

──Eran mensajes… demasiado explícitos, Cristian. Me da vergüenza recordarlo.

──No te avergüences por sentir. Por explorar. Eras una adolescente con emociones que apenas comenzabas a entender… y nadie te ayudó a navegarlas. Y después de todo lo que viviste con Michael, necesitabas algo de luz. Necesitabas sentirte viva. Eso no te hace débil, te hace humana.

──Nadie me lo ha dicho así. ──confieso, con la voz rota. Pongo mis manos sobre las suyas, apoyadas en mi rostro. Nadie… me ha hablado con tanta comprensión sobre ese tema.

Ese tema quedó enterrado en mi familia como si fuera un pecado, pero yo me quedé atrapada en la vergüenza. Me sentí sucia, como si fuera una cualquiera. Desde entonces, me dio miedo el contacto, las caricias… hasta el cariño.

──¿Cómo era él? ──pregunta con cuidado. Me remuevo incómoda──. No lo pregunto por celos, Ballerina. Solo quiero que puedas hablarlo. Que puedas soltarlo. Además, no creo que sea tan raro como mi única ex.

Suelto una risita.

Me muerdo el labio dudando entre si decirlo o no, pero él me mira con una calma que me abraza. Por primera vez, me animo a soltarlo.

──Se llamaba Brandon. Era un chico muy agradable, divertido. Éramos amigos. Pero un día comenzó a acercarse más… y yo pensé que le gustaba. Que era correspondida. Pero resulta que estaba enamorado de mi prima.

Cristian entorna los ojos.

──¿Está ciego o qué? ──se queja, y no puedo evitar reír.

──Me dio un collar para que se lo entregara a ella. ──Sonrío con tristeza──. Fue... interesante.

Pero la sonrisa muere pronto.

──La cosa es que, poco después, tuve un sueño… muy explícito.

Me avergüenzo. Cristian toma mi mano con suavidad.

──Tranquila.

──Lo escribí todo y se lo conté a una amiga. Pero no lo borré del chat, lo dejé allí. Y ya sabes el resto…

──Lo lamento, Ballerina. ──me dice mientras masajea mis hombros. Su gesto me alivia un poco.

──¿Por qué mamá te dijo eso? Ellos… siempre se ponían a la defensiva cuando ese tema salía a flote. Ni siquiera se disculparon conmigo.

Cristian hace una mueca.

──¿Nadie? ¿Ni una sola disculpa? ──pregunta, y niego con la cabeza. Se nota que eso le molesta──. Bueno… tu mamá me lo contó porque quería que entendiera el origen de todo. Dijo que se arrepiente. Sé que quiere disculparse.

Mi corazón late más rápido. Una disculpa... eso significaría tanto para mí.

Al verlo algo cabizbajo, recuerdo la cámara. Le pido que me pase mi bolso, que estaba en el mismo sitio donde lo había dejado antes del accidente. Quise mostrarle la grabación del solo. Cristian se acurruca a mi lado y reproduce el video, se queda en silencio mientras ve y escucha la canción que había elegido para esa ocasión.

──Le ibas a dedicar ese solo a tu papá ──murmura con tristeza.

Yo asiento.

──Quería… desahogar de alguna manera mi tristeza por nuestra mala relación.

Cristian besa mi frente.

──¿Se lo dirás?

Me muerdo el labio.

──No. ──digo y oculto mi rostro en su cuello──. Y… te agradeceré que dejes de insistir tener una buena relación con él.

──Pero…

──Déjalo Cristian ──pido de forma cansada──. Quiero concentrarme en la vida que tengo por delante, ya pasé mucho tiempo suplicando su atención. Estoy cansada.

Sus brazos me rodean con fuerza.

──Si es tu decisión, la respetaré, Ballerina. ──dice y besa mi cabeza──. Lamento que haya terminado así, pero… prometo poner todo de mí para hacerte feliz. Te cuidaré y protegeré por encima de todo.

Levanto la mirada para verlo.

──Ya lo haces.

***

Ya pasó un mes desde que me dieron de alta y estaba en el apartamento con una pesadilla, desarmar una laptop.

Por quinta vez desde que lo conozco, la laptop de Mario había dejado de funcionar. Esta vez no bastaba con una actualización del sistema operativo y renovar los antivirus, simplemente porque ya ni siquiera encendía. Ahora me tocó abrirla y desentrañar que era lo que estaba mal para poder ver si tenía vida.

La cosa no pinta bien.

De por sí desarmar una laptop siempre me ha parecido una pesadilla, por todos los tornillos y cada pequeña cosa que debes tener en cuenta, porque de lo contrario si lo haces mal, puede que al momento de volverlo a armar te sobren piezas.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.