Gabriel no asistió a clases. Carlos estaba enterado del motivo, pero los demás. Ni siquiera Tito, quien es el vicepresidente del curso. Gabriel le había pedido que lo reemplace como presidente por una semana, ya que él tenía que viajar a Celestina por un motivo personal y de salud. Carlos, sintiendo mucha empatía por él y su asunto, aceptó encantado.
Todos insistían vorazmente a través de WhatsApp en querer saber por qué Gabriel había faltado a la universidad. Carlos respondió de esta manera:
-"No estoy autorizado para dar esas explicaciones, tampoco es muy importante como para que se alarmen. Gabriel regresará la próxima semana y volveremos a la normalidad. Ahora, no me gusta mucho la idea de ser presidente de este curso, así que les pido que cualquier tema relacionado con el curso, hablen con Tito. Yo sigo siendo un compañero más del aula."
Tito llamó al celular de Carlos.
-¿Hola?
-Carlos, quisiera saber cómo harás para estar presente en las reuniones de presidentes del curso, cuando ya es bien sabido que Joaquín Vélez es el soberano de sexto semestre.
-Tengo el respaldo del coordinador, así que no me preocuparía por lo que haga Joaquín.
-Aún así, podrían tomarte por sorpresa y hacerte daño.
-Voy a estar bien, Tito. Te lo aseguro.
-Bueno. Si necesitas algo, me avisas.
-Lo haré. Cuídate.
-Igualmente.
Cortó la llamada.
*****
El viernes en la tarde, después del entrenamiento, Ronaldo invitó a Carlos al cine.
-Sí, no hay problema. Antes debo ir a cambiarme.
-Yo también. Te veré allá a las ocho.
-Ahí estaré.
-Te estaré esperando, Carlos.
Ronaldo se aleja. Gabriel se acerca para decirle:
-Ya te agregué al grupo del proyecto final, Carlos.
-Te lo agradezco mucho, Gabriel. Me has salvado de la vergüenza.
-No es necesario. Aunque no sé cómo piensas decírselo a John.
-Encontraré la manera de decírselo.
-Está bien. Nos vemos mañana.
-Igualmente.
Carlos se va caminando a su casa.
John y Milton fueron a visitar a Carlos.
-Hola, compañero. ¿Tienes un minuto?
-Sí. Pasen, por favor.
Ellos ingresaron y se sentaron en unos sillones.
-¿Cómo supieron dónde vivo?-preguntó Carlos un poco confundido.
-Ronaldo nos dio tu dirección. Aunque al inicio no quería hacerlo.
-Me imagino. Bueno, ¿a qué han venido?
-John me contó que estás buscando la respuesta del misterio.
-Se supone que era un secreto.
-Lo siento, Carlos. Pero Milton insistió demasiado.
-No vengo con malas intenciones, Carlos. Yo puedo asegurarte que la rivalidad entre Dorian y Joaquín es una cortina de humo. Hay algo más oscuro detrás de eso.
-¿Hablas en serio, Milton?
-Sí. Y estoy muy seguro como para decirte que ellos no son los únicos involucrados.
-¿Quieres decir que hay más dentro de esto?
-Sí. Y poco a poco irás descubriéndolo.
-Aprecio mucho que te interese colaborar, pero tú debes estar pendiente de tu novia.
-¿Sabes que soy novio de Lisette?
-Me pude dar cuenta desde el primer día. Tienen un hijo, ¿verdad?
-Sí. Se llama Ronny.
-Ve a cuidarlos y no estés dentro de esto. Creo que basta y sobra con la ayuda que tengo de Francis, Gabo y John.
-¿Francis se metió en esto?
-Él quiso participar y no pude negarle ese derecho.
-Bueno, sin nada más que decir, me retiro. ¿Te quedas, John?
-No. Carlos, deberías al menos reconsiderarlo.
-Siento que no te conozco bien, John Freire.
-Nos vemos el lunes en clase.
Salieron del lugar. Carlos cerró la puerta.
*****
Francis estaba esperando a alguien en una esquina. Estaba arrimado en un poste. Carlos logra reconocerlo desde lejos. Lo toma de sorpresa.
-Hola, Francis.
Él regresó a verlo.
-Hola, Carlos. Me hiciste asustar.
-Perdón. Oye, ¿a quién esperas?
-A mi novio.
-Ah, ya. A buena hora que te encuentro.
-¿Me estabas buscando?
-Sí. Pero siempre te vas pronto después del entrenamiento.
-Siempre soy así, Carlos. En fin, dime lo que quieres decirme.
-¿Has podido hallar alguna pista sobre el caso?
-No. La verdad es que no debería estar buscando eso porque soy del Comité de Disciplina.
-Por favor, Francis, ayúdame.
-Carlos, eres temporalmente el presidente del curso. No te metas en líos ni pongas en medio del peligro a tus compañeros.
-Esa no es mi intención. Yo los aprecio aunque sean distintos a mí. El misterio de Carla Vélez es un tema que no debe quedarse en el olvido.
-Lo sé. Jossimar aseguró que no se dejaría pasar por alto esto. Lo único que no podemos hacer es presionarlo para dar su declaración.
-Bien. Nos veremos mañana en clases.
-Cuídate mucho, Carlos.
Roberto le informó a Carlos lo siguiente:
-Francis fue herido ayer por un sujeto sospechoso. Al parecer estaba por Lausinne a eso de las doce y treinta de la tarde.
-Pero yo estuve por ahí y conversé con él un poco.
-Entonces debió ser después. Creo que andaba con su novio.
-¿Quién es su novio?
-Se llama Matthew. Estudia Comercio Internacional en esta universidad. Él y Francis viven juntos desde hace mucho tiempo. De un rato a otro se hicieron pareja.
-¿Y dónde está él?
-En clases, supongo. Y si quieres ir a visitarlo, le pediré a Sebastián que te lleve.
-¿Por qué a él?
-Porque le caes bien.
-No es cierto. Sebastián me detesta por alguna razón.
-Yo no creo que sea así. Este asunto de ser el nuevo y la pérdida de una compañera fue una mezcla de emociones que nos dejaron en la nebulosa y no sabíamos cómo responder.
-Tal como me pasó en la anterior universidad.
-Eso es algo que nos gustaría saber.
-No creo que quieran. Es muy personalizada. Demasiado subjetiva e irracional en un límite moderado.
-¿Se lo has dicho a John?
-No. Tampoco a Gabo.
-Mejor es que sea así. No se causarán más problemas con este asunto dentro de la línea.
-Entiendo. Trataré de no causarlos.
-De acuerdo. Ya iré más tarde.
Carlos tomó su mochila y salió del aula.
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Editado: 19.11.2024