Ronaldo y Carlos estaban caminando juntos por un callejón desolado. Eran las siete de la noche y casi no circulaban vehículos por la avenida principal del barrio. Carlos agachaba la mirada, aterrado al pensar que algo malo les pasaría. Ronaldo le rodeó con un brazo y lo atrajo hacia sí. -No te asustes, amor. Estás conmigo, tu protector. -No estoy asustado. Confío en ti, Ronaldo. Carlos sujetó la mano de Ronaldo con más fuerza. Ronaldo besó su mano.
-Carlos Isaac, te amo-habló cerca de su oído.
Él se sonrojó y empezó a titubear:
-Yo...Yo...
-¿Te gustaría ser mi novio?-le preguntó con una mirada penetrante.
-S...Sí-respondió Carlos con lentitud.
Ronaldo y Carlos se apegaron a una pared. Se besaron por unos instantes. Carlos se sentía bastante atraído a él.
-¿Estamos cerca de donde vives?
-Sí. Me gustaría que te quedes esta noche.
-¿Crees que sea correcto?
-No te quiero obligar.
-No me siento obligado. Para mí sería un placer.
Ronaldo besó su mejilla. Y avanzaron hacia el lugar.
*****
El día del festival de colores llegó. Carlos fue citado tres horas antes del inicio. Se había encontrado con todos los presidentes de los otros semestres. El licenciado Pérez no llegaba aún. Carlos le preguntó a una chica:
-¿Tal vez sabes algo del coordinador?
-No. Yo también estoy esperando.
-Ah, entiendo. Muchas gracias.
-De nada. ¿Tú eres Carlos?
-Sí, ¿cómo sabes?
-Soy la presidenta de primer semestre. Me llamo Nasly Vallejo. Y Gabriel es un buen amigo desde el colegio. Él me contó de lo que pasó.
-Comprendo. Eso me alivia un poco.
Marcelo y Joan se acercaron a ellos.
-Hola, Nasly, parece que ya conociste a Carlos.
-Hola, Marcelo. Pensé que no te llevabas con Joan.
-Te equivocas, Nasly. Joan y yo somos muy buenos amigos.
Se aproxima Gislaine con una chica.
-Carlos, creo que no conoces a Selena Viteri.
-No, no he tenido la oportunidad de conocerla.
-Ella es prima de Ronaldo, tu compañero.
-Lo conozco a él, pero a ella no.
-Mi primo me ha hablado mucho de ti. Y jamás pensé que tú serías el presidente de segundo semestre.
-Esto es temporal. En realidad es Gabriel. Yo solo lo reemplazo como un favor que me pidió.
-Entiendo. Bueno, espero que estés preparado para esto.
-Lo estoy.
El licenciado Pérez entra a pasos firmes y saluda a todos los presentes. Empezó a hablar acerca del festival de colores. De pronto, se dirigió a Carlos.
-¿Le has avisado a Ronaldo sobre el gran concurso?
-Sí, licenciado.
-¿Y cuál fue su respuesta?
-Él aceptó. Los demás también.
-Es bueno saberlo.
-Licenciado, le cuento que Leonidas se enfermó.
-¿Y porqué no me informaste antes, Joan?
-Él me avisó en la madrugada. Yo sugiero que sea Herrera o sino...
Regresaron a ver a Carlos, quien se asombró al ser el centro de atención.
-Licenciado, yo no creo poder hacer eso.
-Joven Márquez: ahora se siente abrumado por hacer algo que jamás ha intentado, pero noto que tiene carisma y capacidad de animar a un público difícil. Si no se siente seguro de hacerlo solo, puede acompañarle Herrera o Esther.
-No tengo nada en contra de ellos. Pero creo que lo mejor es que ellos sean los animadores del evento. Yo paso.
-Entonces ya está dicho. Marcelo, avísale a Leonidas y a Esther. Deben venir preparados para el festival. Carlos, necesito que seas un supervisor del gran concurso.
-¿El gran concurso? Pero yo no sé mucho sobre natación.
-Solo debes vigilar que el concurso se realice de manera justa y apropiada. Ah, y que cada uno de los participantes no cometa una falta o será eliminado.
-Si lo pone de esa manera, no tengo problema con serlo.
-Excelente. Joan y Nasly también lo serán. En total son diez participantes y hay que ser justos e imparciales. Ahora vayan a alistar lo que falte.
La reunión se terminó y los demás salieron del lugar. Nasly y Carlos caminaron hasta la piscina.
-Parece que será algo difícil de lograr.
-No pienses eso, Carlos. Sé que podremos lograrlo.
-La verdad es que es la primera vez que participo en un concurso como este.
-Yo soy nueva y digo lo mismo. Así que me siento igual que tú. Pero sé que podremos hacer algo tan sencillo como esto.
Carlos sonrió. Ahora se sentía más aliviado. Nasly le había levantado los ánimos.
Ronaldo aparece en pantaloneta azul oscuro y una camiseta blanca sin mangas. Carlos estaba mirándolo con tanta atención.
-Hola, Carlos.
-Hola, Ronaldo. Te ves bien.
-Gracias. Tú te ves hermoso.
-Y tú muy sexi. Espero que te vaya bien en el concurso.
-Yo espero lo mismo. Toda la carrera espera mucho de mí.
-Yo confío en tu gran talento.
-Te lo agradezco mucho, Carlos.
-Ahora debes ingresar. El concurso es en 5 minutos.
-Está bien. Te veré a la salida.
Ronaldo ingresó al área de la piscina. Carlos fue detrás de él.
En la tarde, Ronaldo y Carlos se encuentran en un restaurante.
-¿Qué tienes, Ronaldo? Has estado así desde que terminó el concurso.
-Carlos, yo...me siento mal por no haberle puesto más ganas.
-Oye, no digas eso, todos estamos admirados de lo que hiciste. Sé que no fue fácil en algún momento para ti. Sin embargo, me da gusto que hayas quedado en segundo lugar. La carrera no ha ganado un gran concurso desde hace 10 años atrás. Y yo creo que te veías muy sensual al salir mojado de la piscina.
-En verdad eres tan dulce, Carlos.
-Solo digo lo que es. Y pues, tú llamas mucho la atención con tu físico.
-Me he dado cuenta. Pero mi corazón le pertenece a un niño hermoso que me tiene loco de amor.
-Quisiera saber quién es.
-Bueno, es alguien que cree que yo soy alguien muy especial y talentoso. Alguien que vio un ser maravilloso dentro de un cuerpo con músculos. Y por esa razón lo amo.
-Esos músculos me gustan, aunque tú me encantas.
-Sabes que estoy para ti, amor.
Acarició su mano mientras lo mira.
-Ronaldo, debo decirte algo.
-Dime.
-Te amo.
-Yo te amo más a ti.
Besó su mano con la dulzura que tanto le salía del alma. Carlos estaba fascinado con aquello.
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Editado: 19.11.2024