Ronaldo se quedó dormido luego del acto. Carlos lo miraba con ternura.
Recibió un mensaje de Gabriel en su celular.
G: "¿Ya lo hicieron?"
C: "Sí. Fue maravilloso."
G: "Es bueno saber que te haya gustado. ¿Qué está haciendo él?"
C: "Ahora está dormido. Yo estuve pensando en lo que me dijiste."
G: "No te atormentes con eso, Carlos. Ronaldo y tú son una pareja con muy buena química."
C: "Es bastante adorable y candente, por eso es que me encanta ser su pareja."
G: "Ronaldo es así de apasionado. Nunca vas a encontrar alguien como él."
C: "Tampoco quiero a otra persona. Por cierto, ¿qué ha pasado con Leonel?"
G: "Me enteré que se le declaró a Roberto y hasta tuvieron relaciones."
C: "Entonces, ¿quién te gusta de verdad?"
G: "Por el momento nadie. Aunque no puedo negar que el secretario de cuarto semestre es muy simpático."
C: "¿Y quién es él?"
G: "Su nombre es Leonidas Pincay y está bastante bueno. Me gusta mucho."
C: "¿Se lo has dicho?"
G: "No, aunque ya obtuve su número."
C: "Creo que deberías decírselo de una vez, Gabo."
G: "Se lo diré. Y espero no quedar en vergüenza por decírselo."
C: "Solo inténtalo. Ahora debo dormir."
G: "Yo igual. Descansa, Carlos."
C: "Tú también, Gabo."
Carlos sintió que Ronaldo le acariciaba con una mano. Escuchó que hablaba en voz baja.
-Carlos Isaac...
-¿Qué pasó, amor?
-Te amo.
-Y yo a ti.
Ronaldo abrió los ojos. Le preguntó:
-¿Crees que soy un buen novio?
-Sí, lo eres. No sé qué te hace pensar lo contrario.
-Bueno, siento que a veces soy muy meloso y hasta cursi.
-Eso no me importa. Lo que quiero es ser tu compañía.
-Ya lo eres, mi niño.
Ronaldo besó su mejilla. Carlos quiso besar sus labios. Ronaldo lo hizo.
-Que lindo eres.
-Gracias, amor.
-Eres hermoso. Oye, amor, ¿quisieras masturbarte conmigo?
-Sí, no hay problema.
-Excelente.
-¿Tienes energías para eso?
-Claro que sí. Tú me prendes demasiado y eso me pone caliente.
-Amor...
-Solo tengo fuerzas para jalármela contigo. Después me quedaré dormido otra vez.
-En ese caso, yo lo hago por ti. Quiero que me beses sin contenerte.
-Con todo gusto, mi niño.
*****
Al otro día, Carlos recibe unos golpes suaves en su cabeza. Alzó la mirada para encontrarse con John.
-No te duermas, Carlos. Hoy toca exposición y somos el primer grupo.
-Sí, está bien. Gracias por recordármelo. No pude repasar bien por lo que me dijo Gabo.
-¿Y ahora qué te dijo?
-Creo que se preocupa demasiado por mi relación con Ronaldo.
-Sí, así parece. Pero creo que deberías saber que Ronaldo y Gabriel...tuvieron un remember.
-¿Qué? ¿Lo dices en serio?
-Lo digo muy en serio, Carlos. Gabriel me lo contó en la fiesta.
-¿En su fiesta?
-No, no, eso pasó mucho antes. El punto es que...Gabriel quiere que Ronaldo sea feliz con alguien que lo valore por lo que es él y no por lo que se ve.
-Jamás estuve en ese plan. De hecho, él fue quien insistió tanto para tener una relación. Claro que lo quiero demasiado y me gusta estar a su lado, pero todavía no sé si pueda considerarlo mi pareja.
-Te comprendo. Aunque debes saber que si aceptaste serlo, no le falles.
-No soy así. Él me atrae y me siento feliz a su lado, pero tampoco creo que sea como para considerarnos una pareja perfecta.
-¿Hay algo que no te guste de él?
-No, pero siento que no soy tan afectuoso como él lo es.
-Bueno, deberías decírselo apenas puedas.
-Sí, está bien.
Ronaldo estaba en el baño de la universidad orinando. Carlos entra.
-Hola, Ronaldo.
-Hola, Carlos. ¿Qué tienes?
-No es nada.
-Bueno.
Ronaldo se lava las manos.
-Oye, quisiera hacerte una pregunta sobre nosotros.
-¿Tiene que ser en este momento?
-Sí.
-Está bien. Hazme la pregunta.
-¿Crees tú que yo...soy afectuoso y cariñoso?
-Sí, lo eres. ¿Por qué lo preguntas?
-Porque siento que a veces no lo soy. En cambio tú...
-Carlos, comprende que yo te quiero demasiado y soy cursi cuando se trata de estar con esa persona especial. Y aunque no lo creas, ha pasado un mes y medio desde que empezamos a andar. En este tiempo, yo he aprendido a aceptarte como eres. Y por eso yo te amo.
-Me has dejado sin palabras.
Ronaldo tomó la mano derecha de Carlos y la besó.
-Así me gustas más.
-En verdad eres muy amable, Ronaldo.
-Gracias por decírmelo. Quisiera besarte.
-¿Aquí?
-Sí, si es que no tienes miedo.
-No, no lo tengo.
Ronaldo se acercó más para besar su boca. Carlos lo abrazó.
-Debemos ir a clase, amor.
-Lo sé, mi niño. No olvides que te amo demasiado y que quiero tener una relación estable contigo donde sepamos manejar todo lo malo.
-Ronaldo...
-¿Qué tienes, amor?
-Me gustaría conversar contigo a la salida.
-Está bien, mi rey. Ahora vayamos al aula.
Ambos salen del baño.
Ronaldo y Carlos están en el área de césped del parque. Entonces, Carlos le preguntó:
-¿Es cierto que todavía sientes algo por Gabriel?
Ronaldo lo miró fijamente. No parecía estar contento.
-No, no es cierto.
-¿Y lo sentías?
-Puede ser que sí. Pero todo eso fue antes de conocerte y de enamorarme de ti.
-¿Y qué hizo quedarte conmigo en vez de estar con él?
-La respuesta es simple: lo que yo llegué a sentir por él murió hace mucho. Tuvimos un remember, pero fue porque en la cama nos conectábamos. Además ambos nos pusimos de acuerdo con no volver a lo mismo de antes.
-Bueno, en parte creo que fue lo mejor para ustedes.
-Lo es. Yo quiero estar contigo, Carlos. Así que no dudes de lo nuestro.
-No lo dudo. Si yo soy tu novio, entonces soy el que tú decidiste tener.
-Así es, mi amor. Solo tú y nadie más.
-Te amo, Ronaldo.
-Yo más a ti, Carlos Isaac.
Ronaldo besó su mano. Carlos sonríe y se sonroja.
-Eres mi hermoso príncipe.
-Todo tuyo, amor.
-Sí, todo mío. Y ya sabes que si quieres probar a tu novio, estoy disponible para ti.
-Oye, eres muy lindo y provocativo.
-Soy travieso cuando quiero serlo, amor. O con quien quiera serlo.
-¿Hasta qué punto lo eres conmigo?
-Bueno, si este no fuera un lugar público, te quitaría la ropa ahora mismo.
-Yo me dejaría de ti. Puedo decir que eres lo que me pone caliente.
-Y tú a mí. Cambiando un poco de tema, debemos ir a comer algo.
-Sí, lo sé. ¿Vas a ir a entrenar?
-Claro que sí, mi amor. Ven, vámonos a comer.
-¿A dónde?
-Donde mi madre. Ella desea conocer a mi pareja.
-¿Le has hablado de mí?
-Sí, Carlos. Mi madre y yo hemos sido muy cercanos desde que yo estaba en el colegio. Ella no permitió que mi padre me agrediera por ser homosexual. Ella ha sido mi defensora.
-Entiendo. ¿Y qué pasó con tu padre?
-Lo último que supe es que fue arrestado por intento de homicidio. Aunque haya sido un mal padre, jamás pensé que fuera una mala persona.
-Lo siento mucho, Ronaldo. No debí preguntarte eso.
-Tranquilo, amor. Ya no me afecta mucho. Vámonos para allá.
-Sí, está bien.
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Editado: 19.11.2024