Bajo 40 Máscaras: El Caso De Carla Vélez.

El Pasado De Gabriel y Ronaldo-II.

Carlos abrió los ojos y no encontró a Ronaldo en la cama. Supuso que había salido. Entonces, se levantó y fue a la cocina. Encontró a su novio en ropa interior.
-¿Ronaldo?
Él regresó a verlo.
-Buenos días, mi niño. No quería despertarte.
-Ya estoy despierto. Y parece que estamos solos.
-Sí, parece que sí. Tu madre salió cuando yo estaba en el baño. Antes de irse me pidió que te alimente bien antes de ir a clases. Y nos felicitó por cumplir 3 meses.
-Ya me lo esperaba. Tengo tu regalo listo.
-Después me lo das. Ven, amor.
Se acercó a él. Ronaldo lo abrazó.
-Cada segundo a tu lado es increíble. Estoy tan enamorado de ti y yo quiero cuidarte. En serio te amo demasiado.
-Ronaldo...
-¿Quieres seguir siendo mi novio?
-Sí. Oye, tú...
-Casi todas las mañanas. Pero no me preocupa porque puedo controlarlo.
-Tú sabes cocinar, ¿verdad?
-Claro, amor. Y eso estoy haciendo.
-Ronaldo...
-Si te preguntas por qué estoy en interior, me sentía sofocado por el calor. Pero me quité la ropa después de que se fuera tu madre.
-Entiendo. Solo quieres que yo te vea así.
-Sí, amor. Por eso, antes de entrar a la universidad, renuncié como modelo. Pero como no quieren que deje la revista, me piden que yo sea instructor de modelaje para hombres.
-Te felicito. Tienes 24 años y ya eres un modelo profesional.
-Me hubiese gustado llegar a las ligas mayores. Claro que, si eso hubiera ocurrido, no seríamos pareja.
-Sí, es cierto. Aunque me gustaría que hagas lo que amas y no lo dejes por nadie.
-No hago eso ahora porque no quiero poner en riesgo nuestra relación, Carlos. Además, un modelo ganas menos que un instructor.
-¿En serio?
-Sí. Pero estoy ahorrando para conseguir un vehículo. Por eso vivo en un apartamento no tan costoso y trato de no gastar mucho en comida ni en otros lujos. El celular me lo regaló la academia por reconocimiento de logros y lo tengo ya 4 años conmigo.
-Ronaldo, yo...
-No te pongas mal por mí, amor. La verdad es que vivo feliz así y contigo lo soy mucho más. Te amo demasiado.
-Y yo a ti.
-Voy a terminar de preparar el desayuno, amor. ¿Me esperas en la sala?
-Está bien.

 

Luego de desayunar, Ronaldo y Carlos se ducharon juntos. Ronaldo abrazó por unos segundos a Carlos.
-Felices tres meses, amor.
-Felices tres meses.
-Gracias por estar conmigo. No sabes cuán afortunado me siento de que me hayas aceptado como tu pareja y sigamos juntos.
-Oye, tengo que decirte algo.
-Dime.
-¿Te acuerdas que te conté de una chica?
-No, nunca me hablaste de ella. Solo mencionaste que tuviste una novia.
-Fue antes de salir del colegio que terminamos, pero no pensé que la volvería a ver. Es Nasly.
-¡¿Qué?!
-Sí, tal como lo escuchaste. Es Nasly. Pero fue una relación corta y sana. Terminamos porque ella quería irse de viaje a España y no le gustaba eso de las relaciones a distancia.
-Pero, mientras estuviste en las reuniones como presidente sustituto, ¿qué pasó?
-Supe controlarme. Además, ella y yo decidimos que no haríamos esto una noticia. Tú eres el primero y único en saberlo.
-Amor, puedes confiar en mí. No se lo diré a nadie.
-Gracias, amor. Vamos a vestirnos mejor.
-Bueno, vamos.
Ronaldo cerró la llave. Salieron de la ducha.

*****

Francis, Martín, Gabriel y Carlos se sentaron en conjunto dentro del aula.
-La buena noticia es que ya tenemos todo finalizado-comentó Gabriel.
-¿Cuál es la mala?-preguntó Carlos.
-Que todavía no lo revisan los docentes. De hecho, creo que es algo tonto. Por eso hablé con el licenciado Mendieta y el licenciado Pérez. Ellos van a darnos una solución lo más pronto posible.
-¿Y el licenciado Vallejo?-preguntó Martín.
-Él dijo que tenemos que hablar solo con el profesor Mendieta. Tú sabes, por la cuestión de investigar y redactar.
-Pero el profesor Esteban dijo que ya nos revisaría un avance.
-Yo sé lo que nos dijo, Francis. Pero no podemos obligarlo si sabe que no es toda la responsabilidad suya, sino del profesor Camilo.
-Está bien. Vamos a tranquilizarnos un poco. Lo único que podemos hacer es hablar con el coordinador y después de eso, veremos qué novedad nos trae el profesor Camilo.
-Ahora estamos en hora del profesor Esteban. ¿No podríamos preguntarle?
-Por ahora no, Martín.
El licenciado Vallejo anunció a la clase:
-Jóvenes, para la otra clase ya tendré la respuesta del profesor Camilo y les diré lo que toca hacer para culminar el proyecto final. Pueden retirarse a sus casas. Gracias por venir.
Todos los alumnos se levantan. Gabriel preguntó a los de su grupo:
-¿Podrán ir a mi casa hoy a las 2 de la tarde?
-Yo sí.
-Por favor, Carlos, anda solo.
-Está bien.
-Yo iré a eso de las 2:30.
-Con tal de que vayas, Martín. Estás súper atrasado. ¿Vas a ir tú, Francis?
-Sí, claro. Nos vemos allá.
-Está bien.
Todos salieron del aula. Ronaldo y Carlos se encontraron en la entrada.
-¿Qué tienes, Carlos?
-No es nada.
-Anda, dime.
-Estuve pensando en lo que te conté y en lo que ha pasado con tu prima. Todo me tiene tan mal que no puedo evitarlo.
-Deberías dejar de pensar tanto en lo malo.
-Eso intento.
-¿Qué te parece si vamos a comer un helado?
-Me gustaría mucho.
Caminaron tomados de la mano. Carlos y Ronaldo estaban felices por estar tres meses juntos.

 

El celular de Carlos sonó.
-¿Hola?
-Carlos, dile a Ronaldo que revise su perfil de Facebook. Acaban de etiquetarlo en una publicación muy extraña.
-¿Qué dice, Gabriel?
-Solo dile eso. Después te daré una explicación.
Cortó la llamada.0
-Amor, ¿tienes tu celular en este momento?
-Sí, amor. ¿Qué pasó?
-Revisa tu perfil de Facebook. Te han etiquetado en una publicación.
-¿A mí? Pero este perfil es casi imposible de hallar.
-Deberías ver lo que dice.
Ronaldo revisó su cuenta y le preguntó a Carlos:
-¿Quién te avisó de esto?
-Gabriel. De seguro es obra de su tío.
-¡Rayos! Andrés Marca quiere hundirme subiendo fotos mías muy comprometedoras. Los de la academia podrían despedirme si ven esto.
-Hay una manera de averiguar quién fue realmente. Debemos recurrir a un experto en informática.
-¿Quién es?
-Nasly tiene un hermano. Y él me debe un favor. Él se llama Rommel.
-¿Puedes localizarlo?
-Sí. Le llamaré ahora mismo.
Carlos llamó a esa persona.
-¿Hola? Soy yo, Carlos. Necesito que me hagas un favor. Sí, es algo muy importante. De acuerdo. Nos vemos allá.
Cortó la llamada.
-Debemos irnos, Ronaldo.
-De acuerdo.




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