Bajo 40 Máscaras: El Caso De Carla Vélez.

Últimos Ajustes.

A la hora de salida, Giovanni y Martín conversaban en el vehículo.
-¿Me estás pidiendo que le dé avisando a Ronaldo para que Carlos se entere?-preguntó Giovanni.
-Sí, eso mismo te pido. Ronaldo y tú son mejores amigos. 
-Aún así, creo que deberías decírselo personalmente.
-Giovanni, por favor.
-Martín, no debes temerle.
-No le temo. Es que...no me llevo bien con él.
-¿Por qué?
-Porque supe cuando tú y él se besaron en la cena de esa noche, yo me sentía tan mal. Tú sabes lo que siento por ti y me daba un gran enojo que tú y él pasen mucho tiempo juntos y yo mo pueda hacer nada para ganarme tu cariño. Entonces, supe que tú sales con el hermano de Roberto.
-De seguro fue Gabo quien te lo dijo.
-No, no fue él. Fue Gaby quien me lo dijo. Roberto y Gaby se cuentan casi todo. Al menos deberías evitar que Roberto oiga mientras tienen relaciones.
-Bueno, es casi inevitable no hacer ruido. Todo es pedido por Alexis. Y yo solo le doy lo que me pida.
-Me parece bien que sean una pareja unida. Pero, ¿qué podía hacer yo para tener que aguantar la tristeza de saber que tienes a alguien?
-Martín, ya te lo dije antes y te lo vuelvo a repetir: no quiero arruinar nuestra amistad. Somos compañeros y amigos, así que es mejor que todo siga de esa manera.
-Está bien.
-¿Has pensado en salir con Marcelo?
-¿Marcelo? ¿El de tercer semestre?
-Sí, él mismo. Tú me habías dicho que llevas un buen tiempo chateando con él. Pero ya ha pasado un semestre y todavía no has dado el siguiente paso.
-No lo sé. Marcelo es un poco menor a mí y también pasa muy ocupado. Yo también suelo estar ocupado, pero jamás descuidaria a mi pareja.
-Demuéstrale ese interés. Te aseguro que no perderás nada. 
-Sí, debo arriesgarme. Marcelo es bastante atractivo, muy dulce y también amable.
Giovanni detiene el auto.
-Que te vaya bien, Martín. Debes hacerlo en persona.
-Lo haré. Voy a llamarle para que venga.
-Así se habla. Nos vemos mañana.
Se despiden con un choque de puños. Martín estaba a punto de abrir la puerta, cuando de repente alguien se le acerca.
-¡Martín Palacios! Justo a ti te estaba buscando.
-¿Quién eres? ¿Cómo sabes quién soy?
-Tengo un recado para ti, imbécil.
Entonces, se escucha un disparo. Martín cae a la acera y se cubre con ambas manos la herida.
Se acercan unas personas y lo rodean. Martín cierra lentamente los ojos. Lo último que escuchó fue gritos y alguien llamando a Emergencias.

*****

Carlos y Ronaldo veían una película en la laptop. Ambos estaban apegados.
-Te amo, mi niño.
-Yo también te amo.
En ese momento, el celular de Carlos suena.
-¿Hola?
-Carlos, ¿estás con Ronaldo?
-Sí. ¿Qué pasó, Giovanni?
-Tito ha escapado del hospital y parece que ha ido a buscarte.
-Pero no estamos en mi casa. Nadie conoce el departamento de Ronaldo.
-Debes buscarlo, Carlos. Él tiene algo importante que decirte.
-De seguro me ha de llamar.
-El celular de Tito fue robado al momento de ser herido.
-De algún lado me llamará.
-Bueno, no te enojes. Disculpa las molestias.
-Gracias por avisarme. Adiós.
Cortó la llamada.
-¿Qué pasó con Tito?
-No lo sé. Parece que anda suelto.
-¿Suelto? ¿No estaba internado en el hospital?
-Me sorprende que se haya escapado.
Alguien tocó la puerta. Carlos se levantó a abrir.
-No pensé que aparecerías justo ahora, Tito.
-Hola, Carlos. Me escapé de ahí porque debía decirte la verdad sobre el misterio.
-¿De qué verdad hablas?
-La verdad es que no es solo una persona la que está involucrada en el asesinato de Carla. Pero los principales culpables son Andrés Marca y mi primo.
-Yo ya me enteré de eso, Tito. Pero no quería que lo sepan todavía porque no podía demostrarlo. Ahora tengo una evidencia. ¿Sabes quién me lo contó? Joaquín.
-¿Te hablas con él?
-Sí. Una vez fui a visitar a Jossimar y Joaquín también accedió a hablar. Entonces, me di cuenta que todo concordaba: el odio entre Dorian y John por el amor de una mujer, las constantes peleas entre Dorian y Joaquín, el arma que encontró la policía bajo su cama...él es quien estuvo dentro de todo esto. Sin embargo, no lo metieron a prisión porque no tenían pruebas contundentes y el sospechoso principal fue encontrado muerto. 
-¿Sabes cuántas personas estuvieron?
-Sí. Son diez en total, según el examen final y los datos obtenidos de la investigación. Pero lo que no concuerda mucho es por qué nadie vio nada sospechoso en esos sujetos.
-Tal vez porque fue en un sitio donde nadie más conocía.
-¿No fue en la fiesta del semestre pasado?
-No. Ahí fue una pelea y alguien golpeó a Carla. Desde entonces, Mena y Dorian se detestan.
-Eso tiene sentido. Oye, Tito, creo que deberías regresar al hospital.
-Lo haré. Antes que nada, quiero que veas lo que contiene este pendrive.
Se lo entrega.
-¿Por qué?
-Solo míralo junto con Joaquín y Jossimar. No se lo muestres a Dorian ni a Gabriel.
-De acuerdo. ¿Puedo verlo con Ronaldo?
-Si él quiere, sí. Nos vemos en clase, Carlos.
-Ten cuidado, Tito.
Tito se va. Carlos cierra la puerta. Se asombró al ver que Ronaldo se encontraba detrás suyo.
-¿Estás bien, mi amor?-le preguntó.
-Sí, amor. Solo estoy un poco intrigado.
-¿Te hizo algo malo?
-No, él no es así. Disculpa si te preocupé mucho.
-Tranquilo. Yo quiero que mi niño esté bien.
-Lo estoy.
Ronaldo lo abrazó.
-Estoy para ti, amor mío. No estás solo.
-Gracias, mi amor. Sigamos viendo la película.
-Bueno. Antes de eso, quiero hacer algo.
Ronaldo lo alzó entre sus brazos.
-Eres lindo y ligero.
-Siento que estoy un poco gordo.
-¿Gordo? Amor, eres delgado y exquisito para mí.
-Pues así me prefieres, ¿verdad?
-Sí, mi príncipe. Te amo.
Fueron a la cama.




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