Bajo 40 Máscaras: El Caso De Carla Vélez.

Enfrentamiento En El Aula-II.

Estos acontecimientos que serán narrados a continuación ocurrieron en el primer día de clases. Luego de eso, seguirá la narración hasta la semana antes de la exposición de proyectos finales.


*****


I:
Gabriel, Francis, Tito y María José avanzaron hasta un pequeño puesto de comida rápida. Se sentaron en la misma mesa.
-Hoy ha sido un día bastante tranquilo, Gabo.
-Sí, es verdad. Felicidades por ser vicepresidente, Tito.
-Gracias. Y yo te felicito por ser presidente de este curso. Sé que lo harás mucho mejor que Mariana.
-Espero lo mismo.
-No dudes de ti, Gabriel. Eres muy inteligente y tienes una gran capacidad de liderazgo. Te merecías el cargo.
-Tuve que aceptar la realidad según las circunstancias. A propósito: Francis fue elegido como el encargado de la disciplina.
-No me lo esperaba, pero igual es buen cargo. Solo que yo no me siento aún listo.
-¿Dices por la discusión que tuviste con Dorian?
-Exacto. Tito, espero me sepas disculpar por hablar de tu primo, pero en serio me tenía harto con su actitud todo el semestre anterior.
-No hay problema por eso, Francis. Sé que él es así y nadie del curso puede hacerle entrar en razón. Desde la inducción ha tenido problemas con todos y me disculpo por eso.
-Tranquilo, Tito. Creo que ya encontraremos alguna solución para eso. Por cierto, ¿sí van a ir todos al sepelio de Carla?
-Yo supongo que sí. No te olvides de avisarle al compañero nuevo.
-¿Cómo se llama él?
-Carlos. Y es bastante simpático.
-¿Acaso te gusta?
-No, Majo. Aunque sí es muy lindo y su mirada me gusta. Ni se diga de sus labios.
-No lo asustes, Gabo. Él necesita acoplarse al curso y debe saber que hay una armonía en medio de la tormenta.
-Tengo el presentimiento de que este semestre será peor que el anterior.
-Yo también lo creo. Por cierto: ¿supieron que un chico que estaba con los de tercero se accidentó?
-Ah, sí, es amigo de Ronaldo. Creo que se llama Martín.
-Tal parece que él se quedará con nosotros.
-Según lo que me dijo Ronaldo, no es mala persona. Giovanni opina lo mismo.
María José pudo darse cuenta de la llegada de Milton y Lisette.
-Hola, chicos-saludó Milton.
-Hola. ¿Dónde está tu hijo?
-Está con la madre de Lisette. Oye, Gabriel, felicidades por ser nuestro soberano. Realmente te lo mereces.
-Muchas gracias. Y sí, en eso tienes razón. No culpo a Mariana por no haber detenido el mal comportamiento de Dorian, ya que estaba fuera de su alcance.
-Seamos sinceros: ella no podía manejarse como presidenta y alumna a la vez. Pero tú sí podrás.
-Sabemos que tienes una gran capacidad de liderazgo y tienes la suficiente paciencia para tratar con todos.
-En parte es cierto, Lisette. Sin embargo, todavía debo acostumbrarme al horario de clases y espero que el coordinador no me sofoque con tantas actividades fuera de clase.
-Él ha sido muy bueno con nosotros desde que ingresamos.
-Lis, ¿no quieres sentarte?
-Sí, Milton. Nos vemos mañana.
Milton y Lisette se fueron a sentar. Francis preguntó:
-¿No creen que ella está siendo muy buena?
-Lisette no ha sido mala con nosotros.
-Estoy de acuerdo con Gabriel. Ella es muy buena persona. Milton también lo es.
-Tú dices eso de todos, María José.
-No de todos. Ya sabes que me disgusta Mariela.
-Sé que la forma de tratar a Assael te parece muy injusta, pero no puedes enfrentarte a ella cada vez que pasa.
-También es por cómo ofendió a María Ponce. Y creo que ella no sabe tratar bien. No sé por qué Roberto la defiende tanto.
-Porque ella no sabe que Roberto es homosexual. Además, creo que ellos se habían besado y tuvieron un acostón. Me pareció escuchar eso de alguien.
-Mejor no hablemos más de ella. Ya me tengo que ir.
-¿Te vas tan pronto, Majito?
-Sí, Gabo.
María José se va. Todos se quedan consternados por pocos segundos. 

II:
Gabriel y Carlos están en los vestidores, terminando de cambiarse de ropa.
-Buen partido el de hoy, ¿no?
-Sí, lo fue. Oye, Gabriel...
-Te he dicho que puedes llamarme Gabo. Somos amigos.
-Sí, es cierto. Gabo, debo contarte algo.
-¿Qué es?
-Creo que me gusta Ronaldo. No estoy completamente seguro de eso.
Gabriel lo miró fijamente y después, suspiró.
-¿Te gustan los chicos?
-Poco. Pero más me he fijado en las mujeres. Es solo que...él me besó y me gustó.
-¿Él que te ha dicho?
-Quiere ir en serio conmigo. Pero le pedí un poco de tiempo.
-¿Ha querido tener sexo contigo?
-Sí quiere, aunque todavía no lo hacemos. Yo le dije que no me sentía listo para hacerlo.
-¿No has estado con un hombre?
-Una vez, en el penúltimo año de colegio. Fue un error tan grande. Él era el novio de mi prima. Murió apuñalado cuando salía del colegio. Tuve que contárselo a ella y ahora no nos dirigimos la palabra.
-¿Y te gustó?
-No sé. No me detuve quizá porque quería probar con él y no fue tan malo. Y él era bastante atractivo.
-Ya veo. ¿Y crees que Ronaldo lo es?
-Sí. Aparte de eso, tiene un aire de seducción que me deja atónito. Creo que te lo conté en tu fiesta.
-Ah, sí, es verdad. Lamento mucho por mi actitud de esa noche.
-Tranquilo. He visto peores comportamientos. En fin, ¿crees que deba aceptarle como mi novio?
-Tú sabrás cuándo es el momento indicado.
-Esta noche me ha invitado a salir. Creo que iremos a cenar.
-Que les vaya bien. 
-Gracias. Ahora debo ir a mi casa.
-Cuídate mucho, Carlos.
Carlos sale con su bolso deportivo y corre hacia el automóvil de Giovanni.
-¿Qué tal el juego?-le preguntó Giovanni con un tono grave.
-Estuvo bien. ¿Por qué faltaste?
-Pasaron tantas cosas. Súbete ya que tengo que ir a ver a mi novio.
-¿Tienes novio?
-Sí. Algún rato te hablaré sobre él.
Giovanni arrancó el vehículo y llevó a Carlos hasta la entrada de su casa.
-Gracias por traerme.
-Cuando gustes.
Se bajó del vehículo.
-Cuídate mucho.
-Igualmente.
Se despidieron con un choque de puño. Carlos estaba feliz.




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