Bajo el agua

Capítulo 1

Tormenta

Cada parte era como un pedazo de plomo. Las aguas eran turbias y el cielo se estaba nublando.

No podía quitármelos de encima, el barco pesquero me venía pisando las escamas, era irremediable, no podía nadar mucho más. Hice sonar mi sonar una vez más, tal vez y había más sirenas o incluso un tritón cerca, pero al igual que otras veces no hubo respuesta.

Sin mencionar que las emociones de los humanos que se encontraban haya arriba eran bastante estresantes hasta llegar a un punto de llegar a sofocarme: el miedo era la emoción más fuerte en estos momentos y con más fuerza en cada segundo que pasará.

Caracoles. Caracoles... Caracoles. Mi mente no paraba de decirlo, estaba aterrada, y al voltear un poco a ver el avance del barco me di cuenta de que ya había soltado la red pesquera.

No, no no no no... ¡¡No!! La red de pesca me alcanzo y mi cola se vio enredada mientras hacia un vano intento en escapar. Se escucho un trueno a lo lejos, pero lo ignore al igual que los gritos de los humanos llenos de pánico del barco pesquero. Lo único que yo quería hacer era escapar. Tiré de la red con fuerza, pero no se rompía, volví a intentarlo y nada el resultado fue el mismo. Saqué mis colmillos al quedarme de otra y comencé a morder la red, pero ¡nada! Seguía sin moverse, guardé mis colmillos cuando me di cuenta de que no tenía caso volverlo a intentar. Las redes de pesca ya no eran las de antes, de cuerda y fáciles de romper sin tener la necesidad de recorrer a los colmillos, no como los de ahora: duras y hechas de un material desconocido para mí.

-Hombre al agua!!

Entonces vi la mata del cabello color de la tinta en el agua y las extrañas ropas humana entrar al agua y que comenzara a hundirse, el olor a sangre se filtró por mis fosas nasales y branquias, entonces lo vi de la frente del humano corría un hilo de sangre.

Lo medite por unos segundos, ambos estábamos en aprietos y no podía permitir que los latidos de mi corazón se terminarán en manos de un humano, tendría que usar un poder llamado Alkahsa que sirve para darle a los que lo necesitan uno escaso minuto para que pudiera respirar bajo el agua, entonces trate de alcanzarlo, sólo tenía que hacer una estupidez para que Alkahsa hiciera efecto en él y reaccionara. Necesitaba ayuda, y aunque me costaba admitirlo ambos la necesitábamos.

Me acerque lo más que pude y tomándolo del brazo lo jale hacia mí con fuerza. Juro que me arrepentiré de esto. Puse mis labios encima de los de él y dejé que mi poder fluyera este inmediatamente abrió los ojos, mi poder había surgido efecto, el Alkahsa solamente lo poseíamos muy pocos y de esos pocos la mayoría se dedicaba a eso -a ayudar- o simplemente era una habilidad de la familia real. Tenías que efectuar una gran cantidad de poder si querías que un humano al menos lograra respirar por unos valiosos minutos bajo el agua.

El humano abrió desmesuradamente los ojos cuando me vio y en sus labios se formó una perfecta o, su mirada se fijó en todo mi escamoso cuerpo hasta llegar a mi cola que aún seguía atrapada en la red.

-Por favor humano sálvame- implore en mi lengua.

Entonces creo y el captó mi señal de auxilio y se acercó velozmente a la obscura red que me privaba de mi libertad, cuando estuvo lo suficiente cerca vi sus facciones. Sus ojos marrones obscuro y una nariz perfectamente derecha y respingada, su cabello marrón que se movía por el movimiento del agua, su aroma era increíble, no sabía a lo que olía, pero era imposible resistirse a tal olor. Pero sus emociones me sofocaron más de lo que ya estaba al tenerlo tan cerca.

De su bolsillo saco un pequeño cuchillo, no más grande que la palma de su mano. Empecé a dar golpes con mi aleta al chico pensando que me haría daño, pero el solo apretaba los dientes y se acercó a la red cortándola con velocidad. Tal vez le había hecho daño, pero él no mostró señales de dolor.

<<queda poco tiempo>> -pensé- <<apúrate>>

Como sí me hubiera escuchado termino de cortar las redes y agitando la cola logre zafarme de ellas. El humano comenzó a cerrar los ojos y yo lo sostuve, supe que el afecto del Alkahsa había terminado y que necesitaba aire urgentemente. Era lo menos que podía hacer, el me salvo y como dictaban nuestros instintos "si recibimos hay que dar".

Tenía que salvarlo, o si no tendría una deuda de vida y cargaría con ese pecado toda la vida. Y mira que los de mi especie teníamos una muy larga vida. Lo aferré más a mi cuerpo y pude sentir que su respiración era irregular, sus latidos eran lentos, pero estaba vivo.

El agua se movía de un lado a otro, esto provocaba que nos tambaleáramos, y ni solamente nosotros, sino también el barco humano.  Apenas pude procesar lo que pasó después, un humelenton cayó del cielo directamente en donde una cosa metálica se encontraba, este trono y explotó, el barco comenzó a arder en llamas, después el barco se sacudió con más fuerza y explotó, el barco se destruyó y cientos de pedazos volaron por todo el sitio.  Un pedazo salió volando hacia donde nosotros nos encontrábamos y como un reflejo nos volvimos a sumergir, en el agua pude ser testigo de lo más espeluznante que había visto, pedazos de madera hundiéndose junto con lo que quedaba del barco, cuerpos humanos y rastros de sangre humana saliendo de estos. Decidí dejar de mirar.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.