Bajo el cielo de Inverness.

Capítulo 4 En el lago.

Era un día radiante; el lago reflejaba el cielo azul sin una nube. Nos sentamos juntos en la orilla, compartiendo un picnic improvisado, algo que no habíamos planeado pero que surgió, y ella nunca decía que no a nada; sigue siendo una chica muy decidida. La tranquilidad del lugar nos permitía relajarnos, olvidarnos del mundo. Había algo tan especial cuando estaba a su lado, como si el amor que habíamos sentido nunca se hubiera ido. Mientras ella hablaba de sus sueños y de sus miedos, de cómo le había ido todos esos años, yo sentí que estábamos comenzando a construir algo nuevo, juntos los dos, algo que nunca debió haberse perdido.

Al final me marché y a día de hoy pienso que fue el error más grande de mi vida.

Junto a ella lo tenía todo, y sin ella solo sentí el vacío todo este tiempo; ella lo es todo para mí, sin ella no soy nadie.




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