Bajo el ruido de la fama.

CAPÍTULO 29. Una cita inesperada. (Harris, Davien).

Harris

Había pasado una semana desde el concierto, y aún sentía mariposas cada vez que pensaba en Davien. Esa tarde, él me había dicho que tenía una sorpresa. No quiso dar detalles, solo me pidió que me arreglara.

Cuando llegamos al lugar, descubrí que no era solo una cita nuestra. Damon y Donwho estaban allí también, tomados de la mano, sonriendo como siempre. Y entonces, apareció Stellie… acompañada de Rylan.

—¿Qué…? —pregunté, sorprendido.
Davien sonrió.
—Queríamos que fuera algo especial. Una cita doble… o triple.

Davien

El lugar era mágico: un pequeño restaurante con luces cálidas, mesas decoradas con velas, y un escenario donde un violinista tocaba melodías suaves. Habíamos reservado un espacio solo para nosotros, como si el mundo se hubiera reducido a ese rincón.

Harris me miraba con los ojos brillantes, y yo sentí que todo valía la pena. Damon y Donwho estaban felices, riendo juntos, y Rylan… bueno, Rylan parecía incómodo al principio, pero cuando Stellie se sentó a su lado, su gesto cambió.

—No sabía que vendrías — le dijo Stellie a Rylan, sonriendo.
—Yo tampoco —respondió Rylan, con voz baja, pero sus ojos no se apartaban de ella.

El silencio entre ellos estaba lleno de electricidad. Stellie jugaba con su cabello, nerviosa, y Rylan la miraba como si no pudiera creer lo que veía.

—Esto es raro —murmuró él.
—¿Raro? —preguntó ella.
—Sí… porque creo que nunca había sentido algo así.

Stellie se sonrojó, y yo, desde mi asiento, no pude evitar sonreír.

Mientras tanto, Damon y Donwho disfrutaban de su propia cita.
—¿Ves? —dijo Donwho, riendo—. Al final todos terminamos emparejados.
—No todos —respondió Damon, mirando a Rylan y Stellie con complicidad—. Pero parece que pronto.

Se miraron, y Damon apoyó su cabeza en el hombro de Donwho. Era una imagen tan natural, tan cálida, que llenaba el ambiente de ternura.

Harris

Davien me tomó de la mano bajo la mesa.
—¿Te gusta la sorpresa? —preguntó.
—Mucho —respondí, sonrojado.

El violinista cambió de melodía, y por un instante, todo se volvió mágico. Las luces, las risas, las miradas. Era como si el universo hubiera decidido que ese momento debía existir.

Davien

No podía apartar la mirada de Harris. Su sonrisa, su nerviosismo, su forma de apretar mi mano. Sentí que todo lo que había pasado (el enojo, el miedo, el concierto, el beso...) nos había llevado hasta aquí.

Me incliné hacia él.
—No sé qué pasará después de esto, pero sé que quiero estar contigo más cerca que ahora.
—Yo también —respondió, con voz temblorosa.

Rylan, el chico serio que nunca creía en el amor, estaba distinto.
—No suelo creer en estas cosas —dijo, mirando a Stellie—. Pero contigo… es diferente.
Ella sonrió, con los ojos brillando.
—Entonces no lo pienses tanto. Solo siente.

Él la miró, y por primera vez, dejó que una sonrisa se dibujara en su rostro.

La cita fue más que una salida. Fue un encuentro de corazones: Harris y Davien confirmando su unión, Damon y Donwho disfrutando de su amor sin miedo, y Stellie y Rylan descubriendo que a veces el amor llega sin avisar.

El violinista tocaba, las velas iluminaban, y todos sabíamos que esa noche sería inolvidable.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.