Verte sin que me veas
Narrado por Lucas
Dije que no lo seguiría.
Y no lo hice.
No en el sentido clásico.
No con la puerta derribada ni con las manos en su cuerpo.
Pero sí con las cámaras.
Con los ojos del barrio que me deben favores.
Con el auto estacionado en la calle de atrás, desde donde puedo ver la ventana de su cuarto.
No soy un hombre de promesas.
Pero a él le juré algo.
Y sigo cumpliéndolo en silencio.
Cada mañana a las 6:45 enciende las luces del café.
A las 8:00 exactas abre.
Sonríe a los clientes. Les sirve con las manos temblorosas. Se le nota solo si lo conoces de cerca.
Yo sí lo conozco.
Por eso sé que no duerme bien.
Que se lleva una taza de café a la ventana cada noche y mira hacia la calle como si esperara algo.
Como si…
esperara a alguien.
Pero no baja.
No busca.
No llama.
Y yo tampoco.
Porque sé que si lo toco otra vez, no podré soltarlo.
Y Ángel no merece eso.
No merece la vida que arrastro detrás de mí como una cadena oxidada.
Pero aun así… no puedo dejar de vigilarlo.
Cada vez que alguien entra al local, reviso su cara.
Cada vez que un extraño se queda más de la cuenta, anoto la placa de su auto.
No por celos.
Por miedo.
Porque él todavía no entiende que salir de mi mundo no lo sacó del mapa.
Los enemigos no olvidan.
Y a veces… ni siquiera están seguros de que haya salido de mi lado.
Lo están observando.
Igual que yo.
Pero ellos no lo hacen por amor.
Ellos lo hacen por venganza.
Y si algún día se atreven a tocarlo…
Ese día romperé mi promesa.
Ese día voy a volver.
Con todo lo que soy.
Aunque él me odie.
Aunque me cierre la puerta en la cara.
Aunque no quede nada de lo que fuimos.
Porque aunque me alejé…
Nunca dejé de protegerlo.