Bajo la lluvia

Despedidas y alianzas

Alan

-te veré después? Le pregunte a la chica, la verdad esperaba que sí, algo en ella transmita tranquilidad, permitía escapar un poco de esa rutina de hipocresía en la que vivía siempre

- no lo creo, pero fue un gusto conocerte, algo paso por su mirada, pero no supe identificarlo, luego agrego un poco torpe

-gracias, gracias por este día tan bello, me abrazo y se alejó poco a poco

cerré los ojos un momento intentando disipar la decepción que se plantó en mi pecho

si tu padre te viera se burlaría de ti, un príncipe decepcionado por una plebeya

- valla, valla alteza, creo que sobrevivió, dijo Jared, sonreí y giré en mi propio eje en un pie mientras extendía el otro y le daba una patada bien merecida a mi amigo

- eso por dispararme imbécil ¿en que estabas pensando?

-vale vale tienes razón me lo merezco, pero juro por lo que más quiero ósea yo, que fue un accidente, estuve buscándote, pero no te pude encontrar, corrí al castillo y me encontré con tu padre tuve que decirle que te habías enfermado durante la lección y ahora estabas descansando y quedarme allí para que no entrara, tenemos cinco minutos para llegar al palacio antes de que el termine su reunión con Damon

sin decir una palabra más le tendí la mano y salimos corriendo hacia mi llamado "hogar".

Jed volvió a tirar las flechas y subimos por ellas luego bajamos de un solo salto

ya no parecía un niño de cinco años a punto de orinarse en los pantalones

sin que los guardias nos vieran nos metimos a mi habitación justo en el momento en el que unos pasos se empezaron a escuchar, inmediatamente me quité la camisa y me acosté en la cama haciéndome el dormido, cuando mi padre entro se encontró a Jed tocándome la frente tuve que contener la risa

- cómo sigue, dijo mi padre

-ya le está pasando la fiebre pronto estará bien

Pero que buen mentiroso, podría matar a alguien y decir que no lo había hecho y estaba seguro de que le creeríamos

-eso espero, en cuanto se despierte dile que se arregle, tenemos invitados importantes

volvía escuchar los pasos de mi padre alejándose y cuando se cerró la puerta volví a levantarme

-¿Quién viene hoy, mi querido príncipe?

- no estoy seguro, no sé qué alianza busca mi padre ahora.

Pasaron las horas y llego la tediosa reunión que hubiese querido ignorar

si tuviera el pelo largo me pondría unos audífonos para escuchar música mientras los demás conversaban

pero no tienes esa posibilidad, resígnate

a veces odiaba a mi conciencia

baje por las escaleras, llevaba un estresante traje negro con algunos adornos de oro y una flor de rubies al lado del corazón

supongo que por físico no serían las criticas

el castillo estaba sumido en total silencio, de seguro era algún Duque, mis padres se dejaban llevar mucho por los cargos si hubiese sido un cargo inferior como un vizconde o un Barón no se esforzarían tanto, mientras seguía intentando deducir el invitado de la noche mi padre me hizo señas para que bajara rápido y eso hice, al llegar me situé en el medio entre mi padre y mi madre, mi madre me jalo un poco la chaqueta para acomodármela bien yo le respondí con una sonrisa

dos minutos después tocaron la puerta y un hombre de traje negro se acercó, mi padre fue el primero en acercarse y saludar

-un gusto duque de Valdetar

- el gusto es mío excelencia, sonreí, aunque el brillo en sus ojos me generaba todo menos confianza.

La cena fue excelente para mi padre, pues el señor duque resultó ser un hombre anhelante de poder, a penas mi padre le comento que podían aliar sus tropas para conquistar Juria, el reino que separaba Valdetar y Reong, y que era rico en esmeraldas, no vio problema, por lo que después de terminar la pasta boloñesa que había hecho el chef, se dirigieron a el salón de estrategias y yo me quedé con mi madre

-¿Crees que enserio es necesario otra invasión?, Me refiero ya es la tercera este año, le cuestione a la reina

y es que no entendía esa absurda obsesión de abusar del poder y conquistar las tierras menos favorecidas, aunque ricas en piedras preciosas

-sabes que a tu padre le encanta la pedrería para sus trajes y este duque, tiene cada vez más público, es mejor tenerlo de amigo

-sí tú lo dices, me rendí

le di un beso en la mejilla y subí las escaleras a mi cuarto, sabía que para mantener el poder se debía mantener bajo control a los monarcas que tenían tanta acogida y convencerlos de porque no podían subir al poder, de porque estarían más cómodos en el cargo que ya estaban, esa era la basura de juego que tendría que jugar en futuro, el juego por mantener el poder, después de todo siempre era más fácil conseguirlo que mantenerlo

mi padre siempre decía que antes el poder pertenecía a los distintos, a las personas con magia pero que uno de nuestros antepasados unió fuerzas con otras familias y los desterraron al bosque, desde entonces nuestra familia gobierna sin embargo algunas veces surgen personas que quieren la corona, pero después de algunas aldeas y un par de charlas en el cuarto de estrategia con mi padre desisten ¿cuál es el truco? no lo sé pues nunca he sido lo suficientemente valiente para escuchar una conversación o preguntarle, y es que la triste verdad es que soy un cobarde que se dedicó a ponerse máscaras ante los lobos de este sistema social, que más pronto que tarde tendré que gobernar

Exacto querido, gobernar no es como quitarle el caramelo a un niño, esfuérzate y no seas niña

¿ya les dije que odiaba a mi conciencia? 



#4219 en Fantasía
#10129 en Novela romántica

En el texto hay: romance, magia, novela adolescente

Editado: 14.03.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.