Bajo la lluvia

¿Asistente yo?

Leah

 

Al abrir los ojos la tormenta ya había pasado y el sol estaba en la cima nuevamente

Vuelve la chica valiente

¿Como que vuelve? Nunca se fue

No te lo crees ni tu misma

Que si

Que no

Que si chiquilla

Que no y se acabó la conversación.

Baje al comedor donde ya estaba  el príncipe con dos platos sobre la mesa  

-mandaste a hacer dos desayunos?, Pregunte sarcástica

-por supuesto que no, pero mi chef privado se emocionó y preparo el doble de todo, respondió con una sonrisa

-no le echarías veneno ?

-te crees que tengo tanto tiempo para gastar en ti ?

-no se sabe que esperar de alguien de la realeza

-vale vale, se que nos odias pero no soy tan malo, si no te hubiera tirado del puente el día que nos conocimos

-te creeré por ahora

Cada vez pareces más una niña pequeña.

Si tienes tanta hambre come y ya, ¿Por qué necesitas pelear?

Porque si tengo algo, es orgullo y no voy a dejar que piense que con un desayuno ya me cae bien

¿En serio lo odias ? Cada vez te creo menos

Y a ti que te pasa eres mi conciencia debes de estar de mi lado

Si tu lo dices, pero recuerda del odio al amor hay un paso

Y después que yo era la loca, uno de los dos debía morir, allí acababa todo no en una boda ni con un beso como en la mayoría de cuentos


empece a comer, y valla si me alegré de hacerlo,  los panqueques estaban rellenos de chocolate y estaban esponjosos, los huevos revueltos con salchicha no se quedaban atrás tenían el punto exacto de sal, lo único que se pudo haber mejorado era la fruta, las habían elegido muy maduras, de seguro nunca habían probado lo espectacular que eran cuando recién se recogían del árbol, sin embargo unos gritos nos interrumpieron

-Cariñoooo! Cariñitoooo! 

 la cara del príncipe se puso de todos los colores ¿sería su novia?, Valla joven para tener pulmón, de seguro no sería buena reina, claro q no tendría tiempo de refutar mi teoría pues su prometido no tocaría la corona,

Puedes dejar de pensar en matarlo por cinco segundos, solo cinco


 mi sorpresa fue mayor cuando una señora de unos 47 años entró a el salón, esa no podía ser la novia de Alan, entonces era era la reina, esta vez fui yo la que se puso roja, estaría en problemas si ella descubría que era una distinta, pensé en hablar y excusarme, pero Alan me interrumpió

-madre, que te ha dicho papá sobre los gritos

-pero aquí no está tu padre y yo no voy a cambiar por un hombre, es mi esencia Alan, rebatió ella  

y no más con ese comentario me callo bien, una mujer no tenía porque olvidar quien era por un hombre, estábamos en todo nuestro derecho de ser lo que nosotras eligiéramos, lástima que fuera de la realeza, de esos mentirosos que nos habían hecho ver como los malos, cuando regrese de mis cavilaciones la reina estaba en frente mío analizándome -¿Y tú cómo te llamas? Pregunto gentilmente

 -mi nombre es Leah, su majestad

pareció meditar un poco sobre mi nombre y agrego

 -lo siento muchacha, pero tu nombre no se me hace conocido ¿De donde conoces a mi hijo?

Que debía decir en este momento, no tenía ningún título para decir que era la amiga, tampoco sabía algún arte para llamarme a mi misma profesora


Porque cuando debes trabajar ahí si te quedas en blanco, cabeza inútil

Más respetito conmigo que yo no trabajo con mentirosas

Con mentirosas no, pero si con asesinas,  valiente conciencia me dieron

Si te juntas con el guapetón de allá, tal vez se me pegue un poco

Dicho y hecho, al parecer el príncipe tenía más facilidad para mentir

 -es mi nueva secretaria personal, optó por decir Alan

 ¿Secretaria? ¿Yo?, Dónde me veía una pizca de querer servirle

Yo no tengo problema, que me pida lo que quiera y yo complacida lo hago


Dejar de ser tan ofrecida, parécete más a tu dueña, ¿ Existiría algún hechizo para cambiarla?

Eso ni se te ocurra

Entonces dame una buena razón

Ya que insistes mira  si eres su secretaria, estarás más tiempo con él, y conocería sus debilidades, y podrás envenenarlo , apuñalarlo o lo que sea que pienses hacerle a el pobre, ¿ Contenta?

Como una lombriz

Después de esa pequeña charla conmigo misma y la gran idea  moví mi cabeza en aceptación

 -oh!, eso está muy bien, me alegro que la hallas encontrado tan pronto, por cierto ¿como la encontraste?

 -pues, pues, empezó a tartamudear Alan

-el príncipe me encontró bajo la lluvia, respondí por él.

¿Te encontró? Más bien te le tiraste encima

 ¿ y eso a quien le importa ?

Si ves la cara del príncipe creo que si, mejor te hubieras quedado calladita

-Alan ¿Saliste del carruaje mientras ibas donde Jed? Y por cierto, donde está Jed, rebatió sorprendida y enojada al mismo tiempo

ok, había metido la pata

-madre hay mucho por explicarte, estaba lloviendo y era la primera vez que tenía la oportunidad de caminar por la calles de mi reino mientras llovía, de hecho era la primera vez en q podía caminar por Reong como Alan y no como el príncipe acompañado de guardias que solo saluda desde el carruaje a lo lejos en las procesiones, no vería un reino todo adorno sin ruidos y de película como lo solicitan en las contadas salidas, si no el verdadero Reong, así que cuando llegue a casa de Jared, ambos esperamos a que el carruaje se fuera y salimos, pero Jed decidió devolverse para contestar las llamadas que ustedes hicieran, y así madre fue como conocí a la bella señorita Leah, que según lo que me contó es muy buena como secretaria, tanto así que ha trabajado como asistente de varios marqueses, término y me guiño un ojo

Ni se te ocurra sonreírle, sigues en periodo de prueba



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En el texto hay: romance, magia, novela adolescente

Editado: 14.03.2024

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